miércoles, 29 de enero de 2020

La Audiencia de lo Criminal


En la ciudad de Soria, el día 25 de octubre de 1883, a las 11 de la mañana, se abría el juicio oral y público por el crimen de Pedro Muñoz, ocurrido el día 13 de noviembre de 1882 en Santa María de las Hoyas. El dibujo de J. J. García (en “Recuerdo de Soria”, nº 4, 1884, 1ª ep.) muestra la vista de la Sala de Audiencia repleta. “Un local reducido, oscuro y no del mejor aspecto”, según las crónicas. Por ello, mucha gente vio defraudadas sus esperanzas de presenciar los debates del proceso. A derecha é izquierda del Tribunal estaban, en primer término, los representantes de la acusación fiscal y privada y los letrados de los procesados, ocupando estos dos pequeñas gradas situadas a derecha e izquierda del Tribunal. Los Procuradores se situaban en un banco a espaldas de la mesa del Secretario, viéndose en el centro de la sala otra mesa con las piezas de convicción. Los representantes de la prensa tenían reservado un sitio de preferencia.       El juicio oral y público era la gran innovación, frente a las anteriores formas del procedimiento escrito. Lo que despertó un mayor interés de la opinión pública. Con ello, algunos abogados sorianos como Pedro Antonio Sánchez Malo, Anselmo Tudela y Antonio Ruiz Zalabardo cobraron notoriedad.
El nuevo sistema judicial había implantado las Audiencias de lo Criminal en España y estas se mantuvieron durante toda una década (1883-1892).  En la provincia de Soria, que entonces contaba 153.652 habitantes, con 540 pueblos distribuidos en 5 partidos judiciales, funcionó  desde el 2 de enero de 1883, en que se inauguró el tribunal presidido por Francisco Roca de la Chica, hasta el 26 de julio de 1892, cuando se convirtió en la Audiencia Provincial de Soria. Para su sede, el Ayuntamiento de Soria, en sesión de 4 de noviembre de 1882, cedió su propia Casa Consistorial y cárcel, construida en 1773 y porticada con cinco grandes arcos de medio punto. (Desde su reforma en 1991 es el actual Centro Cultural Palacio de la Audiencia).
            Precisamente, con su tesis sobre “La Audiencia de lo Criminal de Soria” Jesús Gómez Tierno se doctoró en Derecho   –Sobresaliente “cum laude”–  por la Universidad de la Rioja el 14 de diciembre de 2019. Un laborioso trabajo de investigación del que informó en la conferencia dada el pasado 14 de enero en la otrora Audiencia de la Plaza Mayor. Con la enorme satisfacción de compartir con sus paisanos los conocimientos adquiridos.
José María Martínez Laseca
(30 de enero de 2020) 

Prostitución


Reclamó mi atención en cuanto llegó a mis oídos, acaso por las ondas de la radio, la noticia. Prostitución es la actividad u ocupación de la persona que tiene relaciones sexuales a cambio de dinero. Mujeres y hombres. Gaya Nuño hablaba en “El Santero de San Saturio” (1953) de “las de allá arriba”, por encontrarse entonces los prostíbulos ubicados en la calle Marmullete, parte alta de la ciudad de Soria. Después, esos establecimientos donde se ejercía formaron parte de una Guía provincial no tan secreta. Claro que en este caso se trata de una obra teatral así titulada, porque se centra en un tema cercano al que tan hipócritamente se le hace la vista gorda. Y se  corresponde con el denominado teatro documental por ser consecuencia directa de una investigación previa, hecha sobre el terreno para conocer el estado de la cuestión. Con la aportación cruda y dura de algunas trabajadoras del sexo. Así, representar nuestra historia, el mundo de la prostitución, considerado espejo de nosotros mismos supone la voluntad de conocernos mejor, toda vez que nuestra sociedad de hoy es el resultado de lo que construimos o destruimos ayer. Por ello, cualquier parecido de lo creado sobre las tablas con la realidad no es una mera coincidencia.
            Las cifras oficiales conocidas hablan por sí solas. Hay en España cien mil prostitutas, a las que se añaden otras cuarenta mil mujeres atrapadas en redes. Y la prostitución mueve más de cinco millones de euros al día. Empero, más allá del problema económico y social, se da una dificultad política referida a su abolición o a su regularización. Ambas posturas tienen sus correspondientes partidarios y detractores.  También llama la atención la estigmatización de las mujeres que ejercen el denominado oficio más viejo del mundo, si bien lo que clama al cielo es que en la España del siglo XXI exista la esclavitud. Dentro de todo el sistema están el patriarcado, el machismo y la violación como hechos fundacionales.
            Su director, Andrés Lima, con ayuda de su habitual colaborador Albert Boronat, ha elaborado, pues, una compleja dramaturgia, protagonizada por las actrices Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste. Durante estos días se representa en el Teatro Español de Madrid. Sin duda, una función llena de debate. Que pretende mover y remover al espectador, hacerle un montón de preguntas para que después, en su vida cotidiana, le alimente. ¡Para verla!
José María Martínez Laseca
(23 de enero de 2020)  

