jueves, 29 de marzo de 2018

Venida del ministro

La primavera ha venido, pero nadie sabe cómo ha sido, dados los imperantes fríos invernales. Quién sí que se acercó por aquí, el pasado jueves 22 de marzo, desde Madrid en su coche oficial, fue el Ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, sin duda el más deseado por estos pagos, dada nuestra cuaresma de infraestructuras, empolvadas por el largo olvido institucional, ya que nos tienen cual naufragos en islote, rodeados por todas partes por la red de comunicaciones de alta velocidad. 
      “Siempre que viene un ministro -decía el otrora poderoso Presidente de Galicia, Manuel Fraga- trae un pan debajo del brazo”. Pero, este ministro, sin embargo, vino hasta Valdenarros, a un punto de cuneta en el tramo de la autovía del Duero o A-11, que por ahora sale de ningún sitio para llegar a ninguna parte, pese a ser la gran prioridad de siempre del PP, habló a los medios de comunicación y se largó dejándonos con un regusto a ajo y agua. Eso sí, como estudiante que oposita a plaza vacante, repitió de carrerilla el temario aprendido de memoria de cuantos proyectos tiene pendientes nuestra provincia. Así, en su narrativa dio cabida a la susodicha Autovía A-11 (al tramo en obras entre Santiuste y El Burgo de Osma, 8,5 Km. por 37,5 millones de euros, que se acabará para fin de año, dentro de las entregas que se harán a plazos en el cuán largo me lo fiáis. También de la A-15 o Autovía de Navarra, que debe actualizar el proyecto Los Rábanos-Fuensaúco, y que de aquí hasta Ágreda sigue sin elaborarse. Dijo que se va a licitar la línea de Autobús Soria-Calatayud de conexión al AVE. De eliminar limitaciones de velocidad en el trenecito de Soria-Torralba. Que le parecía bien lo de la estación intermodal de Soria y que lo de las travesías de la Ciudad está en el tejado del Ayuntamiento. Que la pasarela de Camaretas incluirá partida en los PGE (sin mentar la de Las Casas). Nada sobre telecomunicaciones. 
      Solo la buena nueva de una empresa interesada por la apertura y explotación del tramo ferroviario Castejón-Soria. Si no es porque la prensa le presta altavoz a su relato, fuese y no hubo nada. Por aquí la primavera tarda, pero ya echa margaritas blancas la campaña de los partidos políticos de cara a las elecciones municipales, autonómicas y europeas del próximo año 2019. Y lo que te rondaré, morena, mientras tanto. 
José María Martínez Laseca
(29 de marzo de 2018)

miércoles, 28 de marzo de 2018

Patrimonio cultural europeo

Patrimonio es la hacienda que heredamos. En tal sentido se tiene por patrimonio cultural histórico al conjunto de bienes acumulados a lo largo de los siglos, que, por su significado artístico, arqueológico, etc. son objeto de protección especial por la legislación. En tanto que europeos estamos dentro de un claro destino cultural. Con toda evidencia, como advertía J. A. Gaya Nuño en su libro “El arte europeo en peligro” (1964), hay un modo de ser y de vivir europeo, ni más ni menos que una filosofía y una gastronomía, que una lírica o una determinada predisposición religiosa. Hay un arte europeo, de riqueza tal en sus variantes y sus evoluciones cual para dar lugar a los empréstitos más diversos. Pues bien, El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE aprobaron, el 17 de mayo de 2017, la declaración de este 2018 como Año Europeo del Patrimonio Cultural. Dado su incuestionable valor educativo y social, su considerable potencial económico, así como su importante dimensión en cooperación internacional. De ahí su apuesta por fomentar el intercambio y la valoración del patrimonio cultural de Europa como un recurso compartido, sensibilizar acerca de la historia y los valores comunes y reforzar un sentimiento de pertenencia a un espacio común europeo.
      En España, esta declaración fue presentada por el Presidente de Gobierno el 13 de febrero en Palencia. El Comisario Europeo de Cultura la mostró como una oportunidad para conocer los valores del viejo continente, los pueblos donde se enraíza nuestro pasado; como una oportunidad maravillosa para llamar la atención de todas las influencias culturales que han conformado nuestra identidad. Para conocerlas mejor. España es el tercer país con mayor número de bienes declarados en el mundo. Y nuestra comunidad de Castilla y León cuenta con más de 2.200 BIC, 8 reconocidos como patrimonio mundial por la UNESCO, 22 conjuntos históricos, hasta 23.000 yacimientos inventariados y más de 3.000 bienes de arte sacro. Todo un recurso estratégico para reforzar nuestra cohesión territorial, la dinamización económica y la creación de empleo. Como advirtió el Presidente Herrera, se trata de un motor de desarrollo local por la oferta turística diferenciada de interior y de calidad que ha generado. Antídoto contra la despoblación. En fin, “Nuestro patrimonio: donde el pasado se encuentra con el futuro”. 
José María Martínez Laseca
(22 de marzo de 2018)

