domingo, 22 de febrero de 2015

Subir al Espino

Hoy, en el silencio de mi cuarto, releo tu poemario “Campos de Castilla” y siento dentro  de mi corazón todo el caudal de emoción contenido en tus versos. Los que tratan de Soria. Sobre todo, aquellos nueve que componen ese precioso friso intitulado “Campos de Soria”, donde tu mirada se dulcifica ante el desnudo paisaje de nuestra tierra parda. Con sus “colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas…”, que ha quedadado así en tus reposadas palabras ya trascendida, inmortalizada. A ellos añado otros trece más, los que conforman el denominado “Ciclo de Leonor”, cargados de tu dolorido sentir, pues rezuman esa extraña tristeza que es amor. Un ciclo que se inicia con el dedicado “A un olmo seco” (CXV), herido en su interior como tu esposa-niña, para la que también invocaste, en vano, el milagro de la primavera, y que prácticamente culmina con el de “A José María Palacio” (CXXVI) en el que pides a tu entrañable amigo que suba  “al alto Espino donde está su tierra”.
Justo hoy, víspera de aquel fatídico miércoles de ceniza de 1939, me he acordado de ti, agradeciéndote el inmenso regalo que nos hiciste de la imagen de la Soria más pura posible. Y comprendí enseguida que tú, tan poco dado a las bambollas y fanfarrias, preferías, si acaso, los homenajes sinceros y sencillos. Tal como lo entendieron en 1924 quienes subieron una corona de flores a la tumba de tu esposa, dando lectura a algunos versos de tus “Nuevas Canciones”. Subir al Espino. Seis, ocho veces, recordaba Ricardo Gullón en 1933, haberlo hecho con José Antonio Maravall, Ildefonso-Manuel Gil, Manuel de Vicente Tutor, Juan Antonio Gaya Nuño, Bernabé Herrero… Con idéntica liturgia: rememoración de Leonor y recitado de algún poema de Antonio.
Antonio Machado “murió aquel día en mala desvergüenza”, 22 de febrero de 1939, hace 76 años. En el cementerio de Collioure (Francia) descansan sus restos. Sin embargo, bien se puede decir que gracias a sus escritos y a su ejemplo pocos están tan vivos como él. Por eso, en la mañana de este domingo 22,  una comitiva de alumnos y profesores de tu primer Instituto, el que lleva tu nombre, subirá, una vez más, al alto cementerio del Espino, para depositar un ramo de flores en la tumba de Leonor y recitar unos versos del mejor cantor de Soria, dando así continuidad al rito. En mi opinión el homenaje más auténtico. Junto con el de aproximarse a su obra y disfrutarla. 
José María Martínez Laseca
(21 de febrero de 2015)     


viernes, 20 de febrero de 2015

Del Quijote

Leía yo el reportaje “Habla el último descendiente de Cervantes” (“El Mundo” 8-2-2015) de Carlos Salas y Deva Salas. En él, Manuel de Parada y Luca de Tena, marqués de Peraleja, hablaba, con orgullo y tristeza a la vez, de su tío-tataratatabuelo Don Miguel de Cervantes Saavedra. Con orgullo, por tratarse de nuestro más afamado ingenio de las letras como corrobora el conjunto de su ingente producción que remite a los tres géneros literarios: narrativo, lírico y teatral; pero, sobre todo, por ser el autor de esa novela total, que supone su libro “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, reconocido universalmente. Y con tristeza también, al lamentarse allí de que “los docentes de hoy no tienen ni idea de El Quijote”. Antes, decía, “desde el principio, nos hacían leer el Quijote, pero el gordo, ¿eh? No la versión para niños”. Y añadía: “a la gente de hoy eso le importa un pimiento. Si Cervantes fuera inglés, ¡la tata que nos darían los ingleses!”.
Pienso que, en parte, no le falta razón. Ahora; Cervantes sí ha suscitado cierta expectación mediática, toda vez que un equipo de forenses y arqueólogos están buscando sus restos óseos en el convento de las trinitarias de Madrid, donde fue enterrado en 1616. Muy dados somos los españoles a lo necrológico, pero donde resucita un autor es en su obra. Leyéndola. Este año, además, se celebra el cuarto centenario de la edición de su segunda parte en 1615. Y no ha habido grandes alardes en torno al acontecimiento. Una exposición sobre Coleccionismo Cervantino en la Biblioteca Nacional y la escenificación de varios de sus capítulos en el desfile de Carnaval de Madrid.
Ni pizca de comparación con lo que se acometió en la celebración del tercer centenario de su primera edición. Entonces, 1905, se implicaron todos los Ayuntamientos de España en el evento. De ahí que nuestra popular Dehesa se denomine Alameda de Cervantes. Y que proliferaran ediciones infantiles, entre otras la de la editorial Calleja, con la sana intención de aficionar a los niños “a lo clásico”. Bueno sería pues que en todas nuestras casas estuviera El Quijote. Porque con su lectura aprendemos a hablar mejor el castellano e, incluso, revivimos el tiempo de los caballeros andantes que defendían la justicia y al débil. 
José María Martínez Laseca
(19 de febrero de 2015)
    

