martes, 24 de noviembre de 2015

De la cita electoral

Ya los distintos partidos políticos presentaron sus candidaturas para el Congreso de los Diputados y el Senado, ante la Junta Electoral Provincial, de cara a las próximas Elecciones Generales del 20-D. Pronto veremos en carteles la foto reiterada, por el PP, de Jesús Posada -como si la política no entendiera de esas jubilaciones obligadas para otros profesionales de la función pública-; los rostros renovados en el PSOE (excepto acompañantes), y las nuevas caras comparecientes por Unidad Popular, Ciudadanos, Podemos, etc. Con el incomprensible caso de Mari Mar Ángulo (PP) propio de una comedia de enredo, por lo que tiene de intriga y complicada trama (ha de ahuecar el ala por si acaso la superioridad precisara meter con calzador en el Senado al hoy director general de la policía, Ignacio Cosidó, en representación de las Cortes de Castilla y León). Apenas falta un mes para que se conozca el desenlace tanto por esta circunscripción como en el conjunto de España. Pero el tiempo apremia y ya ha comenzado la acción de precampaña, con la agenda repleta, acudiendo los nominados a las villas y pueblos de la provincia para dejarse ver, máxime aquellos que son menos conocidos, y recabar apoyos. Para la expresa petición del voto dispondrán de 15 días, hasta el 18-D, en lo que es propiamente campaña electoral.
Si importantes son las listas de aspirantes, más aún debieran serlo, para nosotros votantes, los programas con los que estos partidos concurren a las urnas. Y saber así cuáles son sus propuestas-fuerza respecto a empleo, educación, sanidad, pensiones, infraestructuras, I+D+i, energía, ecología…, acordes con su ideología: socialdemócrata o neoliberal. Si son de izquierdas, de derechas o de centro. Nos interesa escucharlos en sus mítines para compararlos y saber que es lo que más les preocupa de la situación actual en que vivimos. Cómo van a afrontar el futuro dada la preocupante situación de desigualdad social por la salida en falso de la crisis económica. Si es su relato coherente o de charlatanes.
(Sangra París. Terroristas de Daesh descargaron sus mortíferas armas y robaron la luz de unas vidas confiadas y gozosas en la paz de la noche. Rabia, dolor y luto por las víctimas. Velas, flores, silencios. Fue el día 13-N, pero su impacto emocional va más allá. Hay miedo. Solo nos cabe el coraje de seguir celebrando la vida).
José María Martínez Laseca
(19 de noviembre de 2015)     

lunes, 16 de noviembre de 2015

Lucecitas y sombras

Chocante que ya sea noticia la iluminación navideña de las calles, al acortarse su tiempo de permanencia, por parte de Ayuntamientos que pretenderían con ello algún ahorro (para mí, maquillar derroches o su mala gestión). No obstante, los comerciantes alegan que esas lucecitas de colores incentivan al alza el consumo de la clientela. Y ello, pese a que no se  haya realizado ningún tipo de estudio al respecto, como sí se ha hecho con la música ambiental en los bares. Pero, no dejemos que esa magia potagia, ni el árbol de Navidad nos impidan ver el bosque de la cruda realidad que vivimos y que se plasma en el periódico. En el diario a diario.
La cuestión catalana sigue ahí, cual eclipse de sol. Este pasado lunes, 9-N,  el parlamento de Cataluña aprobó por 72 votos frente a 63 la resolución que proclamaba el proceso de secesión de España. Se ha ido aceleradamente todo lo lejos que se podía ir, cometiendo en ello un gran error de estrategia, puesto que su declaración de desobediencia, apartado 6º, es garantía de colisión con el Estado y con la propia sociedad catalana, que no quiere rupturas bruscas. 
Mucho ruido y sobreactuaciones, que no saldrán gratis, ya que, como se ha dicho, en este proceso de acción-reacción la jugada puede resultar catastrófica -sin que Artur Mas resulte investido presidente, con el reajuste de los partidos soberanistas y la convocatoria de nuevas elecciones en marzo- reforzando al PP. También aquí, tras esa ilusión inicial, se impondrá el principio de la realidad. Con luz a la trama de corrupción de toda la familia del antes muy honorable Jordi Pujol. Acometiéndose temas tan fundamentales como el paro, la privatización de la sanidad y la educación, reforma laboral, pensiones, etc., que ahora se están ocultando, como si Mas y Rajoy se retroalimentasen el uno al otro.
¿Cómo no constatar el repunte de la violencia de género, con 5 víctimas mortales, tras la multitudinaria marcha contra el machismo del 7-N en Madrid? Se necesita más educación en la convivencia, sensibilizar y concienciar a la población, y, frente a recortes, mayores recursos para la prevención y la protección de las víctimas. Mucha más responsabilidad y compromiso de todos para erradicar esta lacra social, este drama al que también podemos llamar terrorismo. Y todo esto en la antesala de las próximas elecciones generales del 20-D.
José María Martínez Laseca
(12 de noviembre de 2015)