Recordar a los mejores

El tiempo pasa y cambiamos, pero, gracias a los recuerdos, no perdemos lo vivido. Porque las evocaciones forman parte nuestra vida y constituyen las raíces de su ser. Solo muere lo que se olvida. Tal cavilaba yo, buscando su concreción sobre la piel de mi ciudad de Soria. ¿Cuántas placas lucen las fachadas de sus casas celebrando a aquellas personas destacadas que nos sirven de ejemplo?
          Me llamó la atención la escasez de las que pude localizar. Así, de los vecinos paisanos que nos precedieron, apenas encontré 3. La del “filósofo insigne” y sacerdote Antonio Pérez de la Mata (1842-1900) en la calle Real, actual nº 5, puesta en 1910; la del “ilustre soriano” y director de “Noticiero de Soria”, Pascual Pérez Rioja (1856-1924) en la calle Aguirre y la del “ilustre americanista” y archivero José Tudela de la Orden (1890-1973), en la calle Caballeros, fijada en 1988. De personajes foráneos, algunos por aquí transeúntes, pude dar con estas 6: la de la monja escritora santa Teresa de Jesús (1515-1582) en el convento carmelita de la plaza Fuente Cabrejas; la que exhibe el Ayuntamiento en su portada en homenaje al escritor Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), con motivo del tercer centenario de la edición del Quijote en 1905; la del fraile y dramaturgo Tirso de Molina (1579-1648) en el convento de La Merced; la de los hermanos Bécquer [el poeta Gustavo (1836-1870) y el pintor Valeriano (1833-1870)] en la céntrica plaza de Herradores; la del poeta del 27 Gerardo Diego (1896-1987), donde estuvo la casa-pensión de “Las Isidras” frente a la plaza San Esteban y la del filósofo Julián Marías (1914-2005) en el estrecho de la calle El Collado. 
        Visto lo visto, concluyo que somos cicateros en el reconocimiento del mérito ajeno. Y misóginos. Más dados en alabar a los de fuera que a los propios, acaso por envidia. Alguien podría hablarme de placas con poemas de Machado por el suelo y de estatuas, nombres de calles, plazas y centros. Incluso de lápidas en las tumbas del alto cementerio de El Espino. Claro que aquí el ansia recaudatoria municipal troca la paz perpetua de los muertos en efímera, finiquitando un indiscutible lugar de memoria. Si acaso, la inmortalidad está en la memoria de los otros y en la obra que dejamos. “Cada uno de nosotros es, de algún modo, todos los hombres que han muerto antes. No solo los de nuestra sangre”. Y nadie muere mientras se le recuerde.
José María Martínez Laseca
(16 de enero de 2020)

