sábado, 30 de diciembre de 2017

El caso de La Pica

Pese a que al amigo FS le sobraba erudición en la materia, a mí, la verdad sea dicha, es que me costaba creerle cuando me contaba sus cuitas sobre la presencia de OVNIS en nuestra provincia de Soria. Que me mostraba yo muy escéptico al respecto, vamos. Empero, mientras estaba comiendo uno de los días pasados, irrumpió en el informativo de Antena 3 la noticia que reclamó una mayor atención por parte de mis ojos y oídos. Ni más ni memos que el mismísimo Pentágono de USA reconocía haber tenido un programa para investigar objetos voladores no identificados, aunque se afirmaba allí que ya lo había dado por concluido en 2012. Algunos medios aseguraban, no obstante, que aún hoy en día lo seguían manteniendo en vigor. Así que no me quedó más remedio que retractarme de mis recelos y otorgar verosimilitud a lo que FS me narró en relación con el caso de La Pica. 
          Por tal nombre se conoce a la sierra que se interpone entre los pueblos de Tajahuerce y Peroniel, de la comarca cerealística del Campo de Gómara, una de las tempranamente afectadas por el fenómeno de la despoblación. Aunque, también corresponde su apelativo al poblamiento (una casa de labor) ubicado en su ladera, por donde cruza un arroyo que hace más propicias sus tierras al cultivo, con finos pastos para el ganado. Sus orígenes se remontan a los siglos X-XI cuando esta zona era frontera entre los reinos cristianos y bereberes. De ahí su alta torre defensiva, integrada en la “Ruta de los torreones”, junto con las de Noviercas, Hinojosa del Campo, Masegoso, Aldealpozo y Castellanos. En la actualidad se trata de un despoblado, con sus edificios totalmente arruinados. Todavía pueden observarse puertas y ventanas en piedra de sillería, que forman parte de lo que otrora fue el palacete de los Bravo de Saravia, cuyo título nobiliario del Marquesado de La Pica, se le concedió en 1684 a Francisco Bravo de Saravia y Ovalle, como pago por los servicios prestados en Chile durante las guerras de Arauco. 
            Allí lucía su ostentoso escudo, cuyo dibujo se reproduce en el estudio de Carlos J. Larraín “La Torre de la Pica y el Señorío de Almenar” (1947). El mismo cuya foto aparecía en una publicación sobre patrimonio artístico soriano de los años 70. Su desaparición la achacaba FS a los OVNIS. “Sin duda que fue abducido por uno de ellos”, me insistía.
José María Martínez Laseca
(28 de diciembre de 2017)

sábado, 23 de diciembre de 2017

¿Hay OVNIS en Soria?

Me lo contaba FS aquella noche de otoño, tras asistir a la presentación del muy recomendable libro “Los árboles de Petia” de César Ibáñez París. Fue cuando el paso de Ana, la ciclogénesis explosiva que a nosotros nos trató con cierta indulgencia, pues apenas se hizo notar. Surgió la cosa al calorcillo de una charla posterior, regada con unos sorbos de buen vino. Que había OVNIS en Soria, me espetó FS a bocajarro. Tal cual. Venía a cuento, precisamente, del primero de los cuentos agavillados en el mentado libro, en concreto del titulado “Fiesta simpática” y que va de cuando, durante nuestra Guerra Civil por antonomasia, la de 1936-1939, hicieron acto de presencia en nuestra provincia los italianos, apoyando con armas y bagajes la sublevación de los facciosos. Es sabido que Soria se decantó desde el primer momento a favor del bando nacional, permaneciendo en la retaguardia ya que el frente de guerra se estableció en la colindante provincia de Guadalajara.
En el pueblo de Renieblas, pongo por caso, dejaron inscrita su huella en las piedras sillar de una portada (junto al bar), en las que reza: “W IL REY”, “W IL DUCE” y “REGG ART VOL LITTORIO”, además del dibujo del yugo y las fechas y una bomba con su mecha ardiendo, insignia de la división de artillería a la que pertenecían. Por otra parte, los oficiales de la aviación tuvieron ubicado su cuartel general en el Instituto de Segunda Enseñanza de Soria (hoy “Antonio Machado”). Esto se debe al importante cometido que desempeñó el aeródromo de Garray para sus aviones, dado tan estratégico enclave. A los mandos de Vittorio Cannaviello y Gildo Smiri, de sus pistas partieron los componentes de la 214 escuadrilla del grupo 24 de bombardeo pesado Savoia 21 y cazas del tipo CR-32 que protagonizaron el ataque sobre la población civil de Durango (Vizcaya). Lo acometieron en dos pases y comenzó a las 8:45 de la mañana del día 31 de marzo de 1937. Murieron 336 personas.
A lo que iba. Tres sepulturas de aquellos aviadores italianos, víctimas de nuestro conflicto bélico, se encontraban en el alto cementerio del Espino. Empero, me insistía FS con retranca, hay quien le aseguraba haber visto planear un OVNI por ese barrio de los muertos. Y que las tres tumbas habían sido abducidas. Su lugar lo ocupa ahora el panteón de un conocido empresario industrial.
José María Martínez Laseca
(21 de diciembre de 2017)