Pensiones y tensiones

Es de sobra conocido el tradicional carácter ahorrador de los sorianos. Como si en su sentido previsor lo repartieran mentalmente en tres montoncitos. El primero, se decían, puesto que la salud es lo que importa, iría destinado a responder con la debida atención médica ante cualquier enfermedad que les pudiera sobrevenir; el segundo para darles a sus hijos una buena educación que les posibilitara vivir mejor que ellos y el tercero para disponer de un remanente suficiente que les aportara cierta seguridad en el otoño de sus días. Esto es lo que vino a avalar el denominado Estado de Bienestar con sus tres pilares de sanidad, educación y pensiones, establecidos como derechos para todos los ciudadanos y no como mercancías. Cabe decir del mismo que se quedó en un estado incipiente, sin alcanzar las cotas de cobertura de los países socialdemócratas punteros. Y hasta hemos podido comprobar cómo este ha ido desmoronándose poco a poco por dejación de los gobernantes políticos que han provocado el deterioro de los servicios públicos de manera interesada, tendente a su privatización, amparándose en la coartada de la crisis económica. Todo ello ha derivado en el aumento de las desigualdades en España, con especial incidencia en el deterioro de las condiciones de vida de las clases más desfavorecidas.
      Recientemente, y dentro de este contexto, en el que además por parte del Gobierno se viene presumiendo de un crecimiento económico del 3%, se ha situado en el centro del debate social el importante tema de las pensiones. Ello por el elevado número de afectados, ya que supera los 9,5 millones de personas (en Soria un total de 22.000) y porque estos han comenzado las movilizaciones de carácter reivindicativo. En una doble dirección: para corregir el excesivo deterioro de su poder adquisitivo, como consecuencia de su congelación o un mísero incremento de las mismas en un 0, 25 %, cuando los precios de vivienda, luz, calefacción, teléfono, alimentación, medicinas, etc. crecen sin cesar, y, asimismo, para garantizar la suficiencia y la sostenibilidad del sistema público, cuestionadas por el saqueo de la hucha de la Seguridad Social. Conviene que no olviden nuestros políticos que la calidad democrática de un país también la mide el trato solidario que da a sus mayores. Y sobran burdas excusas.
José María Martínez Laseca
(15 de marzo de 2018)

