domingo, 1 de febrero de 2015

De aquel homenaje a A. Machado en 1975 (1)

De aquello ya han pasado 40 años, que es el doble de la nada que proclama el tango. Corría, entonces, el año 1975. En España seguía vigente la dictadura. Cierto es que estaba dando sus últimas bocanadas. La enfermedad de Franco llevó al futuro rey Juan Carlos a asumir la jefatura del Estado. Pero todavía serían ejecutadas cinco condenas a muerte de miembros de ETA y GRAPO. Tras el óbito de Carrero Blanco en atentado terrorista, la ETA, que lo reivindicó, era la organización terrorista española que había ocasionado más víctimas. En Portugal se acababa de producir la revolución de los claveles. Empero, en nuestro país, ahora bajo la Presidencia de Gobierno de Carlos Arias Navarro, el pueblo español continuaba sin disfrutar con plenitud de sus libertades. Por lo que, muy bien nos pueden servir estos versos para enmarcar tan crítico momento: “Ya hay un español que quiere / vivir y a vivir empieza, / entre una España que muere / y otra España que bosteza”. Su conocido autor, el poeta Antonio Machado, venía así, dentro del panorama cultural, a cobrar un protagonismo especial. El motivo era una fecha redonda, ya que se cumplía el centenario de su nacimiento, que aconteció en Sevilla y en su palacio de las Dueñas un 26 de julio de 1875.
            Y la ciudad de Soria, agradecida al autor de “Campos de Castilla”, que había cantado mejor que nadie tanto a su paisaje como a su paisanaje, no iba a permanecer impasible ante un acontecimiento de tanta relevancia que le tocaba muy de cerca, toda vez que el poeta y catedrático de francés fue uno de sus vecinos más ilustres a principios del siglo XX. Por lo que se dispuso a homenajearlo. Una de las mechas a tal efecto la había prendido el trisemanario “Soria Hogar y Pueblo” (con Fidel Carazo Hernández como propietario y Marcos Molinero Cardenal de director), al promover la creación de una comisión que se encargara de conseguir una estatua para Machado. Daba así el año de 1975 sus primeros pasos y la impaciencia iba creciendo con ello.
            En tal sentido, el domingo 2 de febrero, en la sección de Cartas al Director de “Soria Hogar y Pueblo”, aparecía una de Manuel Pedro Seseña Amezua bajo el título: “No al monumento y  homenaje a Machado” en la que se lamentaba de que hubiera transcurrido un mes de la propuesta Comisión Organizadora de los Actos para conmemorar el Centenario del Nacimiento de Machado por lo que se preguntaba: “¿Pero se ha fundado?”. En el cuerpo de su escrito decía que nada se sabía de que hubiera comenzado sus gestiones de cara a adquirir la casa donde murió Leonor para convertirla en MUSEO. Sin que tampoco hubiera noticia del Concurso entre artistas para levantar el monumento a don Antonio Machado en el corazón de la ciudad, ni de su nombramiento como hijo predilecto adoptivo. Nada de la edición que ALGUIEN se encargue patrocinar como detalle mínimo de obsequio a cuantas personalidades con este motivo se desplaezasen a Soria. Y ni tan siquiera de los actos que se han programado para el monumento a erigir por suscripción pública.
            Casualmente, al siguiente domingo (9 de febrero) en primera página de “Soria Hogar y Pueblo” se rotulaba: “Se constituyó la Comisión para el  centenario”. Había sido en la tarde del pasado viernes, día 7, en la reunión celebrada en la Diputación Provincial. Asistieron a la misma unas 40 personas, presidiendo el acto su presidente Santiago Aparicio Alcalde. Allí se nombraron cinco comisiones, a saber: Actos culturales, Turístico-culturales, Información, Promonumento y Protocolo y Actos públicos. Por designación de la Presidencia, quedaron regidas por: Octavio Nieto, Pedro Heras Varea, Marcos Molinero Cardenal, Alejandro López Millán y Miguel Moreno Moreno. Además, se constituyó un Comité Ejecutivo formado por los cinco presidentes de las comisiones reseñadas más el Alcalde de Soria, el Delegado de Educación y Ciencia, el Delegado de Información y Turismo, siendo el Presidente de la Diputación el Presidente de la Comisión.
Después se habló de las diversas actividades, entre las que destacaban: ciclos de conferencias, campañas de radio y prensa, establecimiento de una ruta machadiana, la publicación de las obras de Machado y la representación de alguna comedia de los hermanos Machado.
Santiago Aparicio manifestó que el monumento a Machado debería pagarse por suscripción. Que era necesario levantar un mausoleo en la actual tumba de Leonor, un panteón que fuese más digno que el existente. No se descartó tampoco adquirir la casa donde murió Leonor para instalar en ella un Museo machadiano. Se informó de que estaba en marcha la elaboración de unas justas poéticas y de que podría convocarse un premio literario, así como una feria del libro en el mes de junio en nuestra ciudad. Algunos asistentes sugirieron muevas ideas, entre ellas la petición a la Dirección General de Correos para que se editara un sello conmemorativo del Centenario.
Cerró el acto el Presidente de la Diputación Santiago Aparicio invitando a todos a contribuir al éxito de la celebración del Centenario a fin de hacerlo lo más grandioso posible para que “Machado –dijo- esté no solo en muestras oraciones, sino también en nuestro corazón”. De este modo se formaron las Comisiones antedichas a las que se podían incorporar cuantos quisieran.
Todo parecía estar ya encauzado por el poder establecido, con sus Instituciones al frente, para poder llevar lo programado a término. Y, sin embargo, en paralelo con todo lo anterior, una sincera e ilusionada iniciativa encaminada en la misma dirección iba a tropezar con seria dificultades como pronto veremos.
José María Martínez Laseca
(28 de enero de 2015)

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