martes, 17 de febrero de 2015

La lechera

“Anda jaleo, jaleo…, que ahora vendrán los politicastros y nos prometerán el paraíso terrenal”, hablaba “el Chismoso” en voz alta, justo en el instante en  que yo entraba en el bar “El Cielo. “Todavía falta bastante tiempo para las próximas Elecciones Municipales y Autonómicas del 24 de mayo y, sin embargo, bien se puede decir que ya ha comenzado la campaña electoral a todos los efectos. Los representantes de los diferentes partidos políticos irán de pueblo en pueblo, como Santa Teresa de Jesús de fundación en fundación, estrecharán cuantas manos se pongan a su alcance, mostrarán un rostro angelical y lucirán su mejor sonrisa; como nunca antes habían hecho durante estos 4 años pasados, y todo ello porque ahora es tiempo de promesas y recolección de votos”, añadió “el Espabilao”.
“Además tendrán que recabar acólitos para presentar listas electorales con sus siglas en los diferentes municipios, puesto que junto con la elección de los alcaldes, del montante de votos conseguidos, en los tres partidos judiciales existentes, se conformará el pleno de la Diputación Provincial y por añadidura saldrá elegido su Presidente. Ya veis que ahora que Antonio Pardo no se vuelve a presentar ya están los del PP utilizando la vacante como moneda de cambio para conseguir adeptos a su causa, tal y como, al parecer, ha ocurrido con el ofrecimiento de la plaza hecho al actual alcalde de Golmayo.  De lo que se deduce que está complicado el panorama, dado el cansancio y hartazgo de muchos ciudadanos”, les añadí yo, incorporándome al debate.
“No me negaréis ninguno de los dos -prosiguió “el Chismoso”- que, sin acabarse tan poético alboroto, ha empezado ya el prosaico tiroteo cruzado. Así, sin ir más lejos, el portavoz del PP en el Ayuntamiento le ha espetado al Alcalde del PSOE que por mucha apariencia y rueda de prensa que dé, en estos 8 años de gobierno, ha sido incapaz de traer a Soria una gran empresa”.  “Bueno, la cárcel -le apunté yo- que iba a generar hasta 500 nuevos empleos”. “Sí, ahora que ha salido el  Gobierno diciendo que no hay delincuentes para tanta cárcel. Con la de corruptos que  andan sueltos. Esto -concluyó “el Espabilao”-, me recuerda el cuento de la lechera, con su leche derramada por el suelo”. 
José María Martínez Laseca
(12 de febrero de 2015)      

