jueves, 28 de mayo de 2015

Las consecuencias

El pasado 24-M, los sorianos ejercieron, libremente, su derecho a votar. Ya entrada la noche electoral, con el escrutinio de los votos emitidos, se fueron despejando las incertidumbres planteadas con antelación. Y es que los resultados distribuían los concejales entre las diferentes candidaturas presentadas: PSOE, PP, C´s, IU, Sorian@s y demás. Como efecto inmediato, el mapa provincial se teñía mayoritariamente de rojo en sus pueblos más grandes, frente a los más pequeños, que se entintaban de las tonalidades azul o naranja. Así pues, el computo total en las elecciones municipales evidenciaba un significativo giro a la izquierda, rompiéndose el fanal conservador, aquí sostenido desde la Guerra Civil del 36.
Ahora, los socialistas mantenían plazas como Ágreda o Vinuesa; reconquistaban otras como Berlanga de Duero, Covaleda o Duruelo y, sorprendentemente, tomaban bastiones populares tan inexpugnables como San Esteban de Gormáz o San Pedro Manrique. Aun ganando (6 PSOE, 6 C´s y 1 PP), Almazán se quedaba en el aire. Respecto a la capital, Carlos Martínez salvaguardaba su mayoría absoluta (11 PSOE, 7 PP, 1 C´s, 1 Sorian@s y 1 IU) si bien la corporación antes bipartita se tornaba polícroma. Todo lo antedicho trasladaba la intriga a la Diputación Provincial, en donde el reparto de los diputados quedaría: 12 PSOE, 11 PP y 2 C´s, con lo que el PP perdía su prolongada hegemonía en territorio amigo. Confirmado esto, seguiremos pendientes de ver con quien pacta C´s (acaso intercambiando sillas) en aras a garantizar la estabilidad o si, por el contrario, permite gobernar a la lista más votada.
Sabido es que a los dos impostores del triunfo y la derrota no se les trata nunca de igual forma: mientras al primero le salen muchos parientes, la segunda queda huérfana. Y tiene consecuencias. La del análisis, para detectar las causas que han provocado tal debacle. Se habla del rechazo a la marca PP. De la crisis, la corrupción, los recortes, las reformas, la prepotencia, la distancia… El Presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, le ha espetado al candidato Rajoy: ¡mírate al espejo y respóndete a ti mismo! Y el de la Diputación, Antonio Pardo, ha responsabilizado a la presidenta provincial del PP en Soria, Mari Mar Angulo, exigiéndole su dimisión. Continuará.
José María Martínez Laseca
(28 de mayo de 2015)   

lunes, 25 de mayo de 2015

¿A quién elegir?

Se acerca el “día D”  de las Elecciones del 24-M, de donde saldrán nuestros representantes municipales y autonómicos. Aquí, sin menoscabo de ningún municipio (la Soria rural también existe), son dos las Instituciones claves a formar: Ayuntamiento capitalino y Diputación Provincial. Esta, a partir de los votos obtenidos en los 3 partidos judiciales. Luego, los diputados elegirán su Presidente. Al Ayuntamiento de Soria concurren 5 candidaturas, encabezadas por: Carlos Martínez (PSOE), Adolfo Sainz (PP), Enrique García (IU); Jesús de Lózar (C´s) y Luis Alberto Romero (Sorian@s). Y nos llueven sus promesas (y ocurrencias), cual pétalos de rosas arrojados desde los balcones en un desfile nupcial. Conviene separar grano y paja. Reflexionar. Es tan corto el amor y tan largo el olvido… Las urnas -y no las encuestas publicadas- pondrán a cada uno en su sitio: gobierno, oposición o excluido. En cualquier caso, los cargos electos deberían tener siempre muy presente que son intermediarios y no protagonistas, anteponiendo el bienestar común de los vecinos al beneficio individualmente considerado.
“Porque Soria ya no es Soria que parece Washington”, reza un irónico cantar. Y es que hay que partir de la realidad para transformarla. Para definir el ideal de ciudad al que se aspira. Soria es una pequeña capital de provincia, histórica, con mucho funcionario, sector servicios, cierta industria… Conviene, pues, obrar en consecuencia para sacarle el mejor partido como ciudad sostenible, habitable, emprendedora y con encanto, dentro de su poquedad. Puesto que hemos de entender nuestra ciudad como lugar de vida, de trabajo y de encuentro; la economía, el urbanismo, la cultura y los servicios sociales deben ser pilares esenciales del programa o contrato a firmar con los ciudadanos. Gobernar, ¿para qué y para quién? Favorecer el empleo es lo primero. Un urbanismo racional de los espacios en los que convivimos. Atender a los más vulnerables, ya que si pierden su vivienda pierden con ella sus afectos y sus sueños. Políticas serias de energía y residuos. Integrándolo todo en el conjunto, activado por la democracia participativa. Contra la ciega voracidad del mercado. Sin miopías cortoplacistas. Entendiendo que el espacio público es lo que define la calidad de nuestra ciudad.
José María Martínez Laseca
(21 de mayo de 2015)