jueves, 14 de diciembre de 2017

Braseros domésticos

Hasta hace bien poco, hemos disfrutado de buen tiempo, con temperaturas veraniegas, a pesar de encontrarnos en plena estación otoñal, lo que los expertos achacan al cambio climático, provocado por el derroche de los recursos naturales. De ahí tan pertinaz sequía. El caso es que nos malacostumbramos, y después nos cuesta un riñón, cuando nos vienen mal dadas por las bruscas bajadas del mercurio, adaptarnos al frío certificado por el vuelo rasante de la corneja que nos obliga a ponernos abrigo, bufada y guantes. Además nos encierra más horas en casa, la que habrá que caldear.
Una cierta homologación entre el mundo rural y la ciudad se nota en la rehabilitación de sus viviendas, en cuanto a confort. Así, la mayoría de ellas disponen de su red de calefacción. No obstante, pese a que, aquí en España, nos cueste asumir la cruda realidad, con la crisis económica ha habido retroceso, incrementándose la desigualdad y la pobreza. A su vez, los altos costes de la electricidad y del gasóleo han obligado en muchos hogares a recurrir a formas tradicionales de calentarse. Cual la estufa de leña y el brasero, en sus variantes eléctrico y de cisco. Este último recurso se ha visto resucitado. Se trata de un recipiente metálico cóncavo, donde se depositaba el cisco o carbón vegetal, y que se cubría con una alambrera para evitar quemarse. Se situaba sobre el agujero circular hecho en la madera inferior de la mesa camilla, donde se sentaban los de la casa, introduciendo sus piernas por entre las faldas. 
Empero, tan sencillo artilugio al contener brasas tiene sus peligros. Uno, que prendiera la tela de las faldas por contacto, extendiéndose el fuego al resto de la casa. Otro, por una mala combustión del cisco, desprendiendo monóxido de carbono y ocasionando el envenenamiento de las personas por falta de ventilación. Se nombra la muerte dulce. Por desgracia, ya hemos visto en las páginas de sucesos a víctimas producidas por esta suerte de intoxicación, las que habitualmente se corresponden con personas mayores. Ante la aparición de niebla, nieve o hielo, la dirección general de tráfico recomienda precaución en nuestras carreteras. También por la autoridad competente se debería recomendar un mayor cuidado en el uso de braseros domésticos. Y colocarse detectores preventivos. Con tal de evitar más tragedias. 
José María Martínez Laseca
(14 de diciembre de 2017)

martes, 5 de diciembre de 2017

Coonstitución y reforma

El 6 de diciembre es fiesta nacional. A veces puente largo, por la inmediatez de la Inmaculada, cual es el caso. Tal día de 1978 (por un 88,54 % de síes, frente a un 7,84 % de noes), el pueblo español aprobó en referéndum nuestra Constitución, que cumple ya 39 años. No es, pues, para menos la alegría. Parecía que a la hora de solventar enfrentamientos ancestrales en pro de la convivencia pacífica pesara sobre nosotros algún maleficio, como bien advertía en sus versos el poeta Jaime Gil de Biedma: “¿Y qué decir de nuestra madre España, / este país de todos los demonios / en donde el mal gobierno, la pobreza / no son, sin más, pobreza y mal gobierno / sino un estado místico del hombre, / la absolución final de nuestra historia? / De todas las historias de la Historia / sin duda la más triste es la de España, / porque termina mal.” Y es que cuanto arrastrábamos de nuestra experiencia política y constitucional venía a cargarle de razón. Así, en los dos últimos siglos la inestabilidad en España es manifiesta. Son hasta nueve los textos constitucionales promulgados y tres las guerras civiles que nos desangraron durante el siglo XIX. La más traumática de todas en pleno siglo XX, con sendas dictaduras: la de Primo de Rivera y la de Franco, de casi 40 años. Y hasta dos repúblicas fallidas.
Se alude a que nuestra vigente Constitución fue fruto del consenso, entre el franquismo evolutivo y la oposición moderada, durante la transición política, dejando fuera a los extremos. Como consecuencia, el periodo más largo de democracia y libertad de nuestro país ha propiciado los mayores avances sociales, políticos, económicos y culturales. Ahora, muchos estiman necesaria su reforma (puntualmente ya se hizo en 1992 y 2011). Parece urgirlo la cuestión territorial, soliviantada tras la tragicomedia del proceso y la DUI en Cataluña. Precisa una modernización respecto a la línea de sucesión de la corona, el senado, la ley orgánica electoral, el poder judicial, la UE, la emigración, etc. Se trataría de mantener la virtualidad inclusiva del estado de bienestar, respetándose valores y principios básicos. Como el de la lengua común y la solidaridad entre las regiones, evitándose discriminaciones y privilegios. No será fácil, pero si hay voluntad política se puede y habrá que hacerlo para un tiempo nuevo. 
José María Martínez Laseca
(7 de diciembre de 2017)