domingo, 8 de febrero de 2015

El sentido común

-Eso no se le ocurre ni al que asó la manteca -le dijo ella a él, mientras caminaban juntos, cogidos de la mano como dos enamorados, aquella mañana fría de domingo, por el céntrico paseo de El Espolón en dirección a la avenida de Valladolid, avanzando en paralelo al parque central de la Dehesa o Alameda de Cervantes. Algunas de las plantas de la parte ajardinada del paseo estaban secas y, en vez de adornarlo, lo afeaban y entristecían sobremanera con sus tallos y plumeros de tonos parduscos y grises. Aunque la mujer del tiempo había venido alertando del riesgo de fuertes nevadas a lo largo de todo el fin de semana, aquí apenas un espolvoreado de nieve enjalbegaba el suelo, ya bastante pisoteada, y los rojos tejados de las casas. Lo peor estaba por llegar. -¿A qué te refieres? -le preguntó él, un tanto despistado, continuando con la conversación. -No ves que, siendo este, como lo es, un paseo de invierno, han situado los bancos para sentarse justo en el lado opuesto al que deberían estar, que es aquel en el que habían venido estando antes de la reciente remodelación. En la solana, que llaman los viejos. Fíjate que ahora los han colocado es zona de umbría y cualquiera que se siente en ellos se queda pajarito, de estatua. -Otro tanto se podría decir de las farolas de alumbrado público -añadió él- que, al estar medio despegadas de la pared, suponen una peligrosa barrera para cualquier invidente, que se arriesga a chocar contra su fuste si no va muy atento. Y todavía hay quien dice que tiene poesía.
-Al menos -insistió ella-, podrían haberlo hecho bien… ya que hablamos de un sitio principal de la ciudad. Porque siempre ha existido lo que se conoce como sabiduría popular. Y te pongo ejemplo a los albañiles de toda la vida, que construían las casas de los pueblos con un sentido práctico, sin hacer nada feo a propósito. Que, incluso, pese a la escasez de recursos, las viviendas más modestas tenían cierto encanto. Después, se exigió la realización de los proyectos por arquitectos que -`por la especulación- a veces la cagan. Antes, apenas había casas feas. –Llevas toda la razón -le dijo él a ella-, pues ya se sabe que el sentido común es el menos común de los sentidos.
José María Martínez Laseca
(5 de febrero de 2015)         

domingo, 1 de febrero de 2015

De aquel homenaje a A. Machado en 1975 (y 3)

