jueves, 27 de diciembre de 2012

200 años de cuentos de los hermanos Grimm

Érase una vez un matrimonio residente en Hanau (Alemania), que tenía dos hijos llamados Jacobo (1785-1863) y Guillermo (1786-1859). De improviso, a los 44 años, murió el padre, que era magistrado de distrito, y ambos -con 10 y 9 años respectivamente- se quedaron huérfanos. El mayor se volvió serio y el pequeño tornose enfermizo. Todos los conocerían como los Hermanos Grimm. Ya en la escuela, tuvieron la gran suerte de encontrarse a un sabio maestro que les descubrió el enorme tesoro de una biblioteca de libros viejos con los cuentos más maravillosos que jamás habían leído. Ello les marcaría de por vida, ya que los dos hermanos, muy pronto, comenzaron a interesarse por los cuentos del folklore popular, que escuchaban, sobre todo de labios de las mujeres que aligeraban las largas horas que pasaban hilando lino contándose historias aderezadas de aventura, romance y sortilegio.

-Relatos infantiles del hogar
Poco a poco, Jacobo y Guillermo -según nos cuenta Thomas O'Neill en un interesante artículo- fueron conformando su propio tesoro: un libro de bellos cuentos de hadas, llenos de magia y de peligros, de lealtad y de bribones. La primera edición de 88 ficciones se tituló: “Los cuentos infantiles del hogar” y se editó en su mismo país en 1812. En sus páginas figuran personajes tan celebrados como la Cenicienta, la Bella Durmiente, Blancanieves, Caperucita Roja, Rapunzel, Rumpelstiskin, Hansel y Gretel, Juan sin miedo, Pulgarcito… y girando en su derredor un carrusel de brujas, sirvientas, soldados, madrastras, enanos, gigantes, lobos y demonios.
Todo ello acabaría configurando esa antología de 210 cuentos de los hermanos Grimm, sin parangón hasta la fecha, puesto que como fenómeno editorial compite hasta con la Biblia. Y es que, según advierte Elfriede Kleinhans: "Nuestro mundo puede parecer demasiado tecnificado y frío. Todos necesitamos estos cuentos para calentar nuestras almas."

-Léeme otro, por favor
Inicialmente, la colección no se dirigía a los niños. Es más, a lo largo de casi todo el siglo XIX, maestros, padres de familia y figuras religiosas, particularmente en Estados Unidos, condenaban los cuentos de los Grimm debido a su crudo e incivilizado contenido. Pero, no tardando, ambos hermanos “editaron” -refinando y suavizando- esos relatos para atender la creciente demanda de literatura infantil surgida al amparo de la consolidación de la clase media urbana. En consecuencia, las crueles madres se convirtieron en antipáticas madrastras, los amantes solteros se volvieron castos y al padre incestuoso ahora se le asignó el papel de demonio. A su mayor difusión contribuyeron los editores ingleses, que tomaron la decisión de publicarlos como libros ilustrados.
En el siglo xx, los cuentos de los hermanos Grimm reinaron en los hogares con críos. Sus historias se leían como sueños hechos realidad: apuestos jóvenes y hermosas chicas armados de magia vencen a gigantes, brujas y bestias salvajes. Escapan de adultos malvados y egoístas. Inevitablemente, la chica y el chico se enamoran y viven felices para siempre. Hoy en día, conservan plenamente su poder de fascinación. Y los padres siguen contando estas historias, pues sus lecciones ayudan a socializar a sus hijos, a introducirlos en la vida: cumple tus promesas, no hables con desconocidos, trabaja duro, obedece a tus padres. Según los mismos Grimm, los relatos servían como un "manual de buenos modales".
El impacto de los cuentos de los hermanos Grimm se potenció todavía más a través del cine y la televisión, lo que se inició con las adaptaciones para dibujos animados, tales como la de Blancanieves y los siete enanitos (1937) y la de Cenicienta (1950), realizadas por la factoría de Walt Disney. De este modo, aquellos cuentos de larga tradición oral, entrarían decisivamente a formar parte del imaginario de muchas generaciones.

-Curiosas interpretaciones
Estudiosos y psiquiatras han apagado la belleza de estos cuentos tratando de buscar sesudas explicaciones a sus historias. Así: ¿Arrojar la rana simboliza el despertar sexual de la princesa cual sugirió el psicólogo freudiano Bruno Bettelheim, o acaso la princesa representa un modelo de un rol feminista al desafiar la autoridad patriarcal de su padre, el rey, como se pregunta el folclorista alemán Rörich? O quizás, una rana no es más que una rana. También, ideólogos y propagandistas hicieron de las suyas. Por ejemplo, los teóricos del Tercer Reich formaron de Caperucita Roja un símbolo del pueblo alemán, que se salva del feroz lobo judío, por lo que, al final de la Segunda Guerra Mundial, los aliados prohibieron su publicación en Alemania, por entender que habían contribuido a la barbarie nazi.
Más tarde, en los años setenta, universidades de Europa y Estados Unidos condenaron a estos cuentos como promotores de una visión sexista del mundo y dominada por la despótica autoridad.

-Las influencias alemanas
El origen de muchos de los cuentos de los Grimm remite sin duda al conjunto de Europa y al Medio Oriente. No obstante, el investigador Heinz Rölleke ve claras algunas influencias teutonas en el amor a los desposeídos, la sencillez rústica y el decoro sexual. La vida alemana del medievo colorea las narraciones. Por toda Europa los niños eran con frecuencia descuidados y abandonados como Hansel y Gretel. Y las mujeres acusadas de brujería quemadas en la pira, como la malvada suegra de "Los seis gansos".
"La crueldad de las historias no surgió de la fantasía de los Grimm", opina Rölleke. Reflejaba la ley y el orden imperantes en los tiempos antiguos." Aunque tal vez el más alemán de los toques sea la omnipresencia del bosque. Es en él donde los héroes confrontan a sus enemigos y vencen el miedo y la injusticia. Y es que, tradicionalmente, la sociedad rural alemana dependía del wald o bosque. Aquí, donde los granjeros alimentaban a sus cerdos con bellotas, los nobles cazaban venados y los leñadores escogían los troncos de donde saldrían las macizas vigas que aún se ven en los establos y casas de los pueblos de Hesse. Los cuentacuentos sabían muy bien que al colocar a sus personajes en los oscuros bosques sin caminos despertaban la sensación de peligro y suspense.

-El componente curativo
Bruno Bettelheim promovió el valor terapéutico de los cuentos de los hermanos Grimm y los llamó "grandes reconfortantes". Al confrontar temores y fobias, representados por brujas, madrastras despiadadas y lobos hambrientos, los niños se percataban de que podían controlar sus ansiedades.
En nuestra actual sociedad capitalista, el éxito se basa, casi en exclusiva, en acumular más y más dinero. Y así, mal vamos. En realidad, el verdadero éxito debiera consistir en hacer lo que realmente nos gusta y en hacerlo bien, aportando algo que fortalezca a los demás. Esto es lo que consiguieron los hermanos Grimm -transmitiéndonos su gusto por la lectura y su pasión por la literatura-, permitiéndonos a toda suerte de lectores abrir sus libros con esa llave de oro de la imaginación. Cartógrafos, pues, de la ilusión, los hermanos Grimm nos muestran en sus cuentos la búsqueda de una felicidad que casi ninguno de nosotros conoce, pero que todos creemos posible. Podemos identificamos, sí, con los héroes de sus historias y convertirnos así, en nuestra imaginación, en los verdaderos dueños de nuestros destinos.
José María Martínez Laseca
(27 de diciembre de 2012)

Atracción por Valdivia


Al indagar entre el bello desorden de mi biblioteca, me topo con un libro que me viene que ni al pelo para el ciclo que abre su puerta a los sueños, y aún más a las fantasías infantiles, con el sorteo de la lotería nacional del 22-D. Título: Cuentos de Navidad. Autor; Eduardo Valdivia. Publicado en 1968 por Ediciones Javalambre, compendia una docena de amenos relatos, precedido por un primer prólogo de Francisco Ynduráin, entonces Catedrático de Literatura de la Universidad de Zaragoza, al que sigue otro más extenso, del propio autor. Pero, no declara Ynduráin sus preferencias personales por ninguno de los doce cuentos de su antiguo alumno; antes bien, tras incidir en que en todos ellos “no falta la alegría, la expectación, la apertura al mundo de la maravilla, la fantasía, el dolor también”, invita a los lectores a que extraigan las suyas.
Del escritor Eduardo Valdivia yo he ido teniendo noticias por boca de sus vecinos sorianos de planta -Ramón Riera, José María Páez y José Luis Antón- en el edificio respingón de la plaza Tirso de Molina, frente a la Escuela de Artes y Oficios, donde residió con su familia. Otras pesquisas me han acercado a su vida breve. Hijo de militar, había nacido en Écija en 1929 y, tras una existencia itinerante, recalaba en la Zaragoza de los años 50, la del Grupo Pórtico, con la decisión de convertirse en escritor, puesto que ya tanteaba en la narrativa y en el teatro.
Se licenció en Geografía e Historia y, después, en Derecho. Aprobó las oposiciones de profesor adjunto y pasó por Ceuta, Teruel y Tenerife, llegando a Soria, en 1971, como director del Instituto Castilla. Falleció en 1972. De este mismo año data su original novela “¡Arre, Moisés!”, que fue finalista del premio Alfaguara. Valdivia recrea, con rara tropa de cojos y mancos, el grotesco Regimiento de San Martiniano y refiere sus andanzas por Aragón hasta su exterminio en plena guerra civil española. A iniciativa de su principal estudioso, Jesús Rubio Jiménez, fue reeditada en 2003. Otras obras previas son: “El espantapájaros y otros cuentos” (1960) y “Las cuatro estaciones” (1967). Todas ellas nos descubren a un fascinante narrador, bruscamente interrumpido.
José María Martínez Laseca
(27 de diciembre de 2012)

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Reflexiones tras el viaje

El profesor de lengua requirió a sus alumnos ideas afines o palabras relacionadas con el término “represión”. Estos le expusieron una larga ristra de ellas: violencia, fuerza, correctivo, escarmiento, dictadura, tiranía, prepotencia, esclavitud, sometimiento, abuso, etc. Él les sugirió la palabra “lecheras”, pero ellos no la entendían como tal. Cuestión de diferencias generacionales, pensó para sí. Se refería a las furgonetas de la policía antidisturbios, por lo mucho que otrora repartían. En Madrid -a donde había acudido de finde en el incómodo autobús de línea por la vergonzosa autovía A-15, interrumpida a causa de la desidia y llena de rotondas- las había vuelvo a ver. Bloqueaban la Carrera de San Jerónimo ya que allí se halla el Congreso de los Diputados. Toda una marea humana de batas blancas, que se estaba manifestando al grito de “la sanidad pública: se defiende y no se vende”, confluía en la puerta del sol desde diferentes calles. En un cartel leí: “Me dan nauseas”.
Gobierno Manostijeras está haciendo la poda -casi mutilación- en sanidad y educación. Aquí se añade la reforma o contrarreforma de la LOMCE, basada en criterios ideológicos retrógrados -selección, segregación y discriminación-, que no pedagógicos. Considerando a los alumnos como clientes (en aras al negocio), tomándolos por aprendices (mano de obra barata) y no pensando en su formación integral como personas.
Son vísperas de Navidad, la fiesta más entrañable del año. Las muchedumbres pasean por las calles de la capital de España y en las tiendas hay más curiosos que compradores. Una larga cola alinea a los demandantes de la lotería de Doña Manolita, por si fortuna rueda. Yo visito exposiciones. En el Reina Sofía: Encuentros con los años 30 y María Blanchard. En la Fundación Mafre: Retratos. En la Academia de Bellas Artes de San Fernando: Goya. Voy al teatro Arlequín: Cinco horas con Mario, “un muerto todo oídos”. Y acudo, como siempre, a la Cuesta de Moyano. Frente a una democracia meramente formal, mi apuesta es por una sociedad rica en imaginación, memoria y capacidad crítica. Y defendiendo la cultura como alimento del intelecto, algo que también debiera concernirnos a todos.
José María Martínez Laseca
(20 de diciembre de 2012)

