sábado, 28 de abril de 2012

Los desenamoramientos

Don Javier Marías: yo quiero entenderle. Aunque me desagrada su drástica decisión de abandonar su querida Soria, dándonos el portazo. Lo lamento, pues aprecio la calidad de su pluma y su capacidad crítica, tan escasa en estos tiempos de aduladores, muñecos de ventrílocuos y correveidiles. Por lo que cuenta en su artículo “Cuando una ciudad se pierde”, parece que todas las fuerzas atronadoras de Soria se hubieran conjurado en su contra. Si me pongo en “su lugar de residencia”, céntrico, encima de un bar con terraza de calle, en el arranque del Espolón, junto a la puerta de la Dehesa, de donde parte el trenecito; ni yo me salvo de la continua “cencerrada”, cual si fuera un viudo vuelto a casar. Trató, dice, de esquivar la Sanjuanada, pero ésta la verdad es que se estira como chicle, más que la Saturiada (horrorosa la carpa en la Plaza Mayor) con su apéndice mercantil seudo-medieval. Y las dulzainas omnipresentes perforan los oídos del más pintado. Por mucho que driblara como Messi -yo también soy del Madrid, como Vd.- no se iba a librar de la tortura que supone el estrépito que montan en la Soledad las gaitas y tambores precursores de la Semana Santa y demás saraos varios. (Que ya nos tilda la MerKel de que somos de vida alegre). Es Vd. muy sensible y percibe sensaciones auditivas que yo no alcanzo. Pero, comprendo su reacción, porque un amigo mío, que habita en la Plaza de Herradores, se queja de idéntico mal. Y es que el exceso de ruido causa insomnio, y se hace insoportable a todo ser humano. Ítem más, ya veía venírsele encima, para otros dos años largos, la obra del innecesario aparcamiento subterráneo.
Vd. vino -huyendo del mundanal ruido de Madrid- buscando en Soria la calma que precisaba y que se le supone a una ciudad pequeña. En ese intento -como dice Vila-Matas- por recuperar el paraíso perdido de su infancia (la Dehesa fue punto de encuentro de sus padres con los amigos). Y ha resultado un infierno para su inspiración, hasta la fecha tan fructífera por sus cuatro últimas novelas aquí, en parte, gestadas. No todos los amores que vivimos tienen el mismo aguante. Hay psicólogos que afirman que el desenamoramiento comienza pasado un tiempo de iniciada la relación. El suyo, don Javier, con Soria ha durado doce años, siete más que Machado. Espero que no la odie. Pese a todo, siempre le quedará el Numancia.
José María Martínez Laseca
(26 de abril de 2012)

lunes, 23 de abril de 2012

El arte nos redime

Voy a Madrid. Me escapo de este patio monótono y asfixiante de Soria. Lo hago la víspera del 81 aniversario de la proclamación de la 2ª República española (ilusionada primavera de libertad y pensamiento fértil, rota en el 36). A un siglo del naufragio del Titanic. Viajo en el autobús de la mañana por autovía hasta Almazán. Después, puntos suspensivos hasta Medinaceli. En Madrid, el sol da nombre al centro. Un tentempié en La Mallorquina. En la Fnac hojeo el libro de Joshep Conrad “El Titanic” (Gadir, 2011) criticando la arrogancia del ser humano. Horror de aquella noche de abril. Solo las mujeres y los niños. Toca la orquesta (Serrat & Sabina) y recuerdo, con H. Magnus Enzensberger, la poesía: el lugar donde todo sucede. Un barco de película navega por los mares del drama y de la épica.
El tiempo vuela. Quedo a comer con los amigos Ignacio del Río y Gil Yagüe en La Taurina -ornato alusivo a la fiesta nacional, con cabezas de toros y fotos de famosos, como el Che Guevara u Orson Welles en Las Ventas-. Sale a relucir la bicha de la crisis en la charla: “Froilán y la prima única se disparan”. [Y el Rey cazando elefantes]. Precios e impuestos ahogan a los trabajadores. Los favores del progreso se han agotado, pero los más mentirosos -codiciosos insaciables- aumentan sus beneficios. Cuando Gil nos deja, Ignacio y yo vamos a la Fundación Mafre a ver sendas exposiciones.
De fotografía: Lewis Hine (Wisconsin, 1874-Nueva York, 1940). La cruda realidad del trabajo (infantil incluido) y de las máquinas. “Quise hacer dos cosas. Quise mostrar lo que había que corregir, quise mostrar lo que había que apreciar”. De pintura: Odilon Redon (Burdeos, 1840-París, 1916). Óleos, dibujos, grabados, paneles decorativos y bocetos para textiles. La realidad con el filtro de la imaginación. Desde sus Negros simbolistas a las escenas mitológicas y el Carro de Apolo, himno a la luz. Me hechizan las interpretaciones a los textos de Baudelaire, Poe, Mallarmé y Flaubert de tan enigmático pintor. Tanto como sus reflexiones: “La belleza y el bien están en el cielo. La ciencia está en la tierra y repta”; o “Mi padre me decía con frecuencia: ¿Ves esas nubes y distingues, como yo, formas cambiantes en ellas? Y me mostraba entonces, en el cielo mutable, apariciones de seres extraños, quiméricos y maravillosos”. Hay que saber mirar. Todo depende del punto de vista.
José María Martínez Laseca
(19 de abril de 2012)

