sábado, 14 de septiembre de 2019

El Cid cabalga


Sabido es que el Cid (señor, en árabe) es una figura destacada en el proceso de Reconquista de la península ibérica. Que existió realmente en el siglo XI, con el nombre de Rodrigo Díaz (Vivar (Burgos), 1048?-Valencia, 1099). Fue el infanzón castellano que llegó a dirigir su propia mesnada de fieles guerreros de forma autónoma, sin depender de ningún rey. Se le apodaba el Campeador por su destreza en las batallas campales. Y, como mercenario, ofreció sus servicios profesionales al mejor postor, ya fuera este cristiano o moro. Conquistó por su cuenta la ciudad de Valencia en 1094 y la custodió hasta su muerte, reteniéndola después su esposa Jimena hasta 1102, en que volvió al dominio musulmán.
Pero, su otra faceta más difundida es la que construyó, pasados los cien años, la leyenda. La del “buen vasallo si hubiese buen señor”. Del caballero voluntarioso y valiente, defensor de su honra, buen esposo y buen padre de familia. (Elevándolo más tarde a la categoría de héroe nacional. De la Castilla que hizo a España). Siempre los hombres han necesitado de seres superiores en los que confiar. Y la figura del Cid Campeador se vio agigantada para que sirviera de ejemplo. Propagándola. Así, el “Cantar de  mío Cid” sería una suerte de arenga para que las gentes se implicaran en la cruzada contra los invasores. Sabemos que el copista fue un tal Per Abbat, al que Timoteo Riaño ubicaba en Fresno de Caracena. Y su principal estudioso, Ramón Menéndez Pidal, atribuyó su autoría a dos juglares sorianos: el uno de Medinaceli y el otro de San Esteban de Gormaz.
            Ahora, el Cid se ha puesto de moda. Por una parte, porque, tras “una vida azarosa”, el códice original del “Cantar de mío Cid” (s. XIV) se exponía por primera vez al público, a primeros de junio, en la Biblioteca Nacional. Y hasta el escritor Arturo Pérez Reverte se ha metido en su piel para escribir su novela “Sidi”. Y por otra, que también nos toca muy de cerca, porque Amazón Prime está rodando una serie para televisión con el Campeador como protagonista. Una suerte de “Juego de tronos”. Donde se potencian escenarios paisajísticos y monumentales de nuestra provincia y que cuenta con muchos sorianos como extras. Así, vemos con Manuel Machado que: “Por la terrible estepa castellana, / al destierro, con doce de los suyos / -polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga”. Ganando otra batalla, después de muerto. 
José María Martínez Laseca
(12 de septiembre de 2019)

Panorámica

Tras concluir agosto, volvemos a la rutina de los trabajos y los días. El paréntesis vacacional nos ha permitido visibilizar como la Soria vaciada se rellenaba de gente, temporalmente, por nuestros pueblos. Difuminado el hechizo, en lo cotidiano tornamos a ser súbditos del triunvirato imperante: dinero, política y deporte. En este último ámbito, porque ya ha comenzado la adictiva liga de fútbol. El deporte-espectáculo, cual bálsamo de fierabrás. Una modernización del “pan y circo” romano, que proveía a la masa de alimentos de baja calidad y de entretenimiento con criterios asistenciales. Bien se sabe que “en el mundo de hoy no hay mayor pecado, / que el de no seguir al abanderado”. A fin de cuentas, ya están quienes cavilan y deciden por nosotros. Pensar por tu cuenta y comprometerte podría acarrearte una mala reputación.
       En cuanto a la economía (o dinero) globalizada, nos mosquean, entre otros, la guerra comercial entre EEUU y China y la desaceleración en Alemania. Por si acaso nos adentráramos en una nueva recesión mundial. En España, negativo lo laboral, por la temporalidad, con 54.371 parados más, subiendo la cifra a los 3.065.804. Ha ido mal en todas las autonomías, menos en la nuestra de Castilla y León, donde mejora en 6 personas. (Así que esta vez estamos por encima de la media y del calcetín). Son necesarias, pues, más políticas activas de empleo para reciclar las capacidades de todos aquellos que aspiran a conseguir un trabajo. Preocupan, por ende, el descenso de la venta de coches en un 30% y la menor afluencia de turistas, sobre todo de ingleses y alemanes. 
       También, el inicio del curso político se encuentra sumido en la incertidumbre. Con el pretendido Brexit salvaje de Boris Johnson en el Reino Unido, los ultra que suben en las votaciones de Alemania o la curiosa alianza contra Matteo Salvini en Italia. Mientras tanto, por aquí continúa el bloqueo político a la investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno. Deshojando la margarita de Unidas Podemos, que no suma bastante. El resultado final evitará o precipitará unas nuevas Elecciones Generales. Ello con el inminente fallo del juicio del procés. A lo que se añade ahora la imputación a tres expresidentes de la Comunidad de Madrid (Aguirre, González y Cifuentes), por presunta financiación ilegal del PP. Hay mucho en juego. Suspense y emoción no van a faltar. 
José María Martínez Laseca
(5 de septiembre de 2019)