jueves, 25 de enero de 2018

Hermanas separadas

Les cuento una historia que viene de atrás, con un final triste, porque la crueldad que comporta es, ciertamente, difícil de entenderse por cabeza humana. Y es que  hay veces, en el transcurso de las vidas de las personas, que la realidad supera a la ficción trocándose surrealista. Tres son las hermanas protagonistas. Hijas de Apolinar Garijo del Rincón, vecino de Almazán (Soria) y guarda forestal de profesión, además de fotógrafo, afiliado al PSOE local con el nº 3 en su carnet. Tras el control por los facciosos de la provincia de Soria, sería fusilado, junto a otros cuatro más, en los “Llanos de Chavaler”, el 13 de agosto de 1936. “A lo que sobra se quita cuanto antes”, le oyeron decir a uno de los que se lo llevaban detenido. Quedó viuda su madre y huérfanas de padre las tres: Josefa, Julia y Encarna, de 19, 13 y 2 años, respectivamente. Como perdedoras, vivieron los duros años de la dictadura franquista para salir adelante. Ya con la democracia, pudieron rescatar los restos de su padre y darles digna sepultura, el 9 de mayo de 1981, en el cementerio.
            Rutinarias transcurrieron sus vidas y el peso de los años obligó a Josefa, la mayor,  y a  Encarna, la pequeña, a buscar cobijo en la Residencia para mayores del cercano pueblo de Matamala de Almazán. En 2016, Julia, con 93 años, residente en Madrid, se rompió la cadera, por lo que decidió ingresar en la misma residencia que sus dos hermanas. Con 101 años, Josefa fallecía en octubre. Pero, el 22 de febrero de 2017, Encarna recibía una misiva de la Junta de Castilla y León notificándole que no podía compartir ese “domicilio” con su otra hermana, a no ser que renunciara a su pensión no contributiva de 380 € al mes. Julia optaría, en abril, por volverse a Madrid.  Ante esa interpretación restrictiva, el exalcalde socialista de Almazán, Ángel Martín Vizcaíno, removió Roma con Santiago, y consiguió más de 135.000 firmas de apoyo, que llevó al Congreso de los Diputados, a fin de corregir dicha injusticia y que tal despropósito no se repitiera nunca más. Empero, la Proposición para modificar la Ley de Pensiones, presentada por el PSOE, fue vetada por el PP. El pasado 18 de enero nos llegó la noticia de la muerte de Julia en Madrid. Con lo que las tres hermanas Garijo Casal no pudieron pasar juntas los últimos años de sus vidas. Todo lo personal es político.
José María Martínez Laseca
(25 de enero de 2018)  

jueves, 18 de enero de 2018

¿Pensar Europa?

Cuando inicié esta columna, la Vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría inauguraba, en el Palacio de la Audiencia de Soria, el encuentro “Think Europe: Compromiso 2030”, un espacio para la reflexión y el debate. No sé qué es lo que les ha movido a traerlo aquí (a este recóndito lugar, aislado, con incomodidades en los desplazamientos), ni tampoco quién correrá con los gastos, además de la FEMP, que un evento de tal calibre (según cuentan) acarrea. (Me dicen que el Gobierno no ha puesto ni tan siquiera un euro). Acaso haya influido sobremanera lo que decía Gaya Nuño respecto a Numancia “donde las ideas se clarifican y se despeja la cabeza, con el fresquillo”. Así sea. Tampoco tengo muy claro el para qué. Me sumo en todo caso, a los más optimistas que aluden a que es desde lo local desde donde se debe pensar en lo universal y no al revés (“Lo global es lo local sin paredes”, escribió Miguel Torga); que esto pone a Soria en el foco internacional, y que demuestra la viabilidad de Soria como ciudad de Reuniones y Congresos, pues durante las jornadas, que se desarrollan del 15 al 19 de este mes de enero, vendrán a hacer parada y fonda hasta 250 líderes locales, que representan a más de 130.000 gobiernos municipales y regionales de Europa. Algunos más conocidos, como el Presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (a quien parece que le cuesta remontar el Duero), la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena o la Presidenta de la Diputación de Barcelona, Mercé Conesa.
Hoy mismo, arranca el Consejo de Municipios y Regiones de Europa (CMRE) en la reunión anual de su Consejo Político. Habrá bonitas palabras sobre los valores fundacionales europeos de libertad, igualdad y solidaridad entre territorios en aras a la cohesión política. El quid de la cuestión se centra en el papel de los gobiernos locales en la implementación de la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la Nueva Agenda Urbana aprobadas por Naciones Unidas y asumidas por todos los estados miembros de la Unión Europea. Queda muy guay hacer turismo político por el interior de España. Pero habrá que pasar ya de las musas al teatro. Cumplir con los objetivos que se predican. Realidades. Tratar de manera desigual a los desiguales. Contribuir, en justicia, al desarrollo y progreso de la Soria vacía.
 José María Martínez Laseca
(18 de enero de 2018)