jueves, 12 de abril de 2012

El porvenir de Soria

Lo llamaréis futuro, alguien clamó. Como si avanzáramos en coche con la velocidad adecuada y en la dirección correcta. Atentos, siempre, por los espejos retrovisores a lo que vamos dejando atrás, ya que sin pasado no hay futuro que se entienda. Así, en 1912, hace 100 años, se fundó el bisemanario (lunes y jueves) “El Porvenir Castellano”, dirigido por José María Palacio y administrado por Marcelo Reglero Pérez, en cuyo impulso tuvo mucho que ver el poeta amigo Antonio Machado. Entre sus primeras iniciativas unas interesantes “Encuestas”. “Es nuestro propósito -aclaraban- consultar a aquellos elementos más significativos de la opinión pública [soriana], acerca de temas que consideremos más pertinentes para el mejor desenvolvimiento de la riqueza de este país, para su mayor progreso, o para el más intenso desarrollo de su cultura”. Y por sus páginas, en días sucesivos, opinaron personajes diversos. Sintetizaré el parecer de los cinco primeros. Para el Vizconde de Eza eran imprescindibles las dos grandes vías de ferrocarril: Burgos a Calatayud y de Torralba a Castejón. “Soy de los que creen que sin vías de comunicación ho hay nada y que con ellas lo hay todo”, advirtió. Un tal L. A. consideraba claves la ganadería y la agricultura. Ruperto Lobo, Catedrático en Salamanca, abundaba en los ferrocarriles, “pues careciendo de ellos no pueden implantarse industrias”. Para Manuel Hilario Ayuso “es bueno pensar en lo que llamo nuestras tres políticas redentoras, a saber: pedagogía, forestal y agraria”. Y Mariano Iñiguez entendía que “el mejor porvenir debe ser el bienestar y la relativa felicidad de este mundo”.
Que ya me gustaría a mí ver hoy en nuestros periódicos “encuestas” de este tipo, con las respuestas dadas por nuestras celebridades respecto a sus ideales para con Soria. Sin que hablaran, como suelen, por boca de ganso; repitiendo las opiniones de otros, al modo de estos animales gregarios. Y digo tal, porque observo que, en los Presupuestos Generales del Estado de 2012, las inversiones que precisan nuestras necesidades “vitales” (A-11 y Autovía del Duero, ferrocarril Soria-Torralba, Depuradora, Investigación, Cultura…) son anoréxicas, debido a los recortes por la peste de la crisis. Y me resulta paradójico advertir que nuestro porvenir se confía a la construcción de una macrocárcel.
josé María Martínez Laseca
(12 de abril de 2012)

domingo, 8 de abril de 2012

¡Hasta los huevos!

-Todo sube y sube, sin parar -dijo el Antonino, mientras paseábamos los tres amigos aquella tarde por las márgenes del Duero-. (Rompía la primavera, avisada por el canto madrugador del cuco y mostrada en el florido blanquear de ciruelos y cerezos del camino y en el reverdecer de los álamos esqueléticos y desnudos de la ribera, pese a la pertinaz seguía, tan letal para los labrantíos aún resecos tras las escasas lluvias). Por mucho que nos digan que baja el precio de los alimentos, para que no se desmadre el IPC y genere efectos colaterales. Aquí, la Junta de Castilla y León, nos ha gravado las gasolinas con el mal llamado céntimo sanitario (un sobrecoste de 4,8 céntimos de euro por litro). Los alcaldes nos suben tasas y recortan gastos para pagar a los proveedores y en los PGE 2012 se aplican subidas en la factura de la luz y del gas. Hasta un 7% ascenderá la tarifa eléctrica para los hogares, mientras que será del 4’1% para las pymes, del 2’7% para los industriales medios y del 0’91% para los grandes productores. Y la bombona de butano, energía de los pobres, alcanza los 15,54 euros. Todo eso y mucho más, a fin de garantizar la obtención del objetivo del déficit público del 5’3%” y conseguir salir del atolladero económico en el que nos encontramos.
-Tremendo panorama -añadí yo-. Subida de impuestos y recortes que van a generar más sufrimiento y el aumento de las desigualdades sociales. Se atenta contra los derechos sociales y el Estado de Bienestar, que tanta sangre, sudor y lágrimas nos han costado. Una situación complicada para los que están en paro y también por la Ley de Refoma Laboral que causó la huelga general del 29 M. Se chupa la sangre a los trabajadores, y se favorece a los defraudadores con amnistía para su dinero negro, puesto a buen recaudo en paraísos fiscales. Y todavía faltan las rebajas de la Autonomía y otra vuelta de tuerca más en los PGE 2013.
-Una cirugía feroz que viene de atrás. Sí, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades -cerró “el Mocha”-, máxime algunos, pero estamos pagando todos muy caro el mantener a tanto aprovechado. Menos política de terciopelo en el Congreso de los Diputados y mayor atención a las preocupaciones de la gente, de cómo podrá llegar a fin de mes. Luego se extrañan de la desafección hacia el sistema. ¡Si hasta las tortillas nos salen más caras por la subida de los huevos!
José María Martínez Laseca
(5 de abril de 2012)