Descontentos con el resultado final, los profesores se pusieron en contacto con varios periodistas, algunos tan luchadores como Francisco Gor y periódicos y publicaciones nacionales como Triunfo, Ya, ABC, etc. En este último en concreto, el jueves 25 de mayo de 1975, pág. 95, aparecía publicada una noticia, recuadrada, con el siguiente titular: SORIA: NO HABRÁ HOMENAJE A ANTONIO MACHADO. Se trataba del extracto de una nota, muy bien pensada, en señal de protesta, y decía: “Una comisión de profesores del Instituto Antonio Machado de Soria, que había decidido organizar un homenaje al que fue catedrático de dicho Instituto y poeta don Antonio Machado, ha desistido de esta celebración, informa Pyresa, después de haber esperado largamente una respuesta de las autoridades gubernamentales y habiéndole sido desaconsejada verbalmente la celebración de una conferencia a cargo del profesor don Manuel Tuñón de Lara, en torno al tema “Visión de Castilla en Antonio Machado”.
Esta decisión de la Comisión quedó redactada en el comunicado entregado a los medios informativos, firmado por Consuelo García Blanco, José Manuel Torre, Juan José Ruiz y Emilio Moratilla. También estaba previsto dentro del homenaje celebrar un concurso sobre los temas “Antonio Machado peta” y “Antonio Machado, pensador” entre los alumnos de los Institutos donde el poeta ejerció como catedrático, así como ofrecer un recital de poemas de don Antonio Machado con música de Joaquín Rodrigo.”
Pero todo ello se hacía todavía más explícito en el escrito reproducido en “Soria Hogar y Pueblo”, del 21 de mayo de 1975, página 5, con el titular: MACHADO, TUÑÓN DE LARA Y SORIA.
Lo leemos: “Meses  antes de que se creara ninguna Comisión, oficial o extraoficial, nacional o provincial, algunos profesores del Instituto “Antonio Machado” tuvimos la idea de formar una pequeña comisión para organizar dentro del Centro un sencillo homenaje al que fue Catedrático de este Instituto e insigne poeta y pensador, don Antonio Machado.
Propusimos la idea al Director del Instituto, que estuvo de acuerdo desde el primer momento. Y se aprovechó la primera reunión de Claustro que se celebró después para invitar a todos los compañeros del Centro interesados en ello a formar parte de la comisión.
Siempre con el Director del Instituto, fuimos perfilando en sucesivas reuniones el programa de actos a realizar. Y en vísperas de las vacaciones de Navidad acordamos:
-Invitar a don Manuel Tuñón de Lara, profesor de “Historia de España Contemporánea” en la Facultad de Letras de Pau y autor de diversos libros, entre ellos “La España del siglo XX” y “Antonio Machado, poeta del pueblo”, a pronunciar una conferencia en nuestro Instituto sobre el tema “Visión de Castilla en Antonio Machado”.
-Celebrar un concurso sobre los temas “Antonio Machado poeta” y “Antonio Machado pensador” entre los alumnos de los Institutos donde don Antonio ejerció como catedrático, concurso dotado con dos premios de 3.000 pesetas y cuyo jurado estaría constituído pro un profesor de cada uno de los citados Institutos, a saber el “Andrés Laguna” de Segovia, el de Baeza, el “Calderón de la Barca” de Madrid y el nuestro.
-Ofrecer un recital de poesías de don Antonio Machado con música de Joaquín Rodrigo, a cargo de pianista y soprano.
Realizadas diversas y laboriosas gestiones para la celebración de todos estos actos y habiendo esperado largamente una respuesta de las autoridades gubernativas, se nos ha desaconsejado verbalmente la celebración de la conferencia prevista. Lo que no deja de sorprendernos, dado que, a lo largo del presente curso, el mismo profesor ha pronunciado en diversas ciudades españolas varias conferencias seguidas de coloquio.
Deploramos que no sea posible celebrar en Soria un homenaje a la memoria de don Antonio Machado con la participación de reconocidos estudiosos de su obra sin exclusiones siempre lamentables. Ello nos lleva a desistir de celebra dicho homenaje y a desentendernos, a partir de este momento, de cualquier otra celebración que se pretenda realizar utilizando el Instituto que lleva el nombre  y que albergó en sus muros al ilustre poeta y pensador, cuyos restos yacen todavía en tierra extranjera.” Y la firmaban: Consuelo García Blanco, José Manuel Torre Arca, Juan José Ruiz Cuevas y Emilio Moratilla.
Al final, por lo que se ve, había sido peor el remedio que la enfermedad. Tuñón de Lara no pudo venir a Soria en 1975. Y, sin embargo, aquel deseo del  grupo de profesores del Instituto se habría de cumplir. Sucedió el 24 de febrero de 1978. Esa tarde, el profesor de la Universidad de Pau pronunciaba, en la Casa de Cultura, la conferencia: “Antonio Machado y su entorno histórico entre Soria y Baeza”. El acto en homenaje a Machado, con motivo del 39 aniversario de su muerte, fue organizado por el PCE, a iniciativa de su Secretario Provincial, José Manuel Torre Arca. Al mismo asistió numeroso público, sobre todo jóvenes; excepción hecha de Mariano del Olmo, con 84 años, uno de los últimos alumnos del poeta. Es verdad que entonces Franco estaba muerto. Y se habían celebrado las primeras elecciones democráticas del 15-J de 1977, que ganó la UCD de Adolfo Suárez, al apostar por la “libertad sin ira”.
De este modo, cuanto se quiso atado y bien atado iba a desanudarse. 
José María Martínez Laseca 
(30 de enero de 2015)   

De aquel homenaje a A. Machado en 1975 (2)