De la corrupción

El pasado domingo se celebró el día de la lucha contra la corrupción. Tuvo escaso eco, y exiguo considero un solo día para desinfectar tan extendido como contagioso virus. En el Índice Mundial de Percepción de la Corrupción 2012, que elabora la ONG Transparencia Internacional, de entre los 176 países incluidos en el “ranking”, solo figuran tres honestos: Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda. Sorprendentemente España ocupa el puesto 30, el número 13 entre los de la Unión Europea. Y es de extrañar, porque se dice que la corrupción encuentra su mejor caldo de cultivo en tiempo de crisis. Que los países corruptos son los que padecen una mayor crisis económica. Tal es así que muchos paisanos que presumen de patriotas dirigen sus dineros hacía la economía sumergida o inclusive a los paraísos fiscales, para mantenerlos a buen recaudo. Sonado ha sido el caso del expresidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, al que le devolvió Hacienda en su declaración del IRPF,porque era pobre. Pillado su testaferro se descubrió el cotarro y sus ostentosos vicios de caza y yate.
Fue profeta certero cuando nos espetó a la cara su maldición de a “trabajar más, cobrando menos”. Algo que no afectó a banqueros como Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid que tras forrarse, hundiendo la bankia, pretende irse de rositas. Y encima el tal José Ángel Gurría (secretario general de la OCDE) nos viene con la monserga de que no se trata de bajar los salarios a los trabajadores, ni de reducir derechos, sino de abrir el apetito para crear empleo. Lo que hay que oír. En España el 80 % de las familias ha visto disminuido su poder adquisitivo y la brecha de la desigualdad ha aumentado, cuestionándose nuestra clase media, sustentadora del Estado de Bienestar.
No son casos aislados sino la corrupción del propio sistema capitalista. Todo es voluntad de poder, decía Nietzsche. Ansia de poder económico amasando fortuna exenta de impuestos y de poder político sin controles. Es preciso, pues, evitar tanto el fraude privado cuanto la corrupción pública. Ello requiere una mayor concienciación social, tolerancia cero con las conductas impropias. Vigilar atentos nuestros alrededores.
José María Martínez Laseca
(20 de diciembre de 2012)

martes, 11 de diciembre de 2012

La Constitución soñada

Toca fiesta. Un día como hoy, 6-D, los españoles, mediante referéndum, aprobamos nuestra vigente Constitución de 1978 (la que ha observado algunas modificaciones). De aquí la festividad laica para todos. El art. 1.1 de nuestra Carta Magna comienza diciendo que “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. Cabría, pues, afirmar que, mediante la supremacía de la Constitución, se nos ofrece en contraprestación no sólo derechos sociales, sino una larga serie de garantías (entre otras los servicios públicos de acceso universal) que, en principio, debieran permitir que los derechos pudieran ser efectivos para todos. El Estado social, en cualquier caso, supone una transformación de la democracia y del Estado de Derecho. Hasta aquí los buenos deseos, porque la realidad, acuciada por la actual crisis económica, ha hecho que todo se tambalee y se troque en mercado. Hasta el punto -según denuncia Felipe González- de que pudiéramos estar asistiendo con este Gobierno de Mariano Rajoy a una “liquidación de la cohesión social y de los fundamentos del Estado de Bienestar”.
Tras mucho jugar al escondite con su programa electoral, hasta las más incrédulas Caperucitas No Rojas están viéndole las orejas al lobo feroz del PP, dándose cuenta de su pecado de ingenuidad al confundirlo con su queridísima abuelita. La reducción de prestaciones y fulminación de derechos a los dependientes, que los devuelve al pasado o la no revalorización de las pensiones (lo que en Soria afecta a 23.340 pensionistas) son gotas que, bajo el dogma de la austeridad -en realidad ideología neoliberal-, están colmando el vaso de los ajustes y recortes. Y la amnistía fiscal a los defraudadores no es tal, ya que Montoro la llama “proceso de regularización de activos ocultos”. Además, las tasas judiciales crean una justicia para ricos y otra para pobres. Ya vemos como del Estado social y de derecho soñado podemos pasar a un Estado antisocial y de derechas. Con lo que nuestra Constitución quedaría convertida en un queso de gruyer. De tanto orificio.
José María Martínez Laseca
(6 de diciembre de 2012)

sábado, 1 de diciembre de 2012

¿Qué quiere que le diga?

Quien quiera que usted sea, a estas alturas lo tengo por enterado de lo hecho por Su Santidad con su libro “La infancia de Jesús”. Que corre en coplillas: “Los recortes han llegado / hasta el portal de Belén / porque el Papa ha recortado: / estrella, mula y el buey”. En él nos afirma que cuando nació el niño-dios no recibió el aliento de tales bestias, y que tampoco hubo ninguna estrella que condujera hasta allá a los tres reyes magos de oriente. ¿Cabe pensar que en las casas al montar el navideño belén haya que prescindir de las dos figuritas de barro de sendos animales de la compañía de Jesús, así como de la fulgurante estrellita de plata? Si por ende nos quita a los pastores, se nos queda el decorado igual que la provincia de Soria tras la decadencia de La Mesta. No alcanzo a imaginarme siquiera el destrozo que tal “tijeretazo” produciría en toda la iconografía de La Natividad. Pongo por caso el precioso capitel cobijado en el interior de la humilde iglesia románica de San Juan de Duero. Resisto, pues, y no me resigno ante semejante desvarío, que más tiene que ver con el mercado y la venta del libro que con los universales sentimientos. ¡Crisis y encima nos roba la ilusión!
Que no es un caso aislado, pues tengo para mí clara la teoría de la conspiración. Algunos neoliberales están empeñados en mudar nuestra cosmovisión, nuestra manera de entender el mundo. Así, los de mi generación nos movimos dentro de un proyecto social que nos prometía el paraíso, el que tras la primera resaca de la transición se ha convertido en algo más que un malestar colectivo. Lo que entonces era todo utopía, prestigio de la política, convicción de que se iba a cambiar el mundo; ahora es su reverso, lo contrario, simplemente la estupefacción de pensar qué ha pasado con nosotros que íbamos en busca de la gloria y estamos todavía aquí. Además, perdiendo derechos conquistados, mermándose la calidad democrática: amordazada la libertad, mercantilizadas la educación, la sanidad y la justicia, trampeando en política. Tan bajo hemos caído. Pero yo tengo para mí que la vida no se construye con los grandes sueños, sino con los escombros que quedan tras su derrumbamiento.
José María Martínez Laseca
(29 de noviembre de 2012)

domingo, 25 de noviembre de 2012

El balancín de la vida

El refranero tiene a noviembre por “bendito mes”, al advertirnos “que empieza por Todos los Santos y termina por San Andrés”. Pero hay quien dice que es la escalera basculante quien mejor lo representa, puesto que ella permite hablar, sí, de la muerte, pero también de la vida, como su antesala. La obra teatral “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla -que nos conecta con nuestro lado más oscuro- se representa, en consonancia, por estas fechas. En el origen de las diferentes variantes sobre el culto a los difuntos -como el tan comercializado Halloween- se encuentra el Samhain: la fiesta más importante del mundo celta que se celebraba el 1 de noviembre (momento en el que se abrían los cielos para juntar a vivos con extintos) y que iniciaba el año nuevo y a su vez la llegada del invierno. En Méjico es el apoteósico Día de Muertos (“En este mundo matraca / de morir, nadie se escapa. / Muere el buey, muere la vaca / y hasta la mujer más guapa / tiene que estirar la pata”).
En lo antedicho es manifiesto el folklore o sabiduría popular. Algo que han demostrado poseer con creces nuestros paisanos de Valdegeña, los hermanos Isidro y Moisés, que se han hecho famosos como visionarios al predecir en 2007 la crisis económica que nos está devorando. (Por desgracia, Moisés “Casi nadie”, acaba de morir). Y es que en la experiencia campesina está muy presente la fábula de la cigarra y la hormiga. Aquí nadie puso freno a tanto desenfreno. En estos últimos quince años todo se permitía, todo era fácil y todo parecía posible: comprarlo todo, pagarlo todo; como si el crecimiento económico fuera constante. ¿Nadie se dio cuenta de que esto era insostenible, dada la limitación de recursos que conviene administrar bien? Máxime desde las administraciones públicas, ajustando sus gastos al principio de necesidad. Mi madre me lo decía: “siempre es barato lo que se estima necesario, mas lo que resulta inútil por poco que cueste es caro”. Puesto que vemos cómo la ética se diluye en las palabras, nosotros hemos de tener conciencia.
Desconocemos si hay vida más allá de la muerte, pero sí que sabemos que la hay más acá y por eso debemos vivirla. Pero se puede vivir con menos ansia. Sin tanta vanidad.
José María Martínez Laseca
(22 de noviembre de 2012)

domingo, 18 de noviembre de 2012

La profesora de lengua

Por ser algo que no ocurre todos los días, me llamó la atención. Fue la semana pasada, en el IES “María Moliner” de Laguna de Duero (Valladolid), durante la visita institucional del Consejero de Educación, Juan José Mateos -y en presencia del Delegado de Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano- con el fin de informar sobre el III Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar 2012-2013. La profesora María Jesús de Lara, jefa del Departamento de Lengua, vistiendo la camiseta verde en defensa de la “escuela pública de todos y para todos”, interpeló al Consejero sobre si era consciente del “estrés, agresividad y violencia interna” que provoca el elevado número de alumnos -hasta 33- por clase, dado lo reducido de las aulas, algo que “ya está estudiado por los psicólogos”. El consejero reaccionó recabando el apoyo de la directora del centro sobre tal afirmación y alegó que no era habitual en Castilla y León esa ratio de alumnos por aula, por lo que de ser así se trataría de un hecho puntual; no obstante, tomaba nota para estudiarlo y ponerle remedio en su caso. El resto de autoridades civiles, policiales y militares fueron testigos.
Demostró gran valor la docente, máxime en estos tiempos de crisis económica y de valores que corren. En los que el miedo, que se palpa en el ambiente, y hasta podría cortarse a cuchillo, nos está haciendo callar tantas veces, paralizándonos, en lugar de movernos a reaccionar y pelear (recuerda: “si luchas puedes perder, si no luchas estás perdido”), por temor a represalias. Peor aún sería que cayéramos en la melancolía, sintiéndonos culpables de lo que está pasando mientras los auténticos sinvergüenzas se van de rositas.
Otrosí, el mentado Consejero de Educación ha justificado su carencia presupuestaria alegando que los centros recibirán unas cantidades que son suficientes para conseguir el logro de los objetivos. Pero han subido el gasoil y el IVA y los ajustes en calefacción, fotocopias, etc. son palpables. Ha habido una sangría de 650 profesores, carga horaria, recortes de sueldos y pagas extras…, recortes que afectan al trabajo en el aula, que repercuten sobre los alumnos y en la calidad de la enseñanza.
José María Martínez Laseca
(15 de noviembre de 2012)

Adiós, rebelde adiós

Aunque días atrás agencias difundieran tan triste noticia, esta se vio eclipsada por otras como la tragedia de la macrofiesta electrónica celebrada en la noche de Halloween -haciendo risa y burla de la muerte- en el Madrid Arena, y la primeriza paternidad del futbolista azulgrana Messi. Fue, precisamente, el día de difuntos. A los 86 años, fallecía uno de los mejores de los nuestros, pese a que nunca se le otorgara el premio de las letras de Castilla y León. Se trataba del profesor zamorano Agustín Carcía Calvo. Un pensador libre e independiente. Poeta, dramaturgo y ensayista. Intelectual inclasificable, entre otras cosas uno de los más grandes clasicistas del siglo XX. Siempre provocador, radical y consecuentemente hostil al sistema. Su copiosa y fecunda obra era acogida con una sorprendente conspiración de silencio por los medios que el mismo llamaba “de formación de masas”. Eso a pesar de haber sido galardonado por tres veces con los Premios Nacionales de Ensayo, de Literatura Dramática y Traducción.
Ha muerto uno de los críticos inmisericordes contra la estupidez en que todos nos movemos ("Vendrán más años malos y nos harán más ciegos", ya nos lo advirtió Rafael Sánchez Ferlosio). Él fue uno de los catedráticos perseguidos por el régimen franquista y apartado de la cátedra debido a las revueltas estudiantiles de febrero de 1965. Inconfundible en su aspecto físico entre cantautor y asaltante de caminos. A la hora del fútbol, los miércoles, tenía su tertulia en el Ateneo de Madrid. Como uno más participaba en la Puerta del Sol del movimiento de indignados del 15-M. Siendo su Presidente Joaquín Leguina, compuso el himno de la Comunidad de Madrid (“Yo estaba en el medio: / giraban las otras en corro, / y yo era el centro”) por el simbólico precio de una sola peseta,. Os confieso que a mí seguirá conmoviéndome el escuchar su entrañable letra de “Libre te quiero” (“…Pero no mía / ni de Dios ni de nadie / ni tuya siquiera.”) entonada por Amancio Prada. Sobre tu tumba escribo estos versos de Tomas Tranströmer a modo de respetuoso epitafio de despedida: “En la mitad del bosque hay un claro inesperado que sólo puede ser encontrado por aquellos que se han perdido”.
José María Martínez Laseca
(8 de noviembre de 2012)

sábado, 3 de noviembre de 2012

Desahucios, todo un drama

La construcción ha sido impulsora de nuestro crecimiento, generando riqueza y empleo y haciendo posible el denominado “milagro español”. Eso nos ha llevado, según dicen, a vivir por encima de nuestras posibilidades. Empero, al cáncer de la crisis económica -a la que se aplican terapias ultraliberales de austeridad a ultranza y brutales recortes del Estado de Bienestar- se le ha añadido aquí el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, lo que está generando efectos nocivos sobre la ciudadanía. Pretenden estimular la productividad y la competitividad, pero para pagar las deudas se están exigiendo préstamos muy caros. Cada vez son más los hogares en los que nadie tiene trabajo y, en consecuencia, suficientes ingresos para llegar a fin de mes, pagando la comida, el agua, la luz y la hipoteca.
Todos los españoles tienen derecho a una vivienda digna, reza el artículo 47 de nuestra Constitución, pero las dificultades económicas les impiden amortizar las hipotecas de sus casas en las que invirtieron sus ahorros. Una ley hipotecaria de 1909 sobreprotege a los bancos que, al ejecutarlas, arrojan a la calle y a la ruina a las familias que no pueden saldar su deuda mediante la dación en pago. Así, 350.000 familias han perdido su vivienda en los tres últimos años, lo que empeorará en los sucesivos si no se frena. Resulta, pues, irónico que salvemos a los bancos con la deuda pública del Estado mientras que estos demandan los desahucios a familias desesperadas, que se ven condenadas a la exclusión social. Las páginas de sucesos constatan tales dramas.
¿No saben las instituciones que su función consiste en mejorar las condiciones de vida de la gente? ¿Acaso no es este un problema importante? Recién, el Consejo General del Poder Judicial se desentendía de un informe contra la manera en que se ejecutan los desahucios en España. El 15-M ha sido pionero en salir a la calle exigiendo el stop a los desahucios, la dación en pago retroactivo y el alquiler social. Ahora el PSOE, tras lamentar su anterior dejadez, ha tramitado en el Congreso una Proposición de Ley al respecto. Yo todavía recuerdo con emoción el poema “El embargo” de Gabriel y Galán que empezaba: Señor juez, pase usted más alante...
José María Martínez Laseca
(1 de noviembre de 2012)

sábado, 27 de octubre de 2012

Práctica educativa: ruta literaria por “La tierra de Alvargonzález”

