sábado, 23 de noviembre de 2013

¿Giro a la izquierda?

"Somos el partido que más se parece a España, el partido que está en toda España" declaró el presidente de gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Entonces España, en plena burbuja inmobiliaria, iba bien -“vivíamos por encima de nuestras posibilidades”, nos reprocharían después- y el PSOE detentaba el poder y gozaba de la confianza del electorado. Pero tanta felicidad y fidelidad se quebraron aquella fatídica noche del 9 al 10 de mayo de 2010, con el primer ultimátum del Directorio Europeo: o se atajaba el disparado déficit público, o se procedía a la intervención. Y ZP, obediente, acató la orden: “cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste”, dijo. España quedaba virtualmente intervenida, bajo tutela. Así, se fue adentrando por un oscuro túnel del que todavía no hemos salido (¿indicadores?). Es más, durante tan larga travesía, gestionada por el gobierno del PP de mayoría absoluta, se ha practicado un brutal “austericidio” que está acabando con las clases medias, empobreciendo el país y dejando a la intemperie del desempleo a demasiada gente. Con el consiguiente acoso y derribo del estado de bienestar, dados los recortes en sanidad, educación, pensiones y servicios sociales. Por lo que el miedo y la inseguridad campan por todas partes. Se nos dice que ya se atisba la luz a la salida del túnel, pero ¿cómo saldremos? Sin duda que los ricos, más ricos y los más vulnerables, escaldados.
En este crudo contexto, el PSOE ha acometido su conferencia política. Acordando ideas-fuerza para reiniciarse y recuperar la confianza de los españoles. Las caras se elegirán por primarias. Con todo, pudiera no ser suficiente para volver al poder, ya que PSOE y PP han sido los beneficiarios de un régimen, que hay que reparar, causante de tanta desafección. Está muy bien responder a ¿cuál es la España que queremos? Pero además a ¿qué es ser socialista? Primero mirarse dentro para luego salir extramuros. Máxime cuando muchos vendieron su alma al diablo capitalista por un puñado de euros y privilegios. Y siguen utilizando bonitas palabras y jaculatorias como perfectas máscaras del engaño, en lugar de predicar con el ejemplo. Solo desde un compromiso ético que apueste por los mejores valores socialistas se evitará el que digan: “¡PSOE y PP, la misma mierda es!”.
José María Martínez Laseca
(21 de noviembre de 2013)

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