En la reunión ordinaria del claustro de profesores del Instituto Nacional de Enseñanza Media Masculino de Soria, del 10 de enero de 1975,  se adoptaba el siguiente acuerdo, que transcribimos literalmente de su acta: “Con motivo de celebrarse este año el centenario del nacimiento del poeta “Antonio Machado” se proyecta realizar un certamen literario en las ciudades de Soria, Baeza, Segovia y Madrid conjuntamente. Se piensa también organizar una conferencia el día 25 de febrero a cargo del Sr. Tuñón de Lara con el título “Visión de Castilla en Antonio Machado” así como un recital de poesías al (sic) de Joaquín Rodrigo”.
Un grupo de inquietos profesores del Instituto que llevaba el nombre del insigne poeta se había movilizado al efecto. Y formaron una comisión preparatoria. Cuatro miembros del claustro la integraban: Consuelo García Blanco y Emilio Moratilla García,  catedrática y profesor agregado de Lengua y Literatura Española, respectivamente; José Manuel Torre Arca, catedrático de Francés y Juan José Ruiz Cuevas, catedrático de Filosofía.
En reuniones posteriores y como consecuencia de sus deliberaciones concluyeron en acometer dos actividades centrales: un concurso entre escolares sobre la obra del poeta en su doble faceta de pensador y poeta y una conferencia por una personalidad de reconocido prestigio. Pensaron para ello en diferentes nombres y decidieron invitarlos. Entre otros a: Dámaso Alonso, director de la Real Academia Española; José Luis López Aranguren, filósofo expulsado de la Universidad en 1965 junto Enrique Tierno Galván y Agustín García Calvo y Pedro Laín Entralgo, humanista que había iniciado sus estudios de bachillerato en Soria en 1917. Por diferentes motivos, todos ellos se  autodescartaron. Y fue entonces cuando Torre Arca propuso al conocido historiador Manuel Tuñón de Lara, que ejercía la docencia en la Universidad de Pau (Francia). Se contactó con él, que les respondió con rapidez de modo afirmativo diciéndoles: “Para mi es todo un honor el ir a Soria”. Con él se convino el título de la conferencia: “El paisaje de Castilla en la poesía de Antonio Machado”, que no podía resultar más inocente.
Todo iba bien y, satisfechos del éxito de sus gestiones, se lo trasladaron al director del Instituto, Octavio Nieto Taladriz, quien a la vista de la propuesta, les dijo a los comisionados: “Yo no lo firmo”.  Y, les advirtió a todos ellos que, antes de continuar con aquello, iba a ponerlo en conocimiento del Gobernador Civil de la provincia, a la sazón Francisco Hidalgo Ramos. El temor que acuciaba al director del Instituto radicaba en que la persona que se había elegido para pronunciar la conferencia sobre Machado era ni más ni menos que un reconocido antifranquista. Y la censura del régimen, todavía en vigor, no podía permitir tamaño despropósito.
El tiempo iba fluyendo sutilmente, y hasta se produjo el relevo en la Alcaldía de Soria, puesto que al cesar su titular Raúl Ladera Vivas, el 19 de febrero la asumió José Manuel Sánchez Gil, que ya la ocupaba interinamente.
Llegado el 22 de febrero, fecha en que murió Antonio Machado en Collioure (Francia), siguiendo la costumbre, algunos profesores y alumnos cursaron visita al cementerio del alto Espino, para depositar unas flores sobre la tumba de Leonor. En su memoria no solo se leyeron algunos de sus poemas, sino también fragmentos de otros textos en prosa seleccionados de su Juan de Mairena. Según me cuentan, el corresponsal Saturio Ugarte del Río grabó las imágenes, pero estas no fueron emitidas por TVE. No obstante, al vender el reportaje, otras televisiones extranjeras las difundieron. Es el caso de la televisión mejicana. Uno de los alumnos participantes, dijo que un tío suyo residente en Méjico las había visto.
El grupo de profesores, no obstante, persistía en su empeño, por lo que el director seguía su contacto permanente con las fuerzas vivas de la ciudad (Santiago Aparicio Alcalde, Juan Sala de Pablo…), y fundamentalmente con el Gobernador Civil. La madeja conspiratoria estaba enredándose en las mentes del poder. Al declarado antifranquismo de Tuñón de Lara se añadía el hecho de la pertenencia de José Manuel Torre Arca al Comité Central del Partido Comunista de España (PCE). Octavio Nieto intimidaba a sus compañeros: “Tened cuidado, porque el Gobernador me ha dicho que esto trae consecuencias de arrestos y penas de cárcel”. Pero ellos no se amilanaron y mantuvieron el pulso en su huida hacia delante. El miedo de los representantes de la autoridad era que el problema que se planteaba fuera enfocado como “Antonio Machado represaliado” y que ello trascendiera desde los límites provinciales al ámbito nacional y aún al internacional, tan pendiente de cuanto acontecía en la España del momento. La tensión iba en aumento hasta hacerse insostenible. Y Santiago Aparicio supo rebajarla manifestando: “En este caso no se trata de una célula comunista, sino de unos grandes entusiastas del poeta Antonio Machado”.  El varapalo vino con la prohibición de la conferencia, lo que se traslado a Manuel Tuñón de Lara, que respondió agradecido por el intento con una amable carta. 
José María Martínez Laseca 
(29 de enero de 2015)