“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.”
Miguel de Cervantes Saavedra
A lo largo de la mañana de ayer, miércoles 24 de octubre, el grupo integrado por cincuenta alumnos, de 4º de la ESO del Instituto de Educación Secundaria “Antonio Machado” de Soria, recorrió la Ruta Literaria de “La tierra de Alvargonzález”, la que lleva desde Soria hasta la comarca de Pinares y que tiene como meta obligada la conocida Laguna Negra.
Se trata de una práctica educativa que parte de la necesidad de conectar el trabajo que se desarrolla en el aula con la realidad más cercana a los alumnos o bien conocida por estos a través de la lectura. Tiende, en consecuencia, a generar el interés por la lectura y a fomentar el hábito lector entre nuestros jóvenes estudiantes, a la vez que a hacerles conocer el rico patrimonio histórico-artístico, medioambiental, cultural y literario de algunos de los lugares de la provincia de Soria por los que este itinerario transcurre.
Si siempre es una delicia contemplar los pinares altos del Urbión, esbeltísimos y de gran porte, con su verdor perenne, más aún lo es en este tiempo de otoño, en que los tonos verdes se mezclan con otra gama de colores de la pateta cromática como son los dorados y ocres de las hayas y los robles, junto con los rojizos de los serbales, los grises de las peñas y el azul claro del cielo; viéndose muchos de ellos reflejados en el espejo de las aguas límpidas y frías de la Laguna Negra.
Los alumnos disfrutaron de este lugar tan ameno en plena naturaleza y acometieron la escalada por uno de sus paredones verticales para así observar desde otra perspectiva el singular anfiteatro trazado por la morrena del glaciar del cuaternario. Tras ello, y formando una perfecta circunferencia, procedieron a la lectura solemne de los 712 versos que conforman el romance de “La tierra de Alvargonzález” escrito por Antonio Machado y que constituye la parte central de su célebre poemario Campos de Castilla de 1912.
En él se nos cuenta la triste historia de los hijos malos que mataron a su padre y que, para ocultar tan horrible crimen, arrojaron después su cuerpo sin vida a la Laguna Negra, de la que se dice que es insondable. Antonio Machado, por tanto, refiere en su romance el drama de la tierra, en el que la codicia (“No gozan de lo que tienen / por ansia de lo que esperan”) convierte en caínes a los hombres.
Los alumnos estuvieron guiados en todo momento por sus profesores Luis Pastor, Amando Asenjo y José María Martínez Laseca. La experiencia es el tercer año consecutivo que se realiza y pretende rememorar aquella excursión exploratoria que, el 5 de octubre de 1910, efectuaron los Catedráticos del Instituto General y Técnico de Soria, Antonio Machado Ruiz y Francisco Santamaría Ezquerro a la fuente del Duero y a la Laguna Negra.
José María Martínez Laseca
(26 de octubre de 2012)

La mejor educación posible

De entre todos los elementos que componen una novela, el del personaje es el más difícil de lograr. Suele, por ello, dejársele que se manifieste en sus acciones y en su discurso, a medida que crece y se transforma en el transcurrir de la historia. Eso que ocurre en la ficción narrativa, a veces, se confunde con la vida, pues no en vano se dice que la realidad supera al arte. Viene esto a cuento por la irrupción en la vida política y social del personaje José Ignacio Wert, a la sazón Ministro de Educación del actual gobierno de España. Saltó a la palestra como un prodigio de petulancia incontinente, pero sin méritos apreciables. Apenas apareció en escena ya se pronunció sobre la materia como si conociera la solución para los males de la patria. Y todo sin encomendarse a nadie: ni a expertos en educación, ni a profesores que trabajan el aula día a día. Su iniciativa no fue en dirección tan deseable como la de intentar un pacto educativo para mejorar su calidad y tratar de reducir de ese modo el elevado porcentaje de fracaso escolar que tenemos. Antes bien, arremetió contra la asignatura de Educación para la ciudadanía y en vez de dotar al sistema de mayores recursos aplicó unos durísimos recortes que lo han degradado. Bajó salarios a los profesores, les amplió el horario de trabajo, expulsó a muchos interinos y aumentó la ratio de alumnos por aula. Menos becas y subida de tasas.
Algunas de sus declaraciones han sido sonadas. De las últimas, las realizadas con motivo de la huelga simultánea de educadores, alumnos y padres, en que vino a decir que la extrema izquierda más radical y antisistema estaba detrás, por lo que consideraba insólito que los padres se sumaran a la misma. Esto cuando CEAPA y CONCAPA, ante la crisis económica, demandan ayudas para libros de texto y el pago del comedor escolar. El actual modelo de educación pública y universal -de todos y para todos- es el bien público más valioso que tenemos, pues posibilita una verdadera igualdad de oportunidades a los más desfavorecidos. De aquí su defensa a ultranza frente a intentos de privatización. “Si somos el futuro, ¿por qué nos dais por culo?” clamaba una pancarta estudiantil.
José María Martínez Laseca
(25 de octubre de 2012)

miércoles, 24 de octubre de 2012

Todo fracasa por la gente

Girasoles mustios, membrillos, a salvo de la última granizada, que se doran y el campo todo va poblándose de ocres y amarillos. Caen las hojas lánguidas al suelo, lo que nos mueve a la melancolía, cual poetas románticos. Porque el cambio estacional, y en concreto este otoño, hace sentirse a algunos más apáticos y tristes. Otros lo estábamos por el deterioro de la política, ya que nuestros representantes no hablan claro sobre la dura crisis actual y tratan de embaucarnos usando eufemismos, cuando la realidad es la que es. Evidente perversión de la lengua, que ha de servir para entendernos mejor y no para enredarnos en su palabrería. Por eso, cada vez menos gente los cree y confía en ellos. Ellos, que tendrían que aportar ideas motivadoras y servir para cambiar las cosas, se advierten, en su mediocridad –salvo excepciones-, más como problema que como solución. Los psicólogos recomiendan para los casos de desánimo los tratamientos de psicoterapia, basados en la fototerapia y la luminoterapia, que responden positivamente a tales síntomas. Tratamientos, pues, con luz. Se requiere una mayor transparencia para captar bien cuanto está pasando: que los ricos se desentienden de los pobres.
Nuestro sistema hace posible que se diluyan las responsabilidades. Pasa, por ejemplo, con las acciones preferentes de los bancos, que son estafas legales. Y los políticos -pío, pío que yo no he sido- se lanzan, en su dialéctica cortoplacista, la pelota de la culpa los unos a los otros. Responsables profundos son de cuanto ocurre por aquí: ora por acción, ora por omisión. El alemán H. M. Enzensberger en su poema “Sobre las dificultades de la educación” expresa cierto desencanto sobre esta época y constata que no se puede cambiar la sociedad democrática si sus miembros no están convencidos del cambio. Así, clama, con ironía: “Todo fracasa por la gente (…) / Bueno, si no fuera por la gente / entonces las cosas serían de otra forma. / Si no fuera por la gente / se haría en un santiamén”. Por su parte el chino, reciente Premio Nobel de Literatura, Mo Yan (que significa “No hables”) declaraba: “escribir es la manera más libre y poderosa de expresarme”. Y yo eso lo tengo para mí.
José María Martínez Laseca
(18 de octubre de 2012)

sábado, 13 de octubre de 2012

Mari Cruz Gil Febrel

A veces, personas a las que he citado tangencialmente en mis escritos, me salen al encuentro. Se me aparecen, como fantasmas en pena, reclamándome una mayor atención sobre ellos. Para que los libere de las pesadas cadenas del olvido que arrastran.
Es el caso de María Cruz Gil Febrel, que figuraba ya en mi libro de “Antonio Machado, su paso por Soria” (1984), como alumna de francés del poeta, durante el curso de 1911-1912, en el Instituto General y Técnico, obteniendo sobresaliente con derecho a matrícula de honor. Se trataba, pues, de una alumna brillante que cursó los estudios de magisterio en la Escuela Normal. Su memoria de fin de carrera, dirigida por Luis de Hoyos, versó sobre Numancia. Sabemos que en octubre de 1927 salió nombrada concejala del Ayuntamiento de Soria, siendo una de las mujeres pioneras en el desempeño de este cargo público. Era Inspectora provincial de Primera Enseñanza. Y tenemos noticia de su asistencia a la inauguración oficial de las escuelas de Trébago, el domingo 19 de mayo de 1929 acompañando a Gervasio Manrique, entonces Inspector Jefe. La Orden Ministerial de 25 de abril de 1934 la pensionó, por tres meses, para estudiar pedagogía en Francia, Bélgica y Suiza. Respaldó a la Segunda República en su proyecto de cultura y trabajo como factor de progreso de los pueblos y ocupó la Jefatura de la Inspección de Enseñanza Primaria. Lo pagó caro, ya que resultó depurada y suspendida de empleo y sueldo por el régimen franquista.
Yo le puse rostro cuando la vi, sentada junto a los alumnos, en la fotografía del homenaje popular que Soria tributó a Machado en la plazuela de San Saturio el 5 de octubre de 1932, entregándosele el título de hijo adoptivo de la ciudad. Es la primera por la izquierda. Su compromiso social la llevó a remarcar la importancia de las clases complementarias para adultas como medio de adelanto del agro. Y esa preocupación suya por procurar el acceso de las mujeres a la educación como eje fundamental para su promoción y participación social, merece el mayor de mis reconocimientos. Ya podría el Ayuntamiento de Soria dedicar una calle a su memoria. Otros hombres, con mucho menos mérito que ella, la tienen.
José María Martínez Laseca
(11 de octubre de 2012)

Generales presupuestos 2013

Veranillo de San Miguel. Los chopos del río tiñen sus hojas de amarillo y proclaman la llegada del otoño. Soria celebra las fiestas del patrón San Saturio, su vecino primero: anacoreta en la cueva de la sierra de Peñalba -que huyó del mundanal ruido buscándose a si mismo o, cual advierte la alegoría de la caverna de Platón, sabedor de cómo con el conocimiento podemos captar la existencia de los dos mundos: el sensible (sugerido por los sentidos) y el inteligible (alcanzable por la razón)-, donde ahora queda su ermita, tan visitada, colgada de los riscos.
En esas andábamos cuando nos llegan inexorables los Presupuestos Generales del Estado, frustrando nuestras expectativas de futuro provincial, originando cabreo y malestar, puesto que, visto lo visto, no gustan a nadie. Siempre que pasa igual, ocurre lo mismo. Con razón se dice que el presupuesto es el núcleo duro de la política, porque en sus cifras se reflejan las contradicciones y las ambiciones de la sociedad y contra esas cifras se estrellan, más pronto que tarde, toda la retórica y todas las falacias electorales y esto pasa con el proyecto de presupuestos del PP. Si casi siempre nos centramos en las infraestructuras, vemos como la A-15 hasta Medinaceli, con una partida de 140.000 euros, no es sino pura calderilla para el tramo Almazán-Sauquillo: la historia interminable. De la A-11 o Autovía del Duero, tan cacareada por los peperos, ni pío. El tren en vía muerta. Otros proyectos clave para la capital: hospital, depuradora, centro de fotografía, Ciedad, peatonalización, márgenes, centro de día, poco o nada. Algo sí, cómo no, para la macrocárcel. La Angulo los mira desde su ángulo. El Alcalde, en su pataleo, dice que montará un “frente rojillo” y que reclamará al maestro armero, es decir a Posada. ¡Qué tiempos aquellos en los que las prioridades presupuestarias se centraban en las políticas de solidaridad: educación, sanidad y servicios sociales, frente a las actuales de trágala: ajuste y recortes brutales, que no generan actividad alguna!
En Soria es donde más crece el paro de toda Castilla y León: un 5,28 %, sumando ya 6.096 desempleados. Hasta aquí, de lo presupuestado. Veremos lo ejecutado.
José María Martínez Laseca
(4 de octubre de 2012)