jueves, 30 de noviembre de 2017

Llamar la atención

UNO. Llaman mi atención las obras que se están realizando en la Delegación de Economía y Hacienda en Soria, sita en la Calle Caballeros, 19, a espaldas del controvertido y quieto parado Banco de España. Urgía construir las rampas que facilitaran el acceso de los contribuyentes a la Agencia Tributaria del Estado, máxime cuando se reitera el falso soniquete de que “hacienda somos todos”. Hasta ahora, su respingada escalinata de piedra lo complicaba para algunos y más para discapacitados. Imposible en silla de ruedas. Han tardado lo suyo en decidirse. Que acaso asignaron la partida presupuestaria al efecto, por sentir cierta vergüenza, ya que la normativa para la promoción de la accesibilidad y la supresión de barreras arquitectónicas viene de tiempo atrás. A modo de palacete historicista, su edificio se eleva tres pisos, con balcones, y añade una torre esquinada. Está unido al palacio vecino, con menos altura, de la Diputación Provincial de Soria, por un arco que abre paso a la calle Morales del Espino. Por lo que no tengo claro si las obras se efectúan o no en comandita por las dos Administraciones: central y local. El caso es que las mismas inciden sobre el frente de la fachada del Palacio provincial en su lado derecho. No sé cómo acabará la cosa, pues se dice que “las obras de palacio van despacio”. Empero, me preocupa que al concluirse queden añadidos elementos de impacto visual sobre alguno de los pedestales de granito donde se asientan los bronces de las ocho estatuas que conforman una llamativa galería de personajes ilustres de nuestra historia. A mí me gusta la armonía de esta suerte de plaza, donde se integra la iglesia románica de San Juan de Rabanera, con su precioso ábside y otros ornamentos que la hacen ser tan bonita por dentro como por fuera.
Y DOS. Le llamé la atención, días atrás, a un crío que, en la Plaza Mayor, se entretenía estrellando a posta su balón contra las lonas de las fotografías de Álvaro Ybarra Zavala que, bajo el reclamo de “Macondo, memorias del conflicto colombiano”, se exponían al aire libre. No tendría unos “padres helicóptero”, porque no estaban muy pendientes de su hijo; más bien serían de “yo no muevo el culo”, si es que andaban por allí. Se necesita más urbanidad en nuestra ciudad. Y la mejor educación en valores debiera empezar en cada casa.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Violeta Parra