Los malos perdedores

Día 7 de enero de 2020. Martes. Amanece. Frío, heladas y nieblas. Pero saldrá el sol. El Congreso de los Diputados centra la vida política española y reclama todas las miradas. Hay mucho en juego. A las 12 del mediodía está convocado el inicio de la tercera sesión plenaria del debate de investidura. En las previas del día 4, sábado, y del domingo, 5, se vio de todo. La bancada del PP abucheó constantemente la intervención del candidato Sánchez, en una clara estrategia por reventar el debate. (Únicamente no se es libre para atacar la libertad ajena, dijo Unamuno). Casado usa el tono más duro, pues siente a Vox pisarle los talones. Le acusa de romper España. Sánchez le responde que lo que se va romper es el bloqueo. Le recuerda que en el 2019 se celebraron 5 elecciones, que ganó el PSOE y perdió el PP. Que lo asumiera. Pero es inútil, frente a esa dinámica de furia y ruido. Intervendrán los portavoces de todos los grupos. Curiosas alusiones a escritores: Galdós, Borges, Neruda, Jovellanos, Ángel González. Al cierre, la votación de los 350 diputados resultó fallida: 166 votos a favor, 165 en contra, 18 abstenciones y una ausencia (UP). Se requería mayoría absoluta. 
          En esta ocasión, los grupos dispusieron de un tiempo inferior para plantear sus posiciones. Pero, las tres derechas reinciden en su descalificación del candidato. Se apropian de la Constitución en exclusiva, aunque se subieron al carro ya en marcha. El exabrupto sigue primando en ellos, por encima del debate de ideas. Arrimadas limosnea un solo voto tránsfuga. Y, en contra de amenazas y presiones ejercidas sin ningún escrúpulo, todo resultará conforme a lo previsto: 167 'síes'. 165 'noes' y 18 abstenciones. Tras 254 días del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez resulta investido Presidente. Ayer, día 8, prometió su cargo ante el Rey. España va a tener un Gobierno de coalición de izquierdas (PSOE + UP). Empero, hasta la semana que viene no desvelará los nombres de sus ministros. Toca gobernar con esa mayoría exigua en la que la independentista Ezquerra será determinante. Como prueba de fuego la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Para afrontar los grandes desafíos y los graves problemas sociales de desigualdad, precariedad y pobreza, que es lo que más divide a España. Y queda claro que cuando la derecha no gobierna siempre anuncia el horror a través de sus heraldos y trompeteros.
José María Martínez Laseca
(9 de enero de 2020)

Galdós y Soria


Entramos expectantes en el nuevo año 2020. Queda atrás el viejo de 2019 con sus incertidumbres. La vida se vive hacia adelante, pero se comprende hacia atrás. Conviene reflexionar sobre el pasado y tener proyectos de futuro. Porque, mantener el entusiasmo por vivir, las ganas por descubrir nuevas cosas y el deseo de aprender  supone beber en la fuente de la eterna juventud. Somos miembros, por ende, de una colectividad y tenemos una historia en común. Empero, es la pasión por la literatura lo que nos hace tan humanos, dada su capacidad de sanar y de hacernos soñar. Frente a urgencias de satisfacción inmediata con el mínimo esfuerzo, las grandes desigualdades, el trabajo indecente y el pernicioso vicio de algunos por permanecer en el poder.
            Este que estrenamos es el año Galdós. En su recordatorio. Va a hacer 100 años de aquella madrugada del 4 de enero de 1920, en que Benito Pérez Galdós (Las Palmas, 1843-Madrid, 1920) moría en su casa de la calle de Hilarión Eslava. Tenía 76 años y estaba casi ciego. Escritor realista, de producción prolífica y variada. Con sus 46 Episodios nacionales; novelas de tesis como “Doña Perfecta”; contemporáneas como “Fortunata y Jacinta” o “Miau” y espiritualistas, cual “Misericordia”. Y sobresaliente en los campos del arte dramático y del periodismo. Equiparable a los grandes narradores europeos del XIX. Nominado al Nobel varias veces. No lo ganó por envidias. Somos así. “El garbancero”, lo apodó Valle-Inclán.
            En 1909 –cuando Machado se casa con Leonor y Schulten excavaba en Numancia, Galdós publicó una curiosa novela: “El Caballero encantado”. Va de Don Carlos de Tarsis y Suárez de Almondar, marqués de Mudarra y conde de Zorita de los Canes, terrateniente y oligarca, que mantiene su tren de vida golfa gracias a la explotación de los campesinos. La Madre (Clío, España), lo transforma, en jornalero miserable, y le hace peregrinar por Castilla la Vieja, en busca de su propia purificación y de su enamorada, la maestra Cintia. Desencantado y regenerado, Carlos-Gil, junto a su amante, luchará por desencantar y regenerar al país entero. Ocurre por la provincia de Soria. En ella se dice: “Ya no hay mozas en el pueblo, que se han ido a Soria y al Burgo, a ser criadas o pior cosa” o nuestra agricultura “es y será siempre servidumbre”.  Trabajo y cultura redentores. Trabajo para realizarnos como personas. Cultura para ser. ¡Leamos a Galdós!
José María Martínez Laseca
(2 de enero de 2020)