domingo, 30 de septiembre de 2012

Joaquín Sorolla y Soria

Se cumplen 100 años de la presencia en Soria del prolífico pintor Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia, 27-2-1863 - Cercedilla (Madrid), 10-8-923). Aquel artista tan solicitado por su evangelio de luz la soltura de pincel y suntuosidad de colorido. Octubre de 1912. En la cumbre de su fama. La primicia la daba Aurelio Rioja (de Pablo), desde las páginas de “Noticiero de Soria” (2-X-1912, p. 2) en estos términos: “Sorolla, el gran maestro, el pintor de la luz solar, de esos sencillos y rudos tipos que trabajan o descansan bajo la ardiente caricia del astro rey, estaba para llegar de un momento a otro”. Era el día 1, víspera de las fiestas de San Saturio. Vino de Madrid, en coche, con su discípulo José Benlliure, y se hospedó en el Hotel Comercio (Pza. Aguirre, 3).
El cronista Rioja -fotógrafo, que lo captó en varias instantáneas, una de ellas pintando en un gran lienzo, en el Mirón, a cinco “Tipos de Soria”- nos daba todas las claves. Se preguntaba por el motivo del viaje y se respondía: “¡Acaso lo detendrá este rinconcillo de Castilla, donde lloran y cantan su grandeza campos, ruinas y ásperas vestiduras!” “Sorolla -añadía- viene a por nuestros campesinos a pintar sus capas, sus dalmáticas, sus andarinas, nuestro terruño, a visitar nuestros claustros, nuestro Museo Numantino, nuestras añosas joyas que le interesan ya por referencia, antes de haberlas visitado”.
Hasta 1910, Sorolla pintó paisajes y escenas costumbristas por puro capricho. Luego recibió encargo de Archer Milton Huntington para decorar la Hispanic Society of America de Nueva York, lo que le trajo hasta aquí. La edición en ese mismo año de “Campos de Castilla” de A. Machado, que había puesto a Soria (su paisaje y su paisanaje) en el mapa cultural de España, tal vez le impulsara a venir. Intelectuales y artistas hacían de la reflexión sobre la identidad nacional uno de los principales motivos de creación. Así Sorolla, dominador de su oficio, se planteó dar una visión completa y le salió una visión folklórica. Sin embargo, frente a la España negra, que otros -como Zuloaga, Solana o Romero de Torres- pintaron, Joaquín Sorolla plasma unos cuadros soleados, repletos de matices lumínicos y franca alegría humana.
josé María Martínez Laseca
(27 de septiembre de 2012)

El río de la vida

Mientras los banqueros cuentan beneficios y los políticos sus votos; el Antonino, “el Mocha” y yo conversamos desde el pensamiento crítico, tan necesario, paseando por las márgenes del Duero, que asemeja en su fluir a nuestras vidas, cual poetizó Jorge Manrique. Ahora, casi seco, muestra las vergüenzas de su vientre. Clara metáfora de la crisis actual, causada por las corrupciones del sistema capitalista. Con la avaricia en su centro, como el carro del cuadro de El Bosco, al que muchos se acercan. La avaricia es el efecto de la codicia insaciable de unos pocos, para quedárselo todo, lo que supone siempre quitárselo al prójimo.
-Estoy esperando a que me detenga la policía -soltó, irónico, “el Mocha” de sopetón- para que me lea mis derechos. A ver si todavía me queda alguno.
-Es la avaricia de los mercados todopoderosos. El capitalismo se derrumba y quieren apuntalarlo recortando las conquistas sociales -añadí yo-. En áreas de protección al paro, servicios públicos y condiciones salariales y laborales de los empleados públicos. A más, la última reforma laboral y las medidas fiscales regresivas. Bajan impuestos a los ricos y se los suben a los pobres. Sin equidad no hay justicia. Tanta austeridad genera depresión económica y desmoralización, ya que el drama radica en que se ha roto la idea de progreso, de avanzar. Hay que reaccionar y protestar por dignidad cívica.
-Si que es cierto que se observa un cierto amodorramiento ciudadano -cerró el Antonino- causado por la anestesia televisiva y el pánico paralizante de que lo peor está por llegar. Si no se puede culpar a nadie del horror actual, estos políticos son el problema y no la solución, se piensa. De ahí la desconfianza en la política, el desafecto con las autonomías y el europesimismo. Algo habrá que hacer para la regeneración democrática. Y si queremos salir del agujero en que estamos será imprescindible emprender e invertir en inventar (I+D+i+e) ya que el verdadero patrimonio de un país se encuentra en el talento de sus gentes.
(Días estos, en que mañanas y tardes se igualan como en una segunda primavera. Erizos, lirones, rosas…, confundidos, quieren ser más. Berrean los ciervos). Réquiem por Carrillo.
josé María Martínez Laseca
(20 de septiembre de 2012)

lunes, 17 de septiembre de 2012

Volvemos en septiembre

Septiembre se resiste a abandonar el cálido verano. Volvemos a la rutina cotidiana. Yo paseo, solo, por la orilla de un Duero irreconocible, de tan capitidisminuido. Toda su cuenca queda en alerta por sequía, desde el embalse de la Cuerda del Pozo, hasta la frontera de Portugal, incumpliéndose el Convenio de Albufeira de 3.500 hectómetros cúbicos anuales. En tributo a Magín Blanco, suena en mis auriculares: “Gotas de lluvia bajan por los cristales, / todas redondas y todas iguales, / gotas de lluvia vuelven a caer / sobre los campos una y otra vez.” Se agradecen los algarazos refrescantes, aunque me obliguen a abrir mi paraguas camino de San Saturio. Saltan algunas truchas a mi paso. Un pescador con sus rateles intenta capturar los cangrejos señal. Brunas babosas tiñen la zahorra del camino encharcado. Hay árboles tumbados por el viento.
Emergen los recuerdos en torno al 11-S. En Chile (1973) con el golpe de estado contra Allende: “de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”. En Nueva York (2001), por el atentado terrorista contra sus Torres Gemelas. En Japón (2011) con el tsunami y el cataclismo radiactivo. Mucho tiene de negro este septiembre, así adjetivado por el secuestro y asesinato a 11 atletas de Israel en los Juegos Olímpicos de Munich, 1972.
Converso con el hombre que siempre va conmigo. Sobre las necesidades esenciales de la vida, sobre la economía del bien común: más colaboración y compartir más, frente al egoísmo individualista y la competitividad que nos han conducido a este desastre. Comienza el curso escolar y los heraldos negros vocearán su mensaje elitista de crear grupos de excelencia en los centros ¿Por qué no se desea este tipo de educación para todos? Siempre hubo clases. Las otras, las impartiremos menos profesores, con mayor carga lectiva, y más alumnos por aula. Muchos compañeros interinos se quedan tirados en la cuneta. Habla mudito Rajoy en TVE y demuestra no conocer la realidad que él mismo gobierna. Si sabe, no contesta. A mi paso, una ardilla exhibe su agilidad circense y se pierde entre las ramas más altas de un chopo.
José María Martínez Laseca
(13 de septiembre de 2012)

Emigración juvenil

Aquella mañana de finales de agosto, el abuelo Tomás abrazó con fuerza a Rebeca -su nieta mayor, veinticincoañera e ingeniera- y la colmó de besos, deseándole lo mejor. Se había acercado a su casa para despedirse de él y de la abuela Lucía, ya que esa tarde partía hacia Alemania, junto con otros compañeros de promoción. Demostró una gran entereza durante el encuentro, pero apenas ella abandonó la sala de estar y se quedó a solas con su esposa, no pudo, por más tiempo, reprimir sus lágrimas ya que saltaron la presa de contención e inundaron torrencialmente sus mejillas.
-Está maldita crisis económica se está cebando especialmente con nuestros jóvenes -le dijo Tomás sollozando a su mujer. La mitad se encuentran desempleados, muchos de ellos condenados a sobrevivir a costa de sus padres y eso pese a que se trata de la generación mejor preparada de nuestra historia. (Del subconsciente le emergieron aquellos tristes recuerdos de los años 60 del siglo pasado -todavía con el dictador Franco al mando, y previos al desarrollismo-, cuando España y Alemania firmaron el convenio que permitió emigrar a más de medio millón de españoles hasta 1973. Cómo iba a olvidarlo si su hermano mayor, Manuel, también fue en aquella remesa, a hacer precisamente el trabajo que los alemanes no querían para sí).
-¡No les queda otro remedio! -le respondió Lucía adivinándole el pensamiento. Tienen que partir en busca de unas oportunidades que aquí se les niegan. Además la cosa esa de la recesión parece que va para largo. Allá al menos podrán validar su formación y adquirir experiencia en lo suyo. Lo duro de esta crisis está obligando a que no solo salgan los extranjeros que llegaron aquí hasta 2007 con la bonanza económica y la burbuja inmobiliaria, sino que está expulsando a lo mejorcito de lo nuestro.
-¡Quién nos lo iba a decir -incidió el abuelo- que España que había pasado a ser un país de acogida iba a volver de nuevo a las andadas! Malos cimientos tenemos cuando todo se derrumba de este modo.
-Rajoy -sentenció la abuela- está dejando en la cuneta lo mejor que tiene: la juventud. Y el porvenir de España, de Castilla y León, y de Soria, de su juventud depende.
José María Martínez Laseca
(6 de septiembre de 2012)

domingo, 2 de septiembre de 2012

Fin de fiesta y siesta

Agosto cierra un verano de fuego, sed y sudor. De jolgorio a raudales por los pueblos (juventud, divino tesoro…). Con su traca final culmina un ciclo de nuestra historia inmediata, vivido por encima de nuestras posibilidades, según dicen los especuladores de la burbuja inmobiliaria, y nos veremos por ello arrojados del paraíso del Estado de Bienestar. Señales ha habido, acaso desapercibidas para incrédulos. Citaré tres recientes. Una de calado religioso: la muerte, el día 17, de Amparo Cuevas, la "vidente" a la que supuestamente, en 1981, se le apareció la Virgen en Prado Nuevo del Escorial, y que tuvo conocidos seguidores sorianos. Otra, mediática, que ha interesado a más de 160 países: el tuneado de una pintura mural del “Ecce Homo” del santuario de Nuestra Señora de la Misericordia de Borja, por la voluntariosa anciana y feligresa Cecilia Giménez. Que para sí la quisieran el Patronato de Turismo Provincial con su “Soria, ni te la imaginas” o la Concejalía capitalina con su Soria: “Pura Vida”, plagiado de Costa Rica, ya que no rompen la barrera del sonido. Y la tercera de alcance político: con el parlamentario y concejal del PP de Orense, Guillermo Collarte, declarando que con sus 5.100 euros mensuales las pasa canutas -Esperanza Aguirre tampoco llega con su sueldo a fin de mes- y que el papel de diputado lleva mucho de ser bien mandado, limitándose a levantar la mano. Ya Spengler escribió “La decadencia de Occidente”, que los libros clásicos se recomiendan sin haber sido leídos como decía Oscar Wilde.
Septiembre inicia el curso político. Pende sobre nuestras cabezas la espada de Damocles de un rescate para España y la indolencia de Rajoy nos hace temer lo peor. Galicia se suma a Euskadi y adelanta elecciones al 21 de octubre. Montoro sube el IVA, la Mato suprime la tarjeta sanitaria a emigrantes tras aplicarnos el copago, Wert nos regresa al futuro de “los niños con los niños y las niñas con las niñas” y nuestra señora de Fátima cuestiona los 400 euros del Plan Prepara a los parados, dándoles lecciones de esfuerzo y de moral. Siempre pagan justos por pecadores. A los parias nos queda la protesta: sin ella no hay democracia que valga.
José María Martínez Laseca
(30 de agosto de 2012)

miércoles, 29 de agosto de 2012

De Almajano, mi pueblo

Gracias a la historiadora Concepción Camarero Bullón encuentro datos sobre mi pueblo natal del Catastro de Ensenada (1749-1756), con Ignacio Bermúdez de Castro y Merino de intendente en Soria. Sobre Almajano (1750), se dice en la síntesis que es realengo, que todos los tributos son para el rey, que el término es pequeño, que hay las consabidas tierras de secano, regadío y pastos, y que siembran con un año de intermedio. Que hay abundantes frutales y parras en las huertas, así como sauces, álamos y olmos a orillas del río y de las acequias. Que miden en yugadas (3.200 varas castellanas), y que el término contiene 4.787. Que cosechan trigo (17 rv), trigo centenoso o común (14 rv), cebada (10), avena (6,5), yeros (13), guijas (18), alberjones (17,5), lentejas (18), lino (30 rv la arroba), cáñamo (22 rv la arroba) y yerba (2,5 rv la carga). Añade que los frutos pagan diezmo, primicia y tercio-diezmo, que hay un molino harinero con dos ruedas pero que no muele por estar rota la presa, da el detalle del ganado y colmenas y da cuenta de los vecinos, que son 70, siendo las casas 82. Que pagan 224 reales de servicio ordinario y extraordinario (algo más de 3 por vecino), y que la población cuenta con taberna, mesón, panadería y carnicería (abierta ésta solo en verano), así como con médico, boticario, cirujano y escribano. Que los labradores son 55 y 7 los jornaleros. Y los clérigos, tres.
En los reparos, Puertonuevo destaca la perfección con que todo está evacuado, pues figura cada tierra con el número de árboles en ella, incluso cuando sólo tenían uno. Y sabedor de la importancia de las merinas en tierras sorianas, se fija especialmente en ese punto, y advierte que en las respuestas se dice que tres vecinos poseen, respectivamente, 2.300, 1.699 y 1.327 cabezas, pero que en los folios 415, 457 vuelto y 516 aparecen otros valores, aunque próximos. Se previene por ello al intendente para que averigüe todo lo referido a cabañas que van a pastar fuera, puesto que son ramo de mucha entidad en esa provincia el de cabañas, vaquerías, yeguadas y demás ganados sueltos, extremando su diligencia. La especial atención a los ganados lanares le dio notoriedad.
José María Martínez Laseca
(23 de agosto de 2012)

¿Soria gastronómica?