De aquel homenaje a A. Machado en 1975 (1)

De aquello ya han pasado 40 años, que es el doble de la nada que proclama el tango. Corría, entonces, el año 1975. En España seguía vigente la dictadura. Cierto es que estaba dando sus últimas bocanadas. La enfermedad de Franco llevó al futuro rey Juan Carlos a asumir la jefatura del Estado. Pero todavía serían ejecutadas cinco condenas a muerte de miembros de ETA y GRAPO. Tras el óbito de Carrero Blanco en atentado terrorista, la ETA, que lo reivindicó, era la organización terrorista española que había ocasionado más víctimas. En Portugal se acababa de producir la revolución de los claveles. Empero, en nuestro país, ahora bajo la Presidencia de Gobierno de Carlos Arias Navarro, el pueblo español continuaba sin disfrutar con plenitud de sus libertades. Por lo que, muy bien nos pueden servir estos versos para enmarcar tan crítico momento: “Ya hay un español que quiere / vivir y a vivir empieza, / entre una España que muere / y otra España que bosteza”. Su conocido autor, el poeta Antonio Machado, venía así, dentro del panorama cultural, a cobrar un protagonismo especial. El motivo era una fecha redonda, ya que se cumplía el centenario de su nacimiento, que aconteció en Sevilla y en su palacio de las Dueñas un 26 de julio de 1875.
            Y la ciudad de Soria, agradecida al autor de “Campos de Castilla”, que había cantado mejor que nadie tanto a su paisaje como a su paisanaje, no iba a permanecer impasible ante un acontecimiento de tanta relevancia que le tocaba muy de cerca, toda vez que el poeta y catedrático de francés fue uno de sus vecinos más ilustres a principios del siglo XX. Por lo que se dispuso a homenajearlo. Una de las mechas a tal efecto la había prendido el trisemanario “Soria Hogar y Pueblo” (con Fidel Carazo Hernández como propietario y Marcos Molinero Cardenal de director), al promover la creación de una comisión que se encargara de conseguir una estatua para Machado. Daba así el año de 1975 sus primeros pasos y la impaciencia iba creciendo con ello.
            En tal sentido, el domingo 2 de febrero, en la sección de Cartas al Director de “Soria Hogar y Pueblo”, aparecía una de Manuel Pedro Seseña Amezua bajo el título: “No al monumento y  homenaje a Machado” en la que se lamentaba de que hubiera transcurrido un mes de la propuesta Comisión Organizadora de los Actos para conmemorar el Centenario del Nacimiento de Machado por lo que se preguntaba: “¿Pero se ha fundado?”. En el cuerpo de su escrito decía que nada se sabía de que hubiera comenzado sus gestiones de cara a adquirir la casa donde murió Leonor para convertirla en MUSEO. Sin que tampoco hubiera noticia del Concurso entre artistas para levantar el monumento a don Antonio Machado en el corazón de la ciudad, ni de su nombramiento como hijo predilecto adoptivo. Nada de la edición que ALGUIEN se encargue patrocinar como detalle mínimo de obsequio a cuantas personalidades con este motivo se desplaezasen a Soria. Y ni tan siquiera de los actos que se han programado para el monumento a erigir por suscripción pública.
            Casualmente, al siguiente domingo (9 de febrero) en primera página de “Soria Hogar y Pueblo” se rotulaba: “Se constituyó la Comisión para el  centenario”. Había sido en la tarde del pasado viernes, día 7, en la reunión celebrada en la Diputación Provincial. Asistieron a la misma unas 40 personas, presidiendo el acto su presidente Santiago Aparicio Alcalde. Allí se nombraron cinco comisiones, a saber: Actos culturales, Turístico-culturales, Información, Promonumento y Protocolo y Actos públicos. Por designación de la Presidencia, quedaron regidas por: Octavio Nieto, Pedro Heras Varea, Marcos Molinero Cardenal, Alejandro López Millán y Miguel Moreno Moreno. Además, se constituyó un Comité Ejecutivo formado por los cinco presidentes de las comisiones reseñadas más el Alcalde de Soria, el Delegado de Educación y Ciencia, el Delegado de Información y Turismo, siendo el Presidente de la Diputación el Presidente de la Comisión.
Después se habló de las diversas actividades, entre las que destacaban: ciclos de conferencias, campañas de radio y prensa, establecimiento de una ruta machadiana, la publicación de las obras de Machado y la representación de alguna comedia de los hermanos Machado.
Santiago Aparicio manifestó que el monumento a Machado debería pagarse por suscripción. Que era necesario levantar un mausoleo en la actual tumba de Leonor, un panteón que fuese más digno que el existente. No se descartó tampoco adquirir la casa donde murió Leonor para instalar en ella un Museo machadiano. Se informó de que estaba en marcha la elaboración de unas justas poéticas y de que podría convocarse un premio literario, así como una feria del libro en el mes de junio en nuestra ciudad. Algunos asistentes sugirieron muevas ideas, entre ellas la petición a la Dirección General de Correos para que se editara un sello conmemorativo del Centenario.
Cerró el acto el Presidente de la Diputación Santiago Aparicio invitando a todos a contribuir al éxito de la celebración del Centenario a fin de hacerlo lo más grandioso posible para que “Machado –dijo- esté no solo en muestras oraciones, sino también en nuestro corazón”. De este modo se formaron las Comisiones antedichas a las que se podían incorporar cuantos quisieran.
Todo parecía estar ya encauzado por el poder establecido, con sus Instituciones al frente, para poder llevar lo programado a término. Y, sin embargo, en paralelo con todo lo anterior, una sincera e ilusionada iniciativa encaminada en la misma dirección iba a tropezar con seria dificultades como pronto veremos.
José María Martínez Laseca
(28 de enero de 2015)