Estoy convencido de que vosotros os habéis emocionado, igual que yo, al escuchar cantar por boca de su autora esta letra: “Volver a los diecisiete después de vivir un siglo / es como descifrar signos sin ser sabio competente / volver a ser de repente tan frágil como un segundo /…”. Aunque el tiempo de los cantautores parezca estar ya caducado, por pertenecer a aquella época pretérita de rebeldía y juventud que se nos fue para nunca más volver. Hablo de una de las cantautoras más destacadas del ámbito hispanoamericano: Violeta del Carmen Parra Sandoval. Nacida el día 4 de octubre de 1917 en la provincia de Ñuble, al sur de Chile. Hija de una modista y de un bohemio profesor de música, muy frágil desde niña, creció en el seno de una familia numerosa donde se cultivaba el amor por las bellas artes y en especial por el canto y la música. No es de extrañar, pues, que primara en casi todos ellos la dedicación a la música folclórica (Hilda, Violeta, Lalo, Roberto y Lautaro), pero también a la poesía (Nicanor) e incluso al circo (Oscar). Pasó su niñez en el campo. A los 9 años aprendió a tocar la guitarra y a los 12 compuso sus primeras canciones. En 1927 murió su padre y Violeta viajó a Santiago de Chile con su hermano Nicanor, pero abandonó la escuela porque ya tenía clara su vocación de cantante desde su compromiso político de izquierdas. Este año, con motivo del centenario de su nacimiento, le han tributado homenajes populares y publicado biografías. ¿Acaso tiene que pasar un siglo para acceder definitivamente al panteón de los inmortales? Empero, su personalidad sigue siendo enigmática. Su hermano Nicanor, flamante Premio Cervantes 2011, en el poema “Defensa de Violeta Parra”, le dice: “Bailarina del agua transparente / Árbol lleno de pájaros cantores / Violeta Parra. // Has recorrido toda la comarca / Desenterrando cántaros de greda / Y liberando pájaros cautivos / Entre las ramas. // Preocupada siempre de los otros / Cuando no del sobrino / ............... de la tía / Cuándo vas a acordarte de ti misma / Viola piadosa”. Se suicidó en 1967. Pese a ello, nos dejó una de las canciones más hermosas del mundo: “Gracias a la vida que me ha dado tanto / Me ha dado el sonido y el abecedario / Con él las palabras que pienso y declaro / Madre amigo hermano y luz alumbrando // …”. Inolvidable.
José María Martínez Laseca
(23 de noviembre de 2017)

jueves, 16 de noviembre de 2017

La sequía


Grave problema: la pertinaz sequía. No recuerdan los más viejos del lugar otra igual. Aquí, en Castilla y León, pese a estar situada en el norte peninsular, se advierte más acusada todavía que en otras partes de España. Hace mucho que no llueve. Apenas han caído cuatro gotas que no son suficientes. Por lo que los efectos contraproducentes se están haciendo notar. En cuanto a la agricultura se refiere, ha mermado la cosecha de cereales y del girasol, también, en la vendimia, la de la uva; la recogida de las frutas de temporada, e incluso de la patata. Los pastos se ven grises y baldíos, sin una brizna de hierba, con el consiguiente perjuicio para los ganaderos que deberán comprar este año más forraje y pienso para alimentar a sus animales. Y los daños producidos no los van a paliar suficientemente ni los agroseguros ni las promesas ministeriales de exenciones fiscales. Sin lluvia, las actividades cinegética y micológica, que son otras fuentes de riqueza y de atracción turística, se han resentido. Hasta las hojas de los árboles han precipitado su caída. Tanto secarral aumenta el riesgo de incendios en nuestros montes. Ni sembrar se puede.
No parece algo coyuntural, y muchos analistas lo asocian al cambio climático. A pesar del primo listo de Rajoy. O de Aznar, que advirtió: "Lo que Dios ha creado, el hombre no debería cambiarlo con estructuras faraónicas. En el problema del agua hay que respetar una España húmeda y otra seca..." Más previsor, el socialista Indalecio Prieto, Ministro de Obras Públicas con el presidente Manuel Azaña en la Segunda República, comenzó la política de trasvases y embalses, que desde 1939 continuó Franco (Paco “El Rana”). Muchos de esos embalses ahora son el termómetro que mide las reservas de agua para el abastecimiento a poblaciones. Como el nuestro de La Muedra o de la Cuerda del Pozo, ya al 21,7 %. Lo que cuestiona su potabilidad por la abundancia de algas. Se imponen algunas restricciones. El agua es ese bien tan preciado que nos da vida. Y se implora a los cielos la lluvia necesaria. Hubo rogativas históricas a la Virgen del Mirón. Viene a cuento este chiste. Una delegación de campesinos se presentó ante el Obispo de la diócesis para volver a procesionarla. A lo que el Obispo les respondió: si queréis sacarla la sacáis, pero para llover no está.
José María Martínez Laseca
(16 de noviembre de 2017)