Comer varias veces al día -algo que se está poniendo crudo- es, como el respirar, imprescindible para sobrevivir, pero también se encuentra entre lo menos llamativo. Para poner en valor esos platos de comida diarios, está la gastronomía, cada vez más notoria en la cultura identitaria de cada lugar y en su oferta turística. La literatura sobre el oficio de la gran paciencia del cocinar es tan antigua como la cocina misma. Ya el griego Ateneo, en el siglo III, dio cuenta de los conocimientos y los “chismes” de la Antigüedad sobre, entre otros temas, la gastronomía y los gastrónomos. De entonces a acá abundan biblias de todo tipo -con los cocineros de estrellas televisivas- sobre los placeres del paladar. Es significativo, quizá, que “saber” derive etimológicamente de “sabor”: si saborear es saber, resulta urgente entonces aumentar nuestras competencias en este dominio. Así descubriremos a la vez lo que comemos y lo que somos.
Entre los alimentos de especial demanda por los consumidores están las marcas de calidad y de denominación de origen. En este contexto cabe ubicar Soria Gastronómica (SG), que convierte a nuestra ciudad en la capital del reino Fungi, dada la importancia de los productos micológicos sorianos entre los que destaca, por su especial aroma, su preciada trufa negra. Esta bienal la organiza la Junta de Castilla y León, contando con la colaboración de Madrid Fusión, que garantiza la presencia de los mejores cocineros. En octubre será su tercera edición y han surgido problemas a causa de los recortes, los mismos que cerraron el Centro de Investigación Forestal de Valonsadero, tan implicado en la gestión del recurso micológico para el desarrollo local.
SG es una magnífica oportunidad de divulgación por los ponentes de sus investigaciones culinarias en torno a las setas y los hongos. Pero pudiera peligrar si se ve privada de esa investigación. Lo dijo Brillat Savarin a los gastrónomos del mundo: “laborad por el bien de las ciencias: digerid en vuestro particular interés; y si, en el curso de vuestros trabajos, realizáis algún descubrimiento importante, tened la bondad de dedicárselo al más humilde de vuestros servidores”.
José María Martínez Laseca
(16 de agosto de 2012)

domingo, 12 de agosto de 2012

La Cuenca: ¡hay que verla!

Si el viajero, que va al volante por la carretera nacional 122 de Soria a El Burgo de Osma, no se distrae y coge a tiempo un desvío a mano derecha, podrá allegarse a la pequeña localidad de La Cuenca, acurrucada al lado sur de la Sierra de Cabrejas, junto al río Milanos y rodeada de verdosos sabinares. Al pasear por sus calles descubrirá uno de los conjuntos de arquitectura popular más armónicos y cuidados de toda la provincia de Soria. Con sus casas -construidas en piedra de mampostería y adobe, con entramados de madera- propias del siglo XVIII, y de las que sobresalen sus chimeneas cónicas, tan características de la comarca de pinares.
Como otras poblaciones agrícolas y ganaderas del altiplano numantino, con el desarrollismo y la llegada del tractor y la televisión, La Cuenca sufrió la terrible sangría de la despoblación. Sus gentes de tierra firme, penando el purgatorio de una economía de mera subsistencia se vieron atraídas por los cantos de sirena que les anunciaban el nuevo paraíso y partieron emigrantes. Tal vez hacia el infierno de las grandes ciudades, quedándose su pueblo prácticamente vacío allá por los 80. De aquí que, en la actualidad, deba decirse que al lugar de La Cuenca lo mantiene de pie, sobre todo en verano, el curioso fenómeno de segunda residencia. Por esto se ve repoblado con gentes procedentes de diversos lugares.
Ahora bien, lejos de ser un problema, el mestizaje o mezcolanza de gentes heterogéneas, se asienta sobre uno de los cimientos de relación esenciales como es el de la convivencia, siendo partícipes de una ilusión común. La empatía irradiada les permite mayor entendimiento, partiendo siempre de la comunicación y del debido respeto que se da entre ellos. Todo esto ha fermentado en algo tan importante como es la amistad, creándose de este modo la Asociación de Amigos de La Cuenca, que junta hasta más de doscientos asociados. Entre sus cometidos, dinamizar la rutina cotidiana mediante la organización de actividades culturales y sociales y la sensibilización por mantener vivo el caudal de la memoria compartida.
A pesar de la crisis económica y de los muchos trasquilones de sus tijeretazos, a pesar de la estresante competitividad, la desmesurada ambición y el egoismo, a pesar del “padre padrone” que constituye el dinero en nuestra civilización capitalista, que tiene al círculo vicioso del consumo por su industria principal, otros modos de vida son posibles en nuestro día a día. Alejados del mundanal ruido y basados en estímulos como la generosidad, la cooperación y la solidaridad. Por esto es por lo que deberíamos apostar decididamente, ya que, sin duda, resultan mucho más gratificantes y propicios a nuestra humana felicidad.
Al rememorar “Mi pregón para La Cuenca”, todas estas reflexiones han venido a mi mente -agolpadas como esos ocetes que revolotean en torno al campanario de la iglesia-, de una manera sincera y sentida, con el sumo agrado de aquella visita efectuada en el año 1994. De aquí que yo recomiende la visita a este hermoso lugar de La Cuenca. El único riesgo que correrá el viajero que se aparte de su ruta para verla es que se sienta seducido por sus muchos encantos y su paz y decida quedarse a vivir en ella para siempre.
José María Martínez Laseca
(11 de agosto de 2012)

Rutilante Marilyn Monroe

Se cumplen 50 años del óbito de Marilyn Monroe (MM), actriz, icono y mito erótico donde los haya. El día 5 de agosto de 1962, MM apareció cadáver en su domicilio de Brentwood. Un sargento de policía, que estaba de guardia, fue el primero en llegar al lugar del suceso. Había algo raro en lo que observó: orden sí, ya que su ama de llaves quiso dejar aquello presentable, un frasco de pastillas vacío sobre la mesita de noche…; mas, su cuerpo bocabajo y el teléfono cerca de su mano. “Esto no es un suicidio”, pensó para sí. El forense certificó el deceso por la ingestión de somníferos. MM no era una cualquiera, coqueteó con el poder y acaso, por sus relaciones de alcoba, supiera algún secreto de Estado. Su finiquito está por aclarar. Un misterio en el que se adentra José Cabrera con el libro 'CSI: Marilyn (caso abierto)'.
Norma Jeane era su nombre original. Ahora cumpliría 86 años. Nació el 1 de junio de 1926 en Los Ángeles. Fue fruto casual de la relación de su madre con un panadero ambulante, al que nunca conoció. Si la infancia es el patio donde se juega el resto de nuestras vidas; tanto la suya, como su adolescencia, fueron desgraciadas: con desafectos y abandonos. Pasó por hogares de acogida, y sufrió abusos sexuales. De ahí que siempre buscara aquel cariño y amor que sus padres le negaron. Hasta tres veces contrajo matrimonio: con su vecino James Dougherty, con el jugador de béisbol Joe Dimmago y con el dramaturgo Arthur Miller, aunque su romance más sonado lo tuvo con JFK, el presidente de los Estados Unidos.
Aquella mujer rubia platino, de cara angelical, labios carnosos y curvas voluptuosas, tras aparecer en películas como 'Eva al desnudo', daría el salto decisivo a la fama con el estreno de 'Niágara', en 1953. Después vendrían 'Los caballeros las prefieren rubias', 'Con faldas y a lo loco', etc. Pero la industria de Hollywood la convirtió en objeto de deseo (todos hemos querido ser amados por ella), lo que la condujo a depresiones, drogas y alcohol. Juguete roto. Su muerte en pleno éxito, con 36 años, no hizo sino acrecentar su leyenda de diosa incandescente de la seducción. Todo lo bello cura.
José María Martínez Laseca
(9 de agosto de 2012)

martes, 7 de agosto de 2012

Wert nos vino a ver

El Ministro de Educación, José Ignacio Wert visitó la semana pasada El Burgo de Osma, que es la catedral del buen comer. Supe por la prensa que al cónclave “informal”, en el IES Santa Catalina, asistieron, además de su cúpula, inspectores y varios profesores escogidos de la provincia. El PSOE criticó que el Ministro no viniera con un pan bajo el brazo como siempre pedía Fraga. Busqué las conclusiones: alabanzas de una parte: Soria es la gloria de España (lo dice el informe PISA) y encantados por la otra, pese a decir el ínclito: no soy un rey mago. ¡Cuán lejos -pensé- del sentido crítico que debiéramos inculcar en nuestros educandos!
La clave de la educación es la formación de personas íntegras que indaguen sobre sí mismas y sobre el mundo en que viven. Que les permita descubrir y desarrollar habilidades intelectuales, artísticas, emocionales y sociales y así poder elegir su propio futuro individual y construir solidariamente su futuro colectivo. Con la educación no se juega, dice mi amigo Felipe, y mucho menos para hacer negocio, añado yo. Es un derecho y el Estado debiera garantizar una educación de calidad para todos. ¿Lo hace? Sobre EEMM, FP y Universidad, se han aprobado 12 Leyes Orgánicas en España. De la LGE de 1970 -pasando por la LOPCE, 1976; LODE, 1985; LOGSE, 1990; LOPEG, 1995; LOCE, 2002; LOE, 2006- a la LEA de 2007 son 8, en Medias, y con la anunciada LOMCE, 9. Sopa de letras y líos de leyes que quiso subsanar Ángel Gabilondo con el Pacto Educativo que frustró la oposición. Ahora, Rajoy se ampara en los buenos propósitos de mejora: eliminar el fracaso escolar, reforzar la FP… para acometer su contrarreforma ideológica. De lo polémico que se nos propone: establecer itinerarios hacia el bachillerato o la FP, tras 3º de la ESO y más controles externos o reválidas.
Predican la excelencia educativa frente al desastre actual, según ellos, pero maltratan a los profesores -en dignidad, salarios y horarios- hinchan tasas a las familias, bajan becas y vampirizan la escuela pública, lo que incidirá en contra de la calidad y equidad del sistema educativo español. ¿Pretenden devolvernos al elitismo educativo de los años 60?
José María Martínez Laseca
(2 de agosto de 2012)


lunes, 30 de julio de 2012

La sempiterna trashumancia

La migración estacional con los rebaños de ovejas para acceder a mejores pastos repuebla de ecos las tierras altas de Soria. “Ya se van los pastores a Extremadura, / ya se queda la sierra triste y oscura”, entona la canción. Cuestión de supervivencia. Y, por aquello del trasiego, porque nos gusta viajar por los caminos; de tanto ir y volver, acaso muchos de nosotros nos veamos reflejados en aquel proceder. Cual Ulises, en su Odisea, de regreso a Ítaca. Como en el mito del eterno retorno.
Este frontispicio justifica que nuestro paisano escultor, Eduardo Mazariegos (Soria, 1952), dedique su original exposición a “La nueva trashumancia”. Lo hace en época estival, cuando todos somos trashumantes-veraneantes. Puede verse en el escaparate e interior de Monreal, El Collado, 32. Son obras de pequeño formato, que conviven con las joyas del establecimiento animando el cotarro. Así, tras el cristal, pueden verse: un dragón chino; una geisha; a Josefa y Ana; a dos sorianos que se fueron a Bilbao; una pájara pinta; la velocidad (dual): a la Tetuanera o Jurada -que estuvo en el Teatro Español y en el Centro Cultural Dulcinea-; a Machado y Leonor -tan del agrado del director artístico de cine Gil Parrondo-; a una trashumante gitana y folklórica; a una mujer y al hombre olímpico; a Olga, trashumante pelirroja; a Esmeralda; a otra trashumante perdida y a Jaime. Ya dentro de la tienda, se encuentran, entre otros, un guerrero numantino y el Unicornio del Talo. Están hechas en piedra, bronce, estuco y madera policromada, puesto que el dominio por Mazariegos de las diferentes técnicas se lo posibilita.
Sobre estos tiempos de tanta precariedad -de economía financiera y de crisis generalizada- el arte permanecerá. Y la misión del artista recobra su sentido redentor, al asear el ambiente con su creatividad. Conviene no olvidarlo, porque el territorio de todo creador radica en la frontera, buscando el equilibrio entre la pasión y la armonía. Acudan, pues, ustedes, las gentes trashumantes, a contemplar la exhibición escultórica de Mazariegos y saquen sus propias conclusiones: las de todo curioso y reflexivo espectador.
José María Martínez Laseca
(26 de julio de 2012)