Del día de las mujeres

Ya advertía, con tino, nuestra paisana poeta Concha de Marco que no debería conmemorarse este tradicional Día internacional de la mujer mientras no se celebrara el Día internacional del hombre. Ello desde su posición feminista, defensora del principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre. No se estableció este Día en recuerdo de las 129 obreras muertas en el incendio de una fábrica americana el 8 de marzo de 1908. Tampoco resonaría la huelga de trabajadoras textiles en Nueva York en tal fecha de 1857, duramente reprimida por la policía. Frente a los desacuerdos en distintos países, fueron la primera guerra mundial y la revolución bolchevique las que impusieron la declaración del 8 de marzo. En Petersburgo, obreras y esposas de soldados se manifestaron el 23 de febrero de 1917, reclamando pan para sus hijos y el regreso de sus maridos del frente. Sería la II Conferencia de las mujeres comunistas, en Moscú el 14 de junio de 1921, la que lo asentara, honrando a aquellas mujeres que se manifestaron contra el zarismo. (El ajuste de los 13 días entre el calendario juliano y el de occidente, marca la fecha actual). Aquellas mujeres iniciaron la revolución rusa.
      La convocatoria de huelga feminista, para hoy, en nuestro país ha caldeado el ambiente, consiguiendo una movilización arrolladora, que algunos desde el Gobierno trataron de descalificar tildándola de política. De “elitista e insolidaria” y “excluyente”. “Precisamente en el momento en el que mejor se encuentra la situación de la mujer”, declaraba el Secretario de Estado de la mujer. Y el obispo de San Sebastián José Ignacio Munilla arremetía contra el feminismo "radical o de género" asegurando que "el demonio ha metido un gol desde sus propias filas" a la causa feminista. Muy lejos quedaban aquellas importantes conquistas logradas por las mujeres españolas durante la Segunda República, relegadas después por la dictadura franquista a quedarse en casa a cuidar de su prole. Con el único horizonte de un matrimonio que las anulaba. Larga y ardua ha sido la lucha feminista en avances contra la discriminación y a favor de la igualdad real de trato y oportunidades en el empleo y en la ocupación a hombres y mujeres. Para corregir esa brecha de género. Modificando el reparto de poder y las reglas de juego. Se activa, pues, en este Día, la revolución aún pendiente. 
José María Martínez Laseca
(8 de marzo de 2018)

viernes, 2 de marzo de 2018

Castilla y León: 35 años

Nueve provincias: una Comunidad, decía la canción en una campaña institucional de nuestra región de Castilla y León, definida como “histórica y cultural” en su Estatuto de Autonomía, aprobado el 25 de febrero de 1983. Hace ya 35 años. Por la vía lenta del art. 143 (frente a otras por la rápida del 151), cuyo derecho reconocía el art. 2 de la Constitución Española de 1978. Se trataba en aquel contexto de la transición política, de pasar de la dictadura franquista a la España democrática y de las libertades, de propiciar fórmulas de autogobierno, mediante la descentralización de competencias. Y a la vez contrarrestar las reivindicaciones nacionalistas de vascos y catalanes, concediendo “café para todos”. El pacto de Estado, de julio de 1981, entre la UCD y el PSOE para la configuración del mapa autonómico, integraba finalmente en el conjunto, dadas sus similitudes sociales, económicas e históricas, a León y Segovia, que trataron de excluirse. Quedaron fuera Logroño y Santander, conformadas como las Comunidades uniprovinciales de La Rioja y Cantabria. Con la nueva administración autonómica, Soria –la única que no limita con Valladolid– se situaba una vez más en la periferia. No se vivió el proceso, pues, como una reivindicación identitaria.
          Al hacer balance del uso hecho del Estatuto de Autonomía (4 años del PSOE y 31 del PP) como el mejor instrumento para contribuir a forjar nuestro propio destino, en cuanto a desarrollo y progreso, se advierte –máxime en este tiempo de crisis económica y de desempleo– una visión más pesimista que optimista. Con el grave problema demográfico de futuro: poca gente, envejecida y dispersa. Quejas de fuga de cerebros. De la falta de recursos en los presupuestos, fondos de compensación interterritorial y europeos, con efectos correctores de los desequilibrios. Se habla de duplicidades administrativas. Del Senado que no es cámara territorial. Del retraso en la autovía del Duero. y la reforma del Hospital de Soria. De las corruptelas en torno a las Cajas de Ahorro –que iban a ser el músculo financiero– y parques eólicos. Del deterioro sanitario, educativo y de prestación de servicios sociales, pese a presumir tanto de ellos. Hay falta de oportunidades. En fin, que abunda el victimismo por agravios e insolidaridades a la hora de lograr una auténtica vertebración del territorio y una mayor cohesión social. 
José María Martínez Laseca
(1 de marzo de 2018)