domingo, 12 de noviembre de 2017

De lo importante

Nada extraño resultará, estando el particular patio de esta España nuestra como está, que yo haya reparado en el libro “Noticia de Cataluña”, de Jaime Vicens Vives, al ser la obra de referencia para entender la construcción de su identidad. Y donde se subraya que las ilusiones son indestructibles, ya que todo se justifica en función de una ilusión. Aquí se nos han presentado las bravuconadas nacionalistas con tanta alegría que ahora sorprende, a quienes no saben distinguir entre la realidad y la propaganda, la contundente reacción por parte del Estado de derecho. Continuará el monotema, cual el rayo que no cesa, de cara a las próximas Elecciones Autonómicas del 21-D. Y lo que te rondaré morena, puesto que esto es como el cuento de la media pipa que nunca se acaba. Conviene, pues, que no dejemos que el árbol de lo que acontece en ese levantisco rincón de España nos prive de ver el bosque de la realidad cotidiana de nuestras vidas. Que el espectáculo nos impida reflexionar sobre lo importante. Todos los otros problemas que padece el conjunto del país. Como son el paro y la precariedad laboral, los bajos salarios, el deterioro de la atención sanitaria, educativa, de las pensiones y de la dependencia, junto a las desigualdades y la corrupción. Porque la llamada “nueva política”, parece estar basada en un pragmatismo absoluto que esconde la inescrupulosidad del engaño y la ambición sin límites. Una política más caracterizada por el márquetin y las estrategias empresariales que por la defensa de principios y valores. Como refiere Claudia Piñeiro en su libro “Las maldiciones”.
Por una maldición se tiene el pagar impuestos, aunque si no existieran los impuestos y la libertad de prensa nos convertiríamos en depredadores y en esclavos. No obstante, debiera acometerse una recaudación fiscal más justa, en aras a hacer sostenible nuestro frágil Estado de Bienestar. Pagar más los que más tienen. Que no recaiga el mayor peso de la carga fiscal sobre las familias (hasta el 80 %), cuando, como denuncia Oxfam, la contribución de las grandes empresas ha descendido a la mitad (y solo aportan un 12%) debido a la existencia de paraísos tributarios, el fraude y la rebaja de impuestos de sociedades. Recaudar sí, para atender las necesidades básicas de la población y no para despilfarros ni prebendas.
José María Martínez Laseca
(9 de noviembre de 2017)

domingo, 5 de noviembre de 2017

Ezequiel Solana

Tradicionalmente, la actividad productiva de las gentes asentadas en nuestra provincia de Soria ha estado vinculada a la agricultura, la ganadería y la selvicultura. Tareas duras, sin duda. De ahí que muchos padres encontraran en la educación de sus hijos la mejor de las inversiones para que estos escaparan de su destino agrario y aspiraran así a un futuro mejor. Ello justifica la gran cantidad de maestros que se formaron aquí. En la Escuela Normal, único centro universitario de Soria durante mucho tiempo. Por eso cuando estos llegaban a cualquier pueblo de España los lugareños exclamaban al verlos: ¡que viene el soriano! 
Figura paradigmática al respecto resulta la del pedagogo y periodista Ezequiel Solana Ramírez, de cuya muerte (Madrid, 5 de septiembre de 1932), se cumplen ahora 85 años. Había nacido el 10 de abril de 1863 en Villarijo (Soria), pueblo de apenas 130 habitantes. Tras terminar la escuela, becado por la Diputación, obtuvo el título de maestro superior con 16 años. Por oposición, regentó las Escuelas Graduadas de Gotor, Calatayud y Zaragoza, donde rigió la revista “El Magisterio Aragonés” y en cuya Universidad inició los estudios de Filosofía y Letras. Los concluyó en Madrid, a donde se trasladó para administrar su Escuela nº 1. También en varias ocasiones fue pensionado por el Estado para realizar estudios en escuelas de Francia, Suiza y Bélgica. Desde 1885, fue copropietario, con Victoriano Ascarza, de la revista “El Magisterio Español” que dirigió hasta su muerte. Una revista profesional dedicada a la pedagogía y la enseñanza, difundida por toda España y que resultaba familiar a todos los maestros que preparaban a sus alumnos en la adquisición de principios y valores que les permitieran interesarse y transformar su entorno. A la vez que a todos aquellos que, sin ser docentes, sentían como propios los intereses de la educación pública. 
Así mismo, con idéntico fin, escribió numerosas obras escolares, como “Lecturas de oro” (1900) o “Cervantes educador” (1914), etc.; y aun otras poéticas, cual “Alboradas” (1893). Este soriano, modesto y sabio, consagró toda su vida a la escuela, el niño y el maestro. La historia de la educación en España y América elogia su biografía. Y su nombre figura en sendas calles de Soria y de Madrid, como reconocimiento a su valioso legado.
José María Martínez Laseca
(2 de noviembre de 2017)