miércoles, 11 de noviembre de 2015

El territorio del mito

Aún permitió el mal tiempo que se desarrollara por la ciudad el vistoso festival de “Las ánimas”, con la lectura de la inquietante leyenda de Bécquer. Pero, al día siguiente, el de los fieles difuntos, hacía una mañana de perros, un diluvio que parecía que no iba a escampar nunca. Por eso, “el Espabilao”, “el Chismoso” y yo, nos adentramos prestos en  el bar “El cielo”. Ya a cubierto, pedimos nuestras consumiciones y nos enredamos en entretenida y grata conversación. Porque, según Emilio Lledó, pensar es conversar. Así, por asociación, “el Espabilao” comenzó a hablarnos de esa “lluvia de ideas” para el programa de Numancia 2017. Señaló que sería bonito repetir la gesta mediante un partido de fútbol entre La Roma y El Numancia. Y que, además, se prendiera la llama del pebetero junto a Diputación en honor a nuestros héroes.  Yo, les recordé el precioso artículo de Juan Antonio Gaya Nuño, “Actualidad y eternidad de Numancia”, en “Diario de Barcelona” (20-9-1964), donde se define como peregrino a Numancia (lugar pantanoso) y nos advierte que, pese a la pobreza de sus ruinas, “ni las excavaciones, ni los museos, ni nada es capaz de conceder actualidad a la colina de Numancia, porque su esencia no es actual, sino eterna, eternísima.”         
Para vuestro deleite  -intervino “el Chismoso”- os he traído  estas “Coplillas”  que encontré impresas en un recorte de “El Avisador Numantino” de 1923,  y que dicen: “Un camino estrecho / y una cuesta pina; / el cuerpo patina / se fatiga el pecho. / No hay dos inscripciones / en ninguna piedra, / solo excavaciones / hay entre la hiedra. / Dos hombres sorianos, / sin mucha constancia / buscan con sus manos / algo de Numancia. / Poco hay entre el barro, /créamelo usté; / tan solo un guijarro / o algún peroné. / De aquellos guerreros / sin par en la historia, / ni existen letreros… / ni existe memoria. / Solo, sin embargo,  / sencillo lector, / solo existe el cargo / de conservador. / Que aquí los gobiernos, / en ciertos momentos, / dan para sus yernos, / nuestros monumentos. / La ciudad de Iberia, / llamada Numancia, / es, sin arrogancia, / una cosa seria. / Mas callar prefiero / -yo no me alboroto- / hoy solo hay dinero, / lector, para el voto.” Van firmadas por un tal E. Moyron y, a lo que se ve, no tienen el menor desperdicio.
José María Martínez Laseca
(5 de noviembre de 2015)   