Un escalofrío

Entré en el bar “El cielo” y noté su cálido ambiente tabernario. Todavía más al contraponerlo con el frío de la calle. Esta sensación térmica se agravaba por el soplo del vientecillo gélido provinente de la sierra. Bien se podía decir que dentro del Cielo era primavera, mientras que el invierno infernal se quedaba puertas afuera. Avancé, buscándome un sitio al fondo del local, mientras observaba a la clientela concurrente. Personas asiduas en los más de los casos. “El Cielo”, pensé, también se organiza en círculos asamblearios. Corrillos en los que se platica de todo en animada y franca tertulia, cual renovada democracia participativa. No en balde suele decirse que el vino es detector de la mentira y que allá, entre la gente, la verdad se emborracha y habla más de la cuenta.
Aguzando el oído me percaté de los muchos puntos del orden del día, que iban alternando a conveniencia, a falta de moderador, interrumpidos si acaso por el sorbo que daban a su consumición. Oí tratar de deportes varios, de política internacional, nacional, autonómica y local; no dejando títere con cabeza en sus discusiones. En un grupo charlaban de las cigüeñas migratorias que, antes de San Blas, habían regresado a la ciudad. Y si bien unos lo asociaban al cambio climático, otros apreciaban la fuga de cerebros no retornables. Por televisión salían imágenes de las recientes elecciones en Grecia, lo que les daban pie a opinar sobre sus posibles repercusiones en Europa, dado que ese voto aplastante a favor de la coalición de izquierda renovada Syriza había permitido a su líder, Tsipras, formar Gobierno. Unos decían que constataba la rebelión del pueblo griego, que estaba ya más que harto de un Poder endogámico y corrupto que, además de humillarlo, lo estaba matando de hambre con su nefasta gestión. Otros concluían que, pese a los ecos, Syryza no es Podemos y que España es diferente a Grecia.
Hallé, por fin, un hueco y abrí “El Norte de Castilla”. Sentí un escalofrío al leer: “Fallece el histórico socialista Antonio Pérez Solano”. Abogado de Valladolid que "buscó siempre alumbrar un nuevo orden social con la justicia y la honestidad". Juntos íbamos a comprar libros a la madrileña Cuesta de Moyano, pensando que también adquiríamos el tiempo para leerlos. Era mi amigo. 
José María Martínez Laseca 
(29 de enero de 2015)