Ir a Madrid

Me gusta, de vez en cuando, desplazarme a Madrid. Para así disfrutar de su oferta cultural, que trato de exprimir al máximo. Con su triángulo de oro museístico: El Prado, El Reina Sofía y El Thyssen, u otras interesantes exposiciones de Mapfre, Caixaforum, Biblioteca Nacional, Museo Arqueológico, etc., donde elegir. Incluidas las lúdicas, como La Luna de Octubre, cual era el caso. Sin menoscabo, tampoco, de visitar La Cuesta de Moyano o El Rastro, tan concurridos por curiosos viandantes. Y me gusta, a pesar de los pesares que produce el recorrido de los 226 Km. que median desde la ciudad de Soria. Si en tren, porque es toda una aventura incierta, más propia del siglo XIX, cuando la implantación del ferrocarril, que del XXI en el que estamos. Si en autobús, porque en la autovía A-15 (Soria-Medinaceli) continúan las obras de reparación del firme por el tramo de Sauquillo del Campo a Radona, lo que provoca desvíos y revueltas por las cuantiosas rotondas, que acaban mareándome. Y es lástima, que estando tan cerca el viaje suponga las casi tres horas de duración. 
Empero, para mí, vale la pena. En esta ocasión porque disfruté especialmente de una función de teatro representada en el céntrico latido de la gran ciudad. Prácticamente en el mimo lugar en el que durante nuestro conocido Siglo de Oro se ubicaban los celebrados corrales de comedias. Aquí serían los de La Cruz y El Príncipe, que ahora ocupa el Teatro Español. A ellos concurría el pueblo entusiasmado, junto a reyes, nobles y prelados, para conocer en vivo y en directo las propuestas de sus geniales creadores: Lope de Vega, Tirso de Molina y Pedro Calderón de la Barca. Es, curiosamente, en la calle del Príncipe donde se encuentra el Teatro de La Comedia, inaugurado en 1875 (recuperado del incendio de 1915), y que, tras larguísima rehabilitación, se reabrió en la temporada 2015-2016, como sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Bella bombonera en blanco y oro. Desde su patio de butacas presencio la puesta en escena de “La dama duende” de Calderón de la Barca. Una comedia de capa y espada, de enredo e intriga, que gira en torno al amor y al honor. Un relato con humor, tildado de feminista, protagonizado por una mujer viuda a la que se tiene encerrada para guardar las apariencias. Siempre esa encrucijada entre el ser y el parecer. 
José María Martínez Laseca
(26 de octubre de 2017)

viernes, 20 de octubre de 2017

Excursión a Suso y Yuso

Días atrás viajé, con la “Asociación Cultural Vega del Merdancho” de Almajano, al corazón mismo de La Rioja vinícola. Para visitar en San Millán de la Cogolla –Millán por el nombre del Santo y Cogolla por sus Montes Cogollos o Distercios (Sierra de la Demanda)– los monasterios de Suso y Yuso, que este año celebran el vigésimo aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El de Suso (o de arriba)  es el más antiguo. Un cenobio  visigótico que acoge en una de sus cuevas el cenotafio de San Millán, muerto en el 574, y del que destaca su traza mozárabe. Aquí escribió Gonzalo, el de Berceo, nuestro poeta primero, la vida del santo de su pueblo y Los Milagros de Nuestra Señora. Ya en “ una prosa en román paladino, en cual suele el pueblo fablar con so vezino”. Fue quemado por Almanzor (s. XI) y reconstruido después por monjes benedictinos. Ahora pertenece al Estado.
El de Yuso (o de abajo) –de los frailes Agustinos Recoletos desde la desamortización de Mendizabal en 1836– es de los siglos XVI y XVII, aunque hubo uno anterior del siglo XI. Aquí se trasladaron los restos de San Millán en 1053. Lo recorremos por todas sus estancias: su claustro, su capilla sacristía y demás salas. Pero es, precisamente, a su entrada donde se encuentra un códice especial en edición facsímil (el original lo custodia, desde el s. XIX, la Academia de la Historia). Fue escrito en latín culto. Lo que hizo, en torno al año 1000, un monje del Monasterio de Suso, para facilitar su comprensión, es traducirlo a la lengua del pueblo o romance. Por ello, anotó aclaraciones entre líneas o al margen. Son las llamadas Glosas Emilianenses  (de Emiliano). La más extensa, de 43 palabras juntas, está en el folio 72. Y dice: “Cono adiutorio de nuestro dueño dueno christo dueno salbatore qual dueno get ena honore e qual duenno tienet ela  mandatione cono patre cono spiritu sancto enos sieculos de los sieculos facanos deus omnipotes tal serbitio fere ke denante ela sua face gaudioso segamus amen”. Pero este monje no solo hablaba el latín culto y el romance, sino también la lengua vasca como dejó escrito en otro folio.
En eso radica, pues, la importancia de este enclave. En ser la cuna de la lengua castellana con la que ahora mismo nos comunicamos 567 millones de personas en el mundo. Haciéndonos así más leve la torre de Babel. 
José María Martínez Laseca
(19 de octubre de 2017)