domingo, 22 de julio de 2012

De "La Barraca" de Lorca

Leí aquella nota contable y mi rostro esbozó una amplia sonrisa por el hallazgo. No hay mayor emoción para el intelecto humano que la producida por una actividad investigadora o creativa, pensé. Aprender es cambiar para bien nuestro cerebro, decía Cajal. Aquello para mí era un auténtico tesoro, y lo releí en voz alta para saborearlo: Orden de pago de 25 de agosto de 1932, 315,18 pts., importe de “todos los gastos causados por los individuos de la Universidad Central que con el Teatro Universitario “La Barraca”, recientemente creado por el Ministerio de Instrucción Pública, recorren España y dieron una función teatral en esta localidad en la noche del día 10 de julio”.
Mi curiosidad siguió nutriéndose al ver el desglose de los tres recibos que le acompañaban. UNO: “Al Hotel Pinilla, en la Plaza Mayor 19, de 17 pensiones, 153 pts.; un cubierto ,4 pts.; 18 platos extraordinarios de jamón, 18 pts; una botella de Vichy, 3 pts.; un telefonema a Barcelona, 0,75 pts. y por otro concepto ilegible 8,95 pts.”. DOS: “A la pensión Lafuente, en la Calle Universidad 17, por 12 pensiones completas de los individuos de La Barraca, 108 pts.; cuatro cervezas, 4,10 pts.; una botella de agua de litines, 2 pts.; ocho vasos de leche, 4,80 pts.; nueve cafés y nueve copas de coñac, 6,30 pts. y ocho bocadillos de jamón, 8 pts. TRES: A Fortunato Sanz y Pedro Abajo Tapia, 39 pts. de cinco docenas de cervezas para los individuos de La Barraca. Era la contrapartida al espectáculo teatral público y gratuito. Hice la suma y no cuadraba. Me pregunté dónde se alojaron las actrices.
Se trataba de un hecho de índole nacional: la función inaugural del grupo de teatro itinerante “La Barraca, acontecida en la villa de El Burgo de Osma, el domingo 10 de julio de 1932. En plena plaza mayor representaron dos entremeses de Cervantes y otro de su escuela. Memorable, como nos recordó el poeta Jorge Guillén que la presenció. Y aquella noche estrellada brilló, una vez más, el genial Federico García Lorca, como luna llena. Aquel a quien los chicos y chicas de la compañía idolatraban como a un dios vestido de mecánico.
José María Martínez Laseca
(19 de julio de 2012)

Soria: orígenes fundacionales y un poco de historia

Soria, “ciudad castellana, tan bella bajo la luna” como le cantara el gran poeta Antonio Machado, está situada en el altiplano de la meseta norte, a 1.056 m. sobre el nivel del mar. Su vistoso caserío se asienta a lo largo del Collado, o eje abierto entre sus dos cerros fronteros del Mirón y del Castillo, para expandirse, extramuros, hacia el oeste con forma de raqueta. Soria está allí, por donde traza el río Duero su curva de ballesta. Precisamente, sus orígenes fundacionales arrancan de ese vado, que después fue viaducto de acceso a su recinto murado y que se llamó puente de Navarra, con hasta catorce ojos, que ahora son ocho, por donde fluye el agua de la vida y del tiempo.
La primera vez que se la nombra, en el año 868, es mora; en rebeldía frente a los emiratos cordobeses. Sin embargo, sería durante la Reconquista cuando se la disputaran navarros, aragoneses y castellanos hasta que Alfonso VII, en 1134, la ocupó definitivamente. Debido a la lealtad demostrada al rey Alfonso VIII, cuya cabeza figura en su escudo sobre el castillo que lo custodió, saldría muy favorecida con privilegios y fuero propio. Esto explica que el primer gran núcleo monumental de Soria lo constituyan sus numerosos templos románicos del siglo XII. Fue el rey Alfonso X el Sabio quien le otorgó un nuevo fuero y el título de ciudad, en 1266. Su enclave estratégico en la frontera con Aragón hace de la ciudad centro de luchas políticas, de cortes y bodas reales. Son siglos medievales en los que Soria se engrandece razonablemente con sus instituciones de municipalidad entre las que destaca la de sus Doce Linajes.
Esencialmente agrícola y ganadera, la “Soria pura, cabeza de Estremadura” como reza su leyenda, mantuvo su importancia durante el siglo XVI gracias al auge del Real Concejo de la Mesta, lo que también dejó una impronta arquitectónica plasmada en casonas nobiliarias y palacios. Empero, sufriría un duro golpe con la expulsión de los judíos, lo que acrecentó notoriamente su decadencia económica, con el consiguiente descenso de su población. A finales del XVII contaba con 5.000 almas, pero su mala suerte continuó con la Guerra de la Independencia, viendo incendiado su arrabal y destruidos su muralla y su castillo. A partir del siglo XIX, Soria iniciará su lenta recuperación, alcanzando a inicios del XX los 7.000 habitantes, para convertirse en una ciudad fundamentalmente de prestación de servicios como capital de provincia. Por ello siguió succionando la población de su ámbito rural hasta alcanzar los casi 40.000 vecinos empadronados en la actualidad.
Pese a todo, Soria, con una configuración urbana y monumental marcada por su larga trayectoria histórica, sigue siendo hoy en día una ciudad bonita, pequeña y recoleta, fácil de conocerla recorriéndola a pie. Paradójicamente, continúa dándole su espalda al padre Duero.
José María Martínez Laseca
(16 de julio de 2012)

domingo, 15 de julio de 2012

Aceite de ricino y pelo al cero

Los durísimos recortes anunciados el pasado miércoles, día 11 de julio, por Rajoy en su comparecencia ante el Pleno del Congreso de los Diputados, y calificados por él mismo como de inevitables -“haciendo lo que hay que hacer”-, tienen, sin duda. un marcado componente ideológico ultraliberal, de alevosía y premeditación en su alcance final, por lo que entiendo que es necesario desenmascararlo y ponerlo a las claras para aviso de caminantes, pues bien pudieran ser únicamente la punta del iceberg.
Así, el reparto de cargas que se establecen para reducir el déficit no recae, de modo justo y equitativo, sobre el conjunto de la población, sino que se ceba directamente sobre la clase media, a la que deja estrangulada, siendo inmisericorde con la clase trabajadora, ya que resulta la más trágicamente perjudicada. Para nada se ven afectadas las grandes fortunas, ni quienes logran beneficios a costa de esta asfixiante crisis, ya que mantienen sus privilegios de siempre. Muy cruel e inmoral resultó la justificación que empleó Rajoy con el descenso de las prestaciones a los parados, al decir que pretendía con ello motivarlos más para que buscaran empleo.
Los trabajadores, según ellos, son indolentes por naturaleza, máxime los funcionarios a los que vienen demonizando continuamente y utilizándolos como chivo expiatorio de todas sus tropelías. Piensan como la madre de la Chelito cuando decía aquello de que “todos los que no tienen dinero, son unos sinvergüenzas”. Vagos, nos llamó Esperanza Aguirre a los profesores, mostrando su garra de fiera ultraliberal, algo que se ha podido apreciar igualmente en sus otras declaraciones posteriores, lanzadas a modo de globos sonda para otear el horizonte. De esta forma, cuanto venía anunciando el heraldo negro del PP iba tomando cuerpo después.
A pesar de la ceremonia de la confusión que vienen creando al enturbiar las cosas, no todo son puestos vitalicios en el caso de los empleados públicos, ya que se dan también los laborales e interinos, ni tampoco es oro todo lo que reluce, puesto que no todos los sueldos son elevados, al existir muchos mileuristas que se las ven y se las desean para llegar a fin de mes. Y todavía, mucho peor lo tendrán ahora, con la subida del IVA y otras tasas e impuestos, etc. y con la supresión de una parte importante de su salarios, lo que se pretende camuflar para amortizar el desgaste como una “paga extraordinaria” -la de Navidad, en este caso- cuando, en realidad no es tal, al formar parte inequívoca del contrato laboral que se reparte en catorce pagas y no constituir ningún otro tipo de asignación graciosa o discrecional.
La ministra italiana de trabajo que anunció en su día un duro plan de ajuste para su país, rompió a llorar al hacerlo, sabedora del sufrimiento que eso iba a suponer para su pueblo. Aquí, mientras su puesta en escena por Rajoy ante los Diputados del Congreso, la bancada popular lo jaleaba, impasible. Sin duda que son medidas éstas muy negativas, que incidirán más aún en el creciente malestar de la ciudadanía, por entender que lo que se busca en última instancia es la demolición del Estado de Bienestar. Todo para hacer negocio, por dinero, transformando los derechos conquistados, -como la sanidad, la educación y pensiones públicas, junto a otros servicios sociales- en meras mercancías, retornándonos a anos pasados, a un estado casi tercermundista de beneficencia. Como rezaba aquel famoso epigrama que quedó impreso en mármol: “El señor don Juan de Robres / con caridad sin igual / creó este santo hospital / y también hizo los pobres”.
Ya sabemos que tanto el Presidente del BCE (Banco Central Europeo) como el responsable del FMI (Fondo Monetario Internacional) se han apresurado en felicitar a Mariano Rajoy por ir, según dicen, en la buena dirección y que no es otra que la que ellos mismos le habían marcado con antelación. Aquí, mientras tanto, los banqueros responsables, que han introducido productos tóxicos y propiciado el estallido de la burbuja inmobiliaria, se van de rositas con indemnizaciones millonarias y sueldos de escándalo. Piden perdón si acaso, pero nadie devuelve ni un solo euro. Y a todos nosotros, a los que no somos culpables de esta crisis galopante se nos aplica un buen correctivo: aceite de ricino, y corte de pelo al cero. Lo primero como laxante para depurar nuestro “toxico interior” y lo segundo para censurar el libertinaje de vivir por encima de nuestras posibilidades gastándonos más de lo que teníamos. Intervenidos, pues, como estamos: España es Grecia.
Se dice que estos ajustes incrementarán la recaudación del Estado en su objetivo de equilibrar el fiel de la balanza contable entre ingresos y gastos, pero ello no nos garantiza el que recuperemos la confianza de los mercados compradores de nuestra deuda. Bien se podía haber incidido más, por parte del Gobierno del PP, en la reducción de gastos suntuarios, en lugar de aplicar esta dieta tan severa, que va a contraer el consumo, lo que puede sumir a nuestro país tan enfermo en una situación de anorexia y de depresión prolongadas en el tiempo.
Precisamos estímulos para que la economía española crezca de un modo sostenible y se puedan generar nuevos empleos, saliendo así de la recesión actual, pero este deseo es algo prácticamente imposible de lograr por nosotros mismos, y necesitamos para ello la intervención decidida del BCE al ser la única institución que tiene capacidad para asegurarnos las condiciones de estabilidad, evitándonos la agresividad de las turbulencias de los mercados. El sueño europeo sigue siendo posible.
José María Martínez Laseca
(14 de julio de 1912)

