martes, 17 de febrero de 2015

La lechera

“Anda jaleo, jaleo…, que ahora vendrán los politicastros y nos prometerán el paraíso terrenal”, hablaba “el Chismoso” en voz alta, justo en el instante en  que yo entraba en el bar “El Cielo. “Todavía falta bastante tiempo para las próximas Elecciones Municipales y Autonómicas del 24 de mayo y, sin embargo, bien se puede decir que ya ha comenzado la campaña electoral a todos los efectos. Los representantes de los diferentes partidos políticos irán de pueblo en pueblo, como Santa Teresa de Jesús de fundación en fundación, estrecharán cuantas manos se pongan a su alcance, mostrarán un rostro angelical y lucirán su mejor sonrisa; como nunca antes habían hecho durante estos 4 años pasados, y todo ello porque ahora es tiempo de promesas y recolección de votos”, añadió “el Espabilao”.
“Además tendrán que recabar acólitos para presentar listas electorales con sus siglas en los diferentes municipios, puesto que junto con la elección de los alcaldes, del montante de votos conseguidos, en los tres partidos judiciales existentes, se conformará el pleno de la Diputación Provincial y por añadidura saldrá elegido su Presidente. Ya veis que ahora que Antonio Pardo no se vuelve a presentar ya están los del PP utilizando la vacante como moneda de cambio para conseguir adeptos a su causa, tal y como, al parecer, ha ocurrido con el ofrecimiento de la plaza hecho al actual alcalde de Golmayo.  De lo que se deduce que está complicado el panorama, dado el cansancio y hartazgo de muchos ciudadanos”, les añadí yo, incorporándome al debate.
“No me negaréis ninguno de los dos -prosiguió “el Chismoso”- que, sin acabarse tan poético alboroto, ha empezado ya el prosaico tiroteo cruzado. Así, sin ir más lejos, el portavoz del PP en el Ayuntamiento le ha espetado al Alcalde del PSOE que por mucha apariencia y rueda de prensa que dé, en estos 8 años de gobierno, ha sido incapaz de traer a Soria una gran empresa”.  “Bueno, la cárcel -le apunté yo- que iba a generar hasta 500 nuevos empleos”. “Sí, ahora que ha salido el  Gobierno diciendo que no hay delincuentes para tanta cárcel. Con la de corruptos que  andan sueltos. Esto -concluyó “el Espabilao”-, me recuerda el cuento de la lechera, con su leche derramada por el suelo”. 
José María Martínez Laseca
(12 de febrero de 2015)      

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