miércoles, 11 de octubre de 2017

La deriva nacionalista

Escribo conmovido por cuanto de negativo acontece en Cataluña, que está eclipsando el sol de nuestras vidas cotidianas e infectando de hartazgo e intranquilidad al conjunto de España. Lo hago tras el referéndum ilegal del 1-O, falto de garantías (sin junta electoral, ni censo oficial; sin que tan siquiera su recuento lo rubricaran sus propios observadores internacionales), por lo que tal resultado carece de validez democrática a todas luces. No obstante, dicho referéndum está siendo glorificado por sus promotores como una gesta heroica (frente al que tildan de “Estado represor”), llegando a suponer el clavo ardiendo al que se agarran los empecinados independentistas como aval de su hoja de ruta a piñón fijo. Lo hago después de la exitosa manifestación del pasado domingo en Barcelona que sacó a las calles el clamor de esas gentes temerosas, que reaccionaron con valentía para mostrar su oposición al desafío nacionalista. 
Lo hago, al tiempo del éxodo por goteo de bancos y destacadas empresas de referencia, que trasladan su domicilio social en busca de mayor seguridad jurídica a otras Comunidades Autónomas, dado que la incertidumbre y la economía no se llevan bien; como lo corroboran miles de impositores retirando sus ahorros por miedo a un corralito. Y escribo, tras la comparecencia del Presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ante el Parlamento de Cataluña. Donde, tras una hora de tardanza, para la sorpresa de los más, que esperaban una solemne declaración unilateral de independencia (DUI), realizó una pirueta circense al decir “Asumo el mandato del pueblo de Cataluña para que sea un Estado independiente en forma de República”, al mismo tiempo que hacía lo contrario suspendiendo sus efectos para abrir un proceso de diálogo.
Justificó Puigdemont su retraso en contactos internacionales, cuando, en realidad, se debió a desavenencias con sus compañeros de viaje de la CUP que se sintieron engañados. Las que tuvieron que atemperarse mediante la firma posterior de un documento de aplicación. Freno y tiempo muerto. Pero sin retorno al orden constitucional. Emplazando al Gobierno Español a aceptar una mediación. Ahora el Gobierno le hace un requerimiento formal para que se explique y tener así certezas de lo acontecido. A ver si echamos luz de una vez y no se engorda más esta arrolladora bola de nieve. 
José María Martínez Laseca
(12 de octubre de 2017)

El poeta adoptivo

El 5 de octubre es el último día de las fiestas de Soria en honor a su patrón San Saturio. Coinciden con la llegada del otoño. También, fue el día elegido para aquel acto especial en 1932. Todo traía causa de lo sucedido 20 años atrás. Cuando Machado, muerta su joven esposa Leonor a la que adoraba, embargado por la pena, se trasladó al Instituto General y Técnico de Baeza. Pocos meses antes había visto la luz su poemario “Campos de Castilla”, cuyo éxito puso a estas tierras del altiplano numantino en el mapa cultural de España. Un ejemplar se lo dedicó a sus suegros, al punto de partir, con estas letras: “A mis queridísimos padres Ceferino e Isabel con el afecto entrañable de su hijo. Antonio Machado. Soria, 8 agosto 1912”. Pese a la  distancia, por medio de sus buenos amigos José María Palacio, Manuel Hilario Ayuso, José Tudela… recibía noticias. Pero, todos los intentos que se hicieron por traerlo de nuevo resultaron fallidos.
No obstante, esta vez 4 concejales (Bienvenido Calvo, Pelayo Artigas, Manuel Ruiz y Ricardo Vallejo) presentaron la Proposición calificada de “Homenaje a un poeta” (ver: “La Voz de Soria”, 16/07/1932, p. 1) donde se dice que “La Ciudad de Soria, reconocida al eximio poeta Antonio Machado, por el bien que le ha hecho con su lira magnífica y su plectro inmortal, lo declara hijo adoptivo”. Fue aprobada por aclamación en la sesión ordinaria del Ayuntamiento del 16 de julio de 1932.  Machado, agradecido, les escribió el 19 de agosto:  “El hijo adoptivo de nuestra Ciudad ya hace muchos años que ha adoptado a Soria como patria ideal” (ver: “El Avisador Numantino”, 7/09/1932, p. 2).
Así pues, la entrega del pergamino acreditativo del nombramiento como hijo adoptivo de la ciudad al poeta Antonio Machado se materializó aquel día. Junto a las escalinatas de acceso a la ermita de San Saturio. Y supuso un clamoroso homenaje popular. Dan fe de ello varias fotografías y la emotiva crónica de José María Palacio recogida en “El Porvenir Castellano” del 6 de octubre, págs. 2 y 3. Sin embargo, algunos “eruditos a la violeta” pusieron en duda tal designación y llevaron al Ayuntamiento de Soria en Pleno de 14 de noviembre de 2013 a caer en el ridículo. Por pretender reparar una deuda con el poeta Antonio Machado que no era tal. Ya se había pagado, como es debido, aquel 5 de octubre de 1932.  
José María Martínez Laseca
(5 de octubre de 2017)