miércoles, 4 de noviembre de 2015

El crimen de Castrejana

Los crímenes nos perturban por ser delitos contra la vida. El cómo se mata habla de nuestra cainita condición humana y nos lleva a conocer sus causas y los índices de criminalidad. A Pascual Madoz -ver su Diccionario (1849)-, le sorprendió la excesiva criminalidad de Soria. También a Antonio Machado a principios del siglo XX. Su amigo José María Palacio prologó “La delincuencia en España” (Soria, 1915) del magistrado Ramón Ferrer, donde asimismo salíamos malparados. José Vicente Frías Balsa recogió esta crónica negra en su libro “Crímenes y asesinatos en Soria” (1998), de la que va a publicar la segunda parte. No obstante, al tratar de lo sucedido aquí, no incluirá en sus páginas este otro crimen al que yo me refiero. Lo protagonizaron dos sorianos, aunque alejados de su tierra.
Era la España de la Restauración (1875-1902) con el despegue de la siderurgia vasca. A partir de 1879 se formaron tres empresas que se fusionarían en Altos Hornos de Vizcaya (1902). Al sur de Bilbao se encontraba el coto minero de Castrejana, con su mina Primitiva, un importante depósito de carbonato de hierro, que, desde 1881, explotaba el empresario José Mac Lennan. Allí acuden, en 1893, desde Peroniel del Campo (Soria), Justo Martínez, “el Poeta” y Andrés Burillo, “el Chato”. Era su compañero José Arteche, un minero de mal genio, casado en 1892 con Casilda, natural de Miranda de Ebro, 30 años, pequeña y gruesa, de facciones duras, alfabeta y antipática, que unos años antes había llegado a Bilbao como criada. El matrimonio completaba sus ingresos alquilando una habitación, por lo que “el Chato” y “el Poeta” se trasladaron, de pupilos, a vivir con ellos. Transcurrieron solo cuatro meses de convivencia y durante ese tiempo arreciaron los conflictos matrimoniales.
Arteche, afectado por los celos, reprendía a Casilda su conducta, por lo que la mujer deseó la desaparición de su marido. Así, en la madrugada del 7 de febrero de 1894, a la hora del desayuno, Justo y Andrés acabaron con Arteche a martillazos y arrojaron su cadáver al río Cadagua. El tenso juicio por asesinato se celebró con jurado popular los día 29 y 30 de abril de 1895 (hace 120 años) y levantó morbosa expectación. ¿Crimen pasional? Nunca se supo. La sentencia fue de pena de muerte para los tres. Pero no se ejecutó. 
José María Martínez Laseca
(29 de octubre de 2015)

Y la brecha digital

“Las infraestructuras -y esto lo dice un hombre tan importante, como el Presidente del Gobierno Mariano Rajoy- son muy importantes”. (Él siempre gusta de solemnizar lo obvio, como cuando expresa públicamente que “un vaso es un vaso y un plato es un plato”). Dos acepciones recoge nuestro Diccionario de la lengua española (edición del Tricentenario) a este respecto: 1. f. Obra subterránea o estructura que sirve de base de sustentación a otra. 2. f. Conjunto de elementos, dotaciones o servicios necesarios para el buen funcionamiento de un país, de una ciudad o de una organización cualquiera. Se habla, en consecuencia, de diferentes tipos de infraestructuras, que pueden clasificarse en dos grupos: a) productivas (de regadío, industriales…) y b) sociales (sanitarias, educativas…).
Entre las primeras se encuentran las de las comunicaciones. Las denominadas viarias o de transporte, que suponen un motor de desarrollo y de vertebración del territorio. La carencia o insuficiencia de las mismas adquiere un carácter estratégico como factor condicionante del crecimiento económico, especialmente en áreas territoriales de escasa accesibilidad geográfica, cual es el caso de nuestra provincia de Soria. De aquí que se reclamen voz en grito: finalizar la A-15 Madrid-Soria-Tudela, de la que resta su último tramo, impulsar la A-11 o Autovía del Duero e, incluso, la conexión con el AVE, electrificando la línea del Torralbilla. Y, de nuevo, acudo al criterio de autoridad de Rajoy para fijar posición, cuando sentencia: “Es muy fácil prometer infraestructuras, lo más difícil es hacerlas”.
Si en lo antedicho andamos en desventaja, otro tanto nos ocurre en las telecomunicaciones, en aras a garantizar nuestro acceso a la sociedad de la información y de la comunicación. Pese a que se nos anuncia: si ves el cielo, tienes Internet; lo cierto es que en nuestra provincia padecemos grandes carencias, como reconoce un estudio de la Diputación Provincial, que trata de dar cobertura a donde otros no llegan. Es imprescindible, con una mayor velocidad de navegación, para posibilitar nuestra igualdad en la competitividad y para garantizar el asentamiento en el medio rural. Sus mujeres (AMFAR) lo ven como apuesta de futuro. De ese “futuro en el que vamos a vivir -Rajoy dice- lo que a todos nos resta de vida”. Fin de la cita.
José María Martínez Laseca
(22 de octubre de 2015)