Cuestión de principios

Gusto de leer teatro. Releo “La visita de la vieja dama” (1956) del suizo Friedrich Dürrenmatt. Don poder corrupto, en manos de unos pocos sin complejos y sin escrúpulos, insaciables de dinero -pues para ellos “no hay don sin din”-, que es lo que nos ha llevado a la situación de crisis actual, me movió a ello. Les cuento de lo que va. La multimillonaria Clara Zachanassian, tras larga ausencia, regresa a Güllen, su pueblo de infancia, donde sus habitantes se encuentran ahora arruinados y cargados de deudas. Y les ofrece mil millones de libras con una sola condición: alguien deberá matar a su respetable vecino Alfred, que la dejó embarazada cuando era su novia, motivo por el que Clara se vio expulsada del lugar.
De entrada, todos rechazan su propuesta por inmoral. Pero, muy pronto descubrirán lo “caro” que eso les sale y optan por comprar a crédito en el almacén de Alfred a la espera del anhelado asesinato, que tanto les repugna cometer. Al retrasarse tan rentable desenlace, la comunidad opta por celebrar un juicio popular contra Alfred. A fin de cuentas, él fue injusto con Clara en su día y debía, por ello, purgar su culpa. Se produce un tumulto sobre el escenario a oscuras. Vuelta la luz, Alfred yace muerto sobre el suelo. El médico certifica su óbito por un ataque al corazón, y el alcalde cobra la recompensa. Vuelve la riqueza a la ciudad y todos son felices…
En este proceso, tan solo el maestro de Güllen mantuvo por algún tiempo su dignidad frente a la pretensión de Clara, reafirmando el principio de justicia, pero sucumbiría también al comprobar que le resultaba más fácil defender sus principios de palabra que vivir de acuerdo con ellos. La dignidad humana establece un claro vínculo entre moralidad y existencia Vivir dignamente es poder comer, tener trabajo, casa, sanidad, educación, etc. y vivir con dignidad supone no tener que existir en la afrenta, en la humillación o la ignominia a causa de la pauperización como efecto de la explotación y la opresión o la tiranía. No siempre el fin justifica los medios. Miren a su alrededor.
José María Martínez Laseca
(12 de julio de 2012)

lunes, 9 de julio de 2012

Momentos cruciales

En las geometrías rectangulares de los campos de Soria, empieza la recolección del pajizo cereal: trigo y cebada sobre todo. Se prevé mala cosecha. El milagro, que pareció fraguarse con las lluvias de abril, tan oportunas, se ha echado a perder por el sol abrasador que, al bajar el índice de humedad, achicharra las espigas. En algún sitio ni siquiera se las podrá recoger. Y las ayudas del Gobierno a la sequía son ridículas, como si el sector agrario no fuera todo lo estratégico que cacarea en sus mítines. No es de extrañar la ruina del mundo rural. Cada vez es más difícil la incorporación de jóvenes, que favorezcan la renovación generacional de las explotaciones. La inminente subida del IVA hará que nuestra agricultura y ganadería, sin saber a quien repercutirlo, dejen de ser competitivas. Hay más carga de impuestos, tasas y tarifas recaudatorias que, junto con los recortes, ajustes o planes reformistas, generan esa espiral envenenada para el consumidor infeliz que cuanto más paga más debe. Por ende, se van cerrando escuelas, dejando a los pueblos sin perspectiva de futuro.
Recién, hemos visto encadenados partidos de fútbol y corridas de toros. Yo celebro, primero, la actuación del novillero de San Leonardo, Sergio Fraile, en el coso de San Benito durante el surrealista Viernes de Toros de las Fiestas de San Juan. Al lidiar el segundo de la mañana, el de Santa Catalina, el graderío ovacionó su faena. ¡“El Chapitas” cómo mola, se merece una ola! Empero, el gran acontecimiento fue la Eurocopa 2012 ganada por “ES-PA-ÑA”. Un estilo de juego en equipo, el de “La Roja”, consagrado como del tiqui-taca. Tener el balón y pensar con los pies, pasárselo y terminar encontrando los caminos del gol. En la final de Kiev, goleando a Italia (4-0), toda la nación se plantó ante los televisores. No en balde, el fútbol, convertido en el deporte Rey, es el mayor espectáculo del mundo. (Aquí, el único juego que lo supera es el desprecio al político). Y hasta hay equipos africanos que usan la brujería e invocan a sus muertos para ganar los partidos. Nuestra selección ha pasado de hacer historia a ser leyenda. Sus heroicas hazañas -“no hay dos sin tres”- las cantan los bardos. “Pan y circo” narcotizador. Un bálsamo de fierabrás frente al desastre de la injusticia social y la corrupción vigentes. De más pobres y más desigualdad.
José María Martínez Laseca
(5 de julio de 2012)

martes, 3 de julio de 2012

Solsticio de verano

El 21 de junio llegó el señor del tiempo proclamando el solsticio de verano, con una ola de calor sahariano. De ahí que el Antonino, “el Mocha” y yo saliéramos a pasear por ese “locus amoenus” de las márgenes del Duero. Disfrutando la belleza del paraje, agradecidos por el frescor del agua. Sabios aquellos monjes sanjuanistas de Jerusalén al ubicar, allá por la Edad Media, en esta margen izquierda, junto al puente de paso, su monasterio hospitalario de peregrinos. Ahora frecuentan el río las mocitas, que asemejan a ninfas mitológicas -bañándose en bikini- y que atraen a mocitos que las miran con ojos golositos. Para nosotros Edén, el paraíso perdido de nuestra lejana infancia.
-Se ha cumplido otro ciclo, ya hemos dejado atrás la noche que antecede a la festividad de San Juan Bautista: la más corta del año, por ser su día el más largo. Para muchos es mágica, pues todo puede ocurrir, sobre todo en enredos de amor –nos dijo “el Mocha”, rasgando el silencio.
–Así es -apostilló el Antonino- ya que muchos son los ritos de su celebración. Allá en las tierras altas de San Pedro Manrique los lugareños pasan descalzos sobre una alfombra de brasas, en el anfiteatro junto al santuario de su Virgen de la Peña, y el prodigio radica en que no se queman. Pero a mí más me agrada lo que acontece al punto de la mañana protagonizado por las tres mozas móndidas, o puras, que son mayas o majas.
-Es el ciclo de San Juan -dije yo- con sus hogueras ardiendo para quemar nuestras preocupaciones. Para perder el tiempo de manera deliciosa. Nuestro cerebro precisa del descanso para centrarnos en nosotros mismos, ya que las prisas nos impiden la debida reflexión. Llega el verano, ahora que el sueño de Europa -de paz, de libertades y progreso social- parece raptado por los mercados insaciables en su codicia. Cual Mu'adhdhin musulmán, en la alta Soria un pregonero, desde el balcón de la plaza mayor llamó al pueblo a cumplir el mito primigenio. A participar en el ritual del sacrificio y comunión del dios hecho toro. Para eso hay que traerlo, este jueves “La Saca”, multiplicado por doce -uno por Cuadrilla- desde el monte Valonsadero a la ciudad. En la noche, la luna, vieja celestina, será testigo y cómplice. La sangre desatada reclamará más vida. Llegó el verano, dicen: la estación del amor. Disfrutad su momento. Carpe Diem.
José María Martínez Laseca
(28 de junio de 2012)

martes, 26 de junio de 2012

La educación sitiada

La educación nos redime del caprichoso azar otorgado por el lugar de origen o la cuna. Se nos ha de educar para la vida, para “aprender a vivir juntos”, y “aprender a ser personas”; para “aprender a conocer” y “aprender a hacer”, que son las claves del Informe Delors a la Unesco. De aquí que la educación sea un derecho esencial, uno de los cuatro pilares -con la sanidad, pensiones y dependencia- del Estado de Bienestar. Tan compleja misión se le ha delegado, de siempre, a la escuela; como si la escuela lo arreglase todo; y se deriva la responsabilidad a profesores mal pagados, olvidándose de que “educa la tribu entera” como reza un sabio proverbio africano.
Nuestro sistema educativo es ejemplar, dice el Presidente de la Junta de Castilla y León Juan Vicente Herrera, que conoce el peso específico que tiene lo rural en nuestra comunidad y la prioridad de cortar la sangría de su despoblación. De ahí que no se entienda su pusilanimidad ahora que se le han añadido la crisis económica y los recortes presupuestarios. Varias escuelas de la provincia de Soria están en peligro de extinción. Y se va a eliminar el primer ciclo de la ESO en Berlanga, Duruelo, Navaleno, Vinuesa, San Pedro Manrique y Tardelcuende. Tratan de consolar a los padres afectados diciéndoles que sus hijos tendrán una atención de mayor calidad en colegios más grandes, pero ellos saben que -lo mismo que sin mujeres no hay vida- sin escuelas no hay futuro que valga, ya que se verían obligados a marchar. ¿Cómo se pretende fijar la gente al territorio, si un pueblo sin escuela apresta a cementerio?
Hubo locura de opulencia. Todo es dinero y todo mercancía. Aquí hemos padecido el síndrome de los nuevos ricos, en detrimento de valores morales y solidarios. Los economistas deberían preocuparse más de las personas y no sólo del dinero; igual que los políticos debieran ocuparse mucho más de los ciudadanos y mucho menos de los poderosos. Rebelarse contra la injusticia hizo hablar a la bíblica burra de Balaam, es lo más humano. Aunque se pretenda educarnos para el asentimiento, para que no ejerzamos nuestra capacidad de crítica, para que no seamos ciudadanos comprometidos. Tenemos, pues, que imaginar, movilizarnos y pelear. A ver si como escribió el polaco Stanislaw Jerzy Lec: “Cuando al rendirse al enemigo levantaron los brazos, resultaron tan amenazadores que el enemigo huyó por piernas”.
José María Martínez Laseca
(Soria,21 de junio de 2012)

viernes, 15 de junio de 2012

Con cajas destempladas


Estando yo en la plaza Mariano Granados, junto al parque y jardín botánico de la Alameda de Cervantes (que otrora fuera dehesa boyal), un viajero, tratando de saber, se dirigió a mí: -¡Lástima que este gran inmueble, ubicado en pleno centro de la ciudad se encuentre en desuso! Cual casa palaciega de noble venido a menos. Clara metáfora de estos tiempos de crisis, tras la opulencia vivida con el ladrillazo. -Ahí donde lo ve usted -le respondí- fue la tercera sede central de la Caja de Ahorros de Soria, todopoderosa en tiempos de “San Alejandro”, su mítico director y que ahora, cabizbaja, está enclavada al lado, en lo que fuera Hotel Comercio. La primera se abrió en la calle Ferial, 7 y pasó después a la plaza de San Esteban, donde queda el centro cultural “Gaya Nuño”, también huero y desvirtuado.
-En verdad -prosiguió conversando el viajero- que las cajas de ahorro han sido esas entidades financieras semipúblicas, muy queridas en nuestros municipios y provincias. Eran algo nuestro, las gentes más humildes les confiaban sus ahorros familiares, éstas prestaban a un bajo interés a los emprendedores autónomos, comerciales y de pequeña y mediana empresa, Al final, los beneficios repercutían en poner en valor lo nuestro y en actividades de su obra social, tan importantes para la sociedad, pero que ya ha marcado su fin de ciclo.
-Así es -le contesté- la Caja de Ahorros de Soria se fundó el 14 de octubre de 1912 a iniciativa de la Sociedad Económica de Amigos del País, mediante la conferencia: “Monte de Piedad y Caja de Ahorros, su origen y desarrollo en León: modo de construir una obra semejante en Soria” y pretendía acabar con la usura vigente en la época y tan gravosa para los campesinos sorianos. Este año cumpliría un siglo; y, mira por donde, ha vuelto a León con Caja España, en ese proceso seguido de fusiones, confusiones y bancarización.
-Está claro que se han hundido como el Titanic -sentenció. El paradigma de tal caos es Bankia (Caja Madrid y Bancaja, que ha engullido a Caja Ávila y Caja Segovia) con el quebranto de su intervención. Cierres de oficinas, prejubilaciones y pérdida de muchos puestos de trabajo. Descarada politización y una pésima gestión. La zorra metida en el gallinero. Sueldos multimillonarios y luego a socializar las pérdidas. Una vez más la corrupción ha hecho que el Estado de Bienestar no llegue al pueblo. ¡Que paguen los culpables!
José María Martínez Laseca
(14 de junio de 2012)

La diatriba del padre Butrón contra Soria (y 2)