lunes, 18 de mayo de 2015

Votar

Hace unos días que sonó el pistoletazo de salida de la campaña electoral para las próximas Elecciones Autonómicas y Municipales del 24-M. Previamente, se habían presentado las listas, con algunos “candidatos fantasmas” en pueblos sin arraigo. Así, durante 15 días los aspirantes a procuradores y concejales procederán a oficiar, a lo largo y ancho de toda la provincia, la liturgia (pegada de carteles, mítines, debates televisivos y radiofónicos, titulares en los periódicos, banderolas, vallas publicitarias, apretones de manos...) que cada cuatro años exige el rito democrático. Hay quien dirá que este formato de consumir política se ha quedado anticuado con el impacto de lo digital y las redes sociales. Lo cierto es que esa notoria presencia de políticos en la superficie asemeja un animado teatro de calle o “titirimundi”, puesto que abandonan su limbo de rutina perezosa en un intento desesperado por conseguir atraerse el voto indeciso. Por supuesto que del dicho al hecho va un trecho y que siempre mejor que decir es hacer. Pero, en este caso, hay que comunicar, ya que eso de que el buen paño en el arca se vende, aquí no vale. Hay que mostrarlo. Toca, pues, empatizar con la gente. Conseguir más devotos.
Es sabido que nosotros, el electorado, en este libre ejercicio del derecho al voto, no siempre realizamos un análisis racional a la hora de elegir entre unos y  otros. A veces vamos a voto fijo. O nos guiamos por meras sensaciones o percepciones. Los políticos nos dicen lo que queremos oír y hasta de la forma en que queremos que nos lo digan. Convendría tomárnoslo más en serio. No puede ser que, tras despotricar de la corrupción, vuelvan a resultar electos los tales corruptos sin que nadie tenga la menor culpa. ¿Acaso conocemos cuáles son las ideas-fuerza que proponen las diferentes candidaturas? Por ejemplo, en relación con la sanidad, la educación, servicios sociales y calidad y promoción del empleo, tan fustigados por la crisis económica. (De los 92.202 sorianos que somos en la provincia, hasta 33.770 dependemos de fondos públicos). Toda marca política está asociada a los valores que predica y que la identifican. Por eso a la hora de votar -como los argentinos al escoger sus “santos populares”- deberíamos exclamar: “Te elijo porque en vos me veo reflejado”. 
José María Martínez Laseca
(14 de mayo de 2015)   

viernes, 8 de mayo de 2015

Pioneras

A veces es bueno volver la vista atrás. Para recordar lo pasado con el noble propósito de poder encarar mejor el futuro. También con un sentido de afirmación y de agradecimiento hacia aquellos -aquellas en este caso- que allanaron el camino, para que, después, nosotros pudiéramos recorrerlo. Me refiero, en concreto, a un elenco de 30  mujeres que desempeñaron la labor de adelantadas a la revolución de la mujer en defensa de sus derechos. A ellas se dedica la exposición que, con el título de "Pioneras", organiza la Fundación José Ortega y Gasset - Gregorio Marañón de Madrid, a fin de rendirles un justo homenaje.
Recordemos que hasta mediados del siglo XIX no se incentivó la preocupación por la dignificación de la mujer en España, todavía a la sombra de sus maridos. El grupo de profesores de universidad reunidos en torno al filósofo soriano Julián Sanz del Río, que supo adaptar la filosofía del alemán Karl C. F. Krause a la realidad de nuestro país y que la difundió a través del “Ideal de la Humanidad para la vida”, iba a hacer posible esa nueva visión de la mujer. Así, bajo su estela y al socaire de la Institución Libre de Enseñanza, se abrió, en octubre de 1915, la Residencia de Señoritas, dirigida por la pedagoga María de Maeztu. Su fin era albergar a las jóvenes estudiantes de más 16 años que pretendieran ingresar en Facultades Universitarias, Escuela Superior de Magisterio, Conservatorio Nacional de Música, Escuela Normal, Escuela del Hogar, etc. Este año, pues, se conmemora su centenario.
 Entre las 30 pioneras elegidas, algunas fueron residentes y otras profesoras. Como las escritoras María Zambrano, Rosa Chacel, Concha Espina, las periodistas Josefina Carabias, Margarita Nelken y Carmen de Burgos, las políticas Clara Campoamor (que tanto luchó por conseguir la igualdad de la mujer) y Victoria Kent, la científica Elisa Soriano, la actriz María Guerrero o la tenista Lili Álvarez, que jugaron un papel importante en sus ámbitos profesionales durante aquellos años junto a abogadas, empresarias, médicos e incluso una aviadora. Mujeres emancipadas que contribuyeron a la libertad del pensamiento femenino. Y que suponen un claro referente o modelo para las generaciones nuevas que o bien las han olvidado o que nunca las han conocido.
José María Martínez Laseca
(7 de mayo de 2015)