domingo, 14 de enero de 2018

Con mamá o con papá

Recién saltó la noticia de la baja en las filas del PSOE de quien fuera portavoz de su corriente interna Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias. Más conocido por haber sido uno de los tres aspirantes en el proceso de primarias, del 13 de julio de 2014, a la Secretaria General del PSOE, junto con Eduardo Madina y Pedro Sánchez. Contra pronósticos, se impondría este último. Sin embargo, no prolongaría más allá de dos años su mandato, ya que la rebelión de los barones, ante los malos resultados en las Elecciones Generales de 26 de junio de 2016, bajando a 85 diputados, provocó la renuncia de la mitad más uno de los miembros de la Comisión Ejecutiva Federal, lo que desembocaría en aquel bochornoso Comité Federal del 1 de octubre, que partió al partido en dos y en el que Pedro Sánchez presentó su dimisión, nombrándose una Gestora. (Los militantes socialistas, en nueva confrontación de primarias, del 21 de mayo de 2017, frente a Susana Díaz y Patxi López, repondrían a Pedro Sánchez como Secretario General). Pero aquella voladura calculada de una Ejecutiva no había sido la primera. Contaba con un sonado precedente en el seno del Partido Socialista de Castilla y León. Aquí, con fecha del 30 de mayo de 2014, los descontentos auspiciados por el entonces Secretario de Organización Federal, y anterior máximo dirigente del PSCyL, Óscar López, acometieron la gran dimisión que echó a Julio Villarrubia de la Secretaría General. Sorprendió que las víctimas de tal proceder, al que calificaron de golpista, no lo estimaran igual cuando afectó a Pedro Sánchez.
       Y este fue el revulsivo que impulsó al palentino Julio López Díaz, que lo sufrió en carne propia, a contarnos su caso. Lo hace en la obra “Con mamá o con papá”. Una novela histórico-política, en primera persona y con abundantes diálogos que, partiendo de esa dicotomía maniquea, radiografía las entrañas del PSCyL. Marco Acero es el protagonista, que empatizará con el lector. Un profesor universitario que deja la docencia para implicarse de lleno en la política autonómica de la mano del ambicioso Carlos Amigo, impuesto por Ferraz. La disputa del liderazgo con Rodrigo Moreno le cogerá en medio, arrastrándolo de la ilusión a la decepción. Una lectura que nos atrapa y nos mueve a la reflexión sobre los usos y abusos del ejercicio del poder.
José María Martínez Laseca
(12 de enero de 2016)

jueves, 4 de enero de 2018

Año viejo, año nuevo

El ritual de la ingestión de las doce uvas, en la Nochevieja, siguiendo el ritmo pausado de las doce campanadas, que va dando el reloj de la Puerta del Sol de Madrid (retransmitido por televisión), cerraba oficialmente la cuenta del 2017, al par que era primicia de buen suceso y augurio de las mejores nuevas para el que estrenamos de 2018. Un año más. 
       Es el tiempo que pasa. Porque hoy y mañana, serán muy pronto ayer. Y cualquier tiempo pasado ha sucedido. Lo sentencia certero el villancico: “La Nochebuena se viene, / la Nochebuena se va. / Y nosotros nos iremos / y no volveremos más”. El efímero ser humano ha imaginado el tiempo, en su esquema mental, como algo sujeto a cambios, dentro de un proceso cíclico irreversible. Es el transitar de las cuatro estaciones: desde el invierno hacia la primavera y la plenitud del verano o cuando llega el otoño y se va a la frialdad. Ritos de paso que se ven plasmados en alegorías y mitos que encuentran su réplica en los cuentos y costumbres tradicionales. 
       A partir de ser testigos del cambio operado en la frontera de dos años que se relevan es como cobran sentido las manifestaciones folklóricas de estos días. Entre ellas las mascaradas de diablos corporizados, para simbolizar la expulsión de los espíritus perversos, en tanto que víctimas expiatorias públicas del mal.
       Para nosotros, actualmente, el principio del año legal está fijado en ese deslinde que se produce entre la Nochevieja del 31 de diciembre y el 1 de enero. Sin embargo, hasta hace algunos siglos la fecha del Año nuevo variaba según las naciones e incluso de ciudad en ciudad. El nombre de los doce meses delata que antes eran tan solo diez y, por consiguiente, el principio de año correspondía al 1º de marzo. La reforma del antiguo calendario, atribuida al rey Numa, tuvo dificultades para sustituir al arcaico marceño y se implantó definitivamente cuando el Senado romano vio la imperiosa necesidad de que los cónsules ocuparan sus cargos en las Kalendas de Enero, en lugar de por los Idus de Marzo (día 15), obligado por la prolongación de las guerras celtibéricas. 
     De aquí que se afirme que fue la rebelión numantina la que cambio el calendario. Enero –Ianuarius en latín– se atribuye a Jano, el dios bifronte que mira delante y detrás, al final del año transcurrido y al principio del próximo. ¡Feliz 2018!
José María Martínez Laseca
(4 de enero de 2018)