A pesar de lo mucho que he contado hasta aquí, yo aún no me sentía satisfecho, puesto que mi especial interés se centraba en los asuntos relacionados con Soria. A tal fin me sirvió de excelente fuente de información el libro “La sátira mordaz de Butrón y Mújica. Edición de la poesía y el teatro de un poeta bilbilitano en el ostracismo” (2010) de Rubén Cristobal Hornillos, publicado por el Centro de Estudios Bilbilitanos, Institución “Fernando el Católico”.
Entre sus páginas, de la 120 a la 126, se encontraba su “Descripción de la antiquísima y nobilísima ciudad de Soria” antes citada. Casi doscientos versos demostrativos de su animadversión contra nuestra ciudad a la que tilda de: “Un aldeón indigesto / yermo, despoblado y frío”. A ello suma, refiriéndose al palacio de los Condes de Gómara: “La casa grande es lo más / que en Soria se puede ver / obra que la supo hacer / un pastor Antón o Bras, / vense aquí luego de más / en la puerta dos bestiazas, / dos salvajes con porrazas / que siempre mármol en manos / muestran bien que son soriamos / por salvajes y por mazas”.
Y añade, respecto a la casa troncal de los doce linajes, que es nuestro actual Ayuntamiento: “La casa de los linajes / con su círculo vicioso / es un infinito astroso / de cuarteles de salvajes / aquí es de ver los encajes, / los laureles y polluelos / de águilas y de mochuelos / que al vellón todo lo enloda / y cual más, cual menos toda / la lana de Soria es pelosa.”
No bastándole con afear sus monumentos, también se mete con su gente al decir: “Las damas pecan de grueso / tocante a la donosura / en el garbo y su cultura / es oscura y huele a queso, / Venus se da al Diablo de eso / que amor en cualquier legión / es salado y juguetón / y flecherito pulido / aquí es hombrachón fornido / que mata a lanza y rejón.”
A lo que se ve, tampoco le gustaron demasiado los entretenimientos y divertimentos de los sorianos “que dan ganas de llorar”. Pintando de esta manera nuestras tradicionales fiestas de San Juan o de la Madre de Dios: “La fiesta de las Calderas / diecisiete bueyes monta / y para hacerla más tonta / traen gaitas de las fronteras, / fiestas de tales quimeras / no las verá el mundo entero, / y así dijo un forastero / que se llamaba Teobaldo / que por las gaitas y el caldo / esta fiesta es de trasero.” (Está última palabra quiere decir: de mayores).
Que, de entre todos los santos de cuadrilla, escogerá una en concreto al rimar: “ Tiene Santa Catalina / una cofradía rara / donde entra tijera y bara / la estopa y la medicina, / en medio de esta bahorrina / van con tal magnificencia / que la Santa en mi conciencia / viendo tales zarandajas / otra rueda de navajas / tendrá para su paciencia”.
Una vez metidos en olor de santidad, cómo no decir algo del santo patrón que no tenga el menor desperdicio en su acidez : “… las salidas son famosas, / montes con curvas furiosas / que hacen dar diente con diente / donde el Santo Penitente / para ensayarse a morir / al monte se fue a vivir / por no vivir con tal gente.” Es evidente que el padre Butrón y Mújica no debió de sentirse muy a gusto durante el tiempo en que residió en nuestra ciudad de Soria cuando manifiesta al cierre: “vivo como un azotado / en un pueblo condenado / al desprecio más profundo / que es entedicho del mundo / y rincón descomulgado”.
Ya en la segunda de sus décimas había escrito con su tonillo insultante y chulesco: “ Ciudad, terror de romanos, / que Escipión, al pelear, / jamás la quiso tomar / por no ensuciarse las manos. / Como Fénix o gusanos, / se libraron tumba honrada / la vega quedó abrasada, / el pueblo quedó encendido, / porque Soria siempre ha sido / famosa para quemada…”
-Con tales antecedentes penales -le dije a mi buen Arturo, cuando me lo encontré de nuevo- no me extraña lo más mínimo que quién resolviera el expediente de las nominaciones para la Casa de los Poetas, lo dejara apartado y muerto en el olvido, si acaso tuvo noticia de él, cosa que ignoro.
-Cierto es que, no obstante, si que allí se ha incluido al gran escritor y crítico de arte Juan Antonio Gaya Nuño, más ripioso que poeta, con un fragmento de su polémica “Saturiada”.
-Bien dices, que yo publiqué en la prensa local, en 2003, esa obra inédita de Gaya en verso, tildada como “La Saturiada o de San Saturio, el patrón, la historia en verso ramplon”, un claro precursor de “El Santero de San Saturio” (1953), y por su tono satírico y mordaz con lo soriano y los sorianos pareciera haberse servido del padre Butrón como fuente de inspiración.
-Tengo para mí -concluyó Arturo- que pudiera ser que al padre Butrón se le negaran las gracias tanto del cielo como del reconocimiento o de la fama, pero nadie podrá negarle jamás la gracia del sano humor y de la socarronería, al estilo de los célebres Goliardos o rebeldes del medievo.
“Butrón, junto a José Villarroel y otros,-según Iris Zabala, especialista en literatura de cordel del s. XVIII- fueron los poetas que gozaron de mayor renombre al filo del siglo”.
Llegados a este punto yo me di por bastante satisfecho de mis pesquisas y concluí que el jesuita y bilbilitano José Antonio Butrón y Mújica fue, a no dudarlo, uno de los hombres más sarcásticos de su época, que refleja muy bien la sátira conceptista, que emana de Marcial y se prolonga a través de Gracián, hasta nuestros días.
No obstante, a lo que parece, se labró demasiados enemigos con su extremada mordacidad. Y por eso, también de nuestra Soria, tuvo que salir por pies.
José María Martínez Laseca
(12 de junio de 2012)

lunes, 11 de junio de 2012

Los cien años de “Campos de Castilla”

Se cumple, en este año de 2012, el centenario de la primera edición de “Campos de Castilla”, un libro capital que supone el tercer poemario de Antonio Machado ya que trata del ciclo paisajístico soriano y del campesino soriano como símbolo. De la Castilla esencial y materna, sentida por un poeta andaluz, como la mejor metáfora de la España de aquel tiempo, de crisis y revuelto, de finales del siglo XIX y principios del XX. Era la España del desastre en sus diferentes vertientes: moral, económica, política, cultural y social. Una cruda realidad existencial contrastada por Antonio Machado desde su experiencia provinciana y campesina, vivida como profesor primerizo de Instituto, en su condición de Catedrático de Francés. Todo ello llevó al poeta a marcar una inflexión radical en su trayectoria creativa, al romper con su solipsismo anterior -modernista en sus “Soledades” (1903) y simbolista en sus “Soledades, Galerías. Otros poemas” (1907)- para abrirse al exterior y hacia los demás, con un sentimiento de comunidad, desde una toma de conciencia objetiva, mucho más crítica con la realidad circundante.
“Campos de Castilla” de 1912 es la compilación de 54 poemas, en su mayoría ya publicados antes en periódicos y revistas literarias, y, únicamente, unos pocos inéditos. Supone el fruto maduro producido durante sus cinco años de estancia en Soria (1907-1912). Sin duda, un intenso capítulo -eros y tánatos por Leonor- que es casi la biografía completa de un hombre. El libro -que evidencia una cierta sensación de pérdida, desde la recuperación de la memoria histórica constatada en su percepción de la temporalidad- fue elogiado por escritores de la talla de Unamuno, en “La Nación” de Buenos Aires; de Ortega, en “El Imparcial”; y por Azorín, en “ABC”. Éste, Martínez Ruiz, y la familia Gasset se confabularon, sin éxito, para que se le otorgara por esta obra a Machado el premio Fastenrath de la Academia Española de aquel año. El poemario se vio enriquecido posteriormente con unos cuarenta poemas más, que aparecieron publicados en sus “Poesías completas” de 1917. Los añadidos están escritos ya en su retiro de viudedad en Baeza y mientras que unos expresan su dolorido sentir ante la muerte de su joven esposa Leonor Izquierdo, el primero de agosto de 1912, otros están cargados de evocación y recuerdos y contrastan el paisaje y paisanaje del altiplano soriano con los de su Andalucía natal.
“Campos de Castilla” en su conjunto se ha convertido con el paso del tiempo en un libro clásico, por lo que ha contribuido a hacer de las tierras, hasta entonces hoscas y vulgares, de Soria el ámbito poético machadiano trascendido por antonomasia sobre cualquier otro donde vivió el poeta. Antonio Machado, en su clara apuesta por la regeneración de los valores cívicos, plasmada en su inequívoca apuesta de “cultura y trabajo”, soñaba -lo mismo que su querido y admirado maestro Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza- un nuevo florecer de España. Su poesía, todavía hoy, nos carga a quienes lo leemos de ese convencimiento tan necesario para seguir caminando erguidos sobre la tierra.
Pobre Antonio Machado, de tanto poetizar, no consiguió en su vida nada más que eternidad.
José María Martínez Laseca
(10 de jnio de 2012)

domingo, 10 de junio de 2012

El cáustico jesuita José Antonio Butrón y Mújica (1)

Todo comenzó en la mañana de uno de aquellos viernes, antes de comer, en la plaza de Herradores, mientras degustábamos nuestro vinillo acostumbrado en el exterior del Bar Félix, ya cumplida nuestra jornada laboral, y departíamos entre compañeros sobre los asuntos más dispares que acontecen en la vida pública.
-¿Cómo es que no figura el padre Butrón en la Casa de los Poetas del Casino Amistad-Numancia? –me espetó a mí Arturo a la cara, acaso pensando que yo tuviera algo que ver con la elección de cuantos aparecen en dicho parnasillo reseñados.
No era la primera vez que me nombraba al susodicho personaje, el que a lo más que me sonaba era a un escueto apunte hecho por José Antonio Pérez Rioja en su “Guía literaria de Soria”, sobre ciertos ilustres viajeros que por aquí pasaron.
-¡Déjame tú algún escrito suyo y así sabré de los méritos que acreditan su valía como poeta!, -le respondí yo, de inmediato, a fin de conseguir una mayor información al respecto.
Pero, Arturo me remitió a Internet, que es donde él había husmeado para conocerlo mejor y, todavía, me añadió mayor intriga al asunto tras comentarme la existencia de sendos manuscritos nombrados "A la ciudad de Soria. Décimas", en Poesias varias, [s.a.], 6 h. y "Descripción de la antiquísima ciudad de Soria, por el P. ..., en Variedad de papeles, [s.a.], ff. 184-185., conservados en la Biblioteca Universitaria de Zaragoza. Mira que yo suelo ser obsesivo y cuando algún misterio se me mete entre ceja y ceja no doy tregua, ni descanso a mi curiosidad hasta desentrañar sus sombras. Más, en lo tocante a este asunto, algo zascandileé en un principio para, luego, relegarlo ante materia a acometer con mayor apremio.
Sí que accedí a sus datos biográficos extraídos de la Biblioteca de escritores de la Compañía de Jesús (Madrid, 1925). Asi pues me enteré de que - según Uriarte y Lencina- José Antonio Butrón y Mújica había nacido en Calatayud en 1657 (Latassa indica que en 1677). Entró en la Provincia de Castilla en 1676 e hizo profesión de los cuatro votos de la Compañía de Jesús en 1694.
Ejerció por más de treinta años el sagrado ministerio de la predicación, empleando el tiempo que le quedaba libre en el cultivo de la poesía, a la que era muy aficionado, y que le produjo no pocos sinsabores a causa de su humor satírico. Murió en el Colegio de Segovia en 1734. Por otras fuentes conocemos que fue profesor de literatura en Orense, ciudad ésta a la que dedicó unos versos que le obligaron a salir de ella. Pasó algún tiempo de aquello y como consecuencia de los actos programados en torno al V centenario del nacimiento del adnamantino Diego Laínez (1512-1565) -un humanista que brilló en Trento, y a caballo entre San Ignacio de Loyola (Azpeitia, 24 de octubre de 1491-Roma, 31 de julio de 1556) y San francisco de Borja (1510-1572), primer y tercer General de la Compañía de Jesús, respectivamente, yo volví a retomar el tema.
Por supuesto, José Antonio Butrón y Mújica era jesuita y estuvo en Soria, ejerciendo aquí su profesorado de literatura, en el Colegio del Espíritu Santo, -el hoy IES Antonio Machado, de mis trabajos y mis días, ya que la fundación primera, sita en la plaza del Vergel, se incendió-.
Desempeñó, como jesuita, algunos cargos en la Compañía de Jesús y escribió diversas obras de carácter religioso y literario. Entre otras, el extenso poema titulado “La Harmónica, vida de Santa Teresa de Jesús” (1722), en octavas reales que, según Gerardo Diego, es de un prosaico culteranismo de muy mediocre inspiración. En él podemos ver a los numerosos jesuitas que trataron con la santa.
Relevante es su obra “El Gran Capitán de Dios, San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, con algunas notas municipales de la misma Compañía”. (1729), ya que contiene la vida completa de Ignacio, desde su nacimiento hasta su muerte, en octavas reales divididas en 17 “alarmas” o partes. Es un poema de un gongorismo tardío, con la rima pobre y sus imágenes no tienen el brillo e ingenio del auténtico culteranismo. Hay trozos y pasajes que no despegan de un rastrero prosaísmo.
Que aún me recordaría mi colega Arturo que J.A. Butrón y Mújica escribió muchos poemas y entremeses que están envueltos dentro de la fuerte polémica entablada entre la comunidad Jesuita y Juan de Palafox y Mendoza por el control primero de la cristianización de la Nueva España y por la beatificación, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII de este obispo, a la que se opusieron con inquina y consiguieron retrasarla hasta que se vio aprobada finalmente por el papa Benedicto XVI en marzo de 2010.
Todo el conflicto se hace palpable en su “Poesía Burlesca: sermón diatriba del p. Butrón contra Palafox de orden de Merlín; libro de poesías, el colirio contra carmelitas” (dos partes), Biblioteca g. 7, 52, 70 y 63. He aquí una breve muestra de su agria diatriba contra el Obispo de Osma: “Lo que yo siento de este santo raro / cátalo aquí que en breve lo declaro:/ que fue humilde y no humilde, hinchado y santo, / que no fue y fue más docto que otro tanto, / y que fue noble y oscuro sin disputa / ya que fue y no fue hijo de una puta, / que pleiteó sin par qué ni para qué, / que lloró y no lloró, que fue y no fue, / que padeció y que también no padeció, / en fin que se salvó y no se salvó.”
Interesa ver, en este sentido, el libro de Gregorio Bartolomé Martínez: “Jaque mate al obispo virrey (Siglo y medio de sátiras y libelos contra don Juan de Palafox y Mendoza”. FCE. Méjico, 1991.
Que también el agudo aguijón del padre Butrón fue a clavarse intencionadamente en la piel de la orden Carmelita, satirizando, entre otras cosas, su venta de escapularios de la Virgen del Carmen con la información de las gracias de salvación que lleva consigo.
Ni que decir tiene que este cultivo de la poesía, un tanto atrevido en su embestida, le produjo sinsabores. Bien conocía el riesgo que corría, puesto que en carta dirigida al P. Rector de Segovia, Alonso Cifuentes, nos da cuenta de su obra y sus intenciones:
«Mezclo burlas con versos, porque el asunto es melancólico de suyo; en esta edad del hollín, ¿quién habría de sufrirme si siempre hablara de polilla y garnacha? Además de esto, el estilo es desigual muchas veces; y el caso es que el cuerpo de un libro es como el maestro, ni todo duro, ni todo fluido; ni todo cabeça, ni todo pie...».
José María Martínez Laseca
(2 de junio de 2012)