jueves, 28 de septiembre de 2017

La fosa de Abundio Andaluz

La II Republica del 14 de abril trajo la primavera. Proclamada en Madrid, se implantó en toda España, con el concurso del pueblo, bajo el Gobierno provisional de Niceto Alcalá Zamora. En Soria, el Comité Provincial Revolucionario, integrado por Juan Antonio Gaya Tovar, Teótico Sevilla, Mariano Granados, José Tudela y Matías Gracia, en la noche del 15 de abril de 1931, se hizo cargo de la Diputación Provincial. Abundio Andaluz Garrido, afiliado al Partido Republicano Radical Socialista, se sentía uno de ellos. Nació en Vinuesa, el 29-2-1888. Su familia se traslada a Almazán en 1902, donde su padre ayuda en el juzgado y es sacristán y organista. Licenciado en derecho, su trabajo de Procurador de los tribunales le lleva al Burgo de Osma, en 1920. Dirige su Banda de Música y el Orfeón. Contaba ya 48 años. Se había casado, en 1916, con Petra Ezequiel Vega y tienen seis hijos. Inquieto en lo cultural y lo social. Con la República, participa como concejal y diputado provincial por El Burgo de Osma. Es buen amigo del diputado nacional Benito Artigas Arpón. Ha formado parte de varias Gestoras Provinciales. Y, desde el 26-2-1936, es Vicepresidente de la misma, con Pablo Pérez Sevilla de Presidente. Pública y notoria, pues, su significación política.
       No ha de extrañar por tanto, tras la sublevación de los facciosos el 18 de julio del 36 -desatada la violencia e incontrolada la represión-, que fueran a buscarlo. Y que lo encarcelaran. Que, el 18 de agosto, algunos falangistas, junto con un cura trabucaire, lo sacaran para darle el paseo, dejándolo tirado en la cuneta como a un perro. Un pastor que lo halló, se apiadó al verlo expuesto y le dio sepultura, señalando aquel sitio con una cruz de piedras protectora contra las alimañas. Gracias a ello, la ASRD de Iván Aparicio, logró exhumar sus restos el pasado viernes 22 de septiembre. 80 años después de aquel crimen, impune. Era un secreto a voces entre los vecinos mayores de Calatañazor que se encontraba allí. En el mismo lugar que consiguió alcanzar arrastrándose, tras quedar malherido cuando lo ejecutaron en la cuesta del Temeroso.
      Su nieta Ana Andaluz, testigo del rescate, que portaba su foto, celebraba el hallazgo, agradecida. Ya podrá retornarlo con sus seres queridos, por que descanse en paz. Recuperadas su dignidad como persona y su memoria.
José María Martínez Laseca
(28 de septiembre de 2017)

sábado, 23 de septiembre de 2017

La alineación de las Cajas

Escribir esta columna semanal, de más o menos actualidad, durante tantos años, le lleva a uno a estar atento a la realidad social, económica, política y cultural. Vivimos en un país con demasiados desmanes y corrupción (sea como robo de lo ajeno o inmoral despilfarro de fondos públicos) a muchos niveles. Así, me llamó la atención la tesis defendida –con datos empíricos y estadísticos– por tres profesores de las Universidades de Las Palmas y Autónoma de Barcelona, advirtiendo que la corrupción se contagia de municipio a municipio. Aunque creían consolarnos al añadir que las probabilidades de que la justicia acusara a un alcalde o a un concejal aumentaban si antes habían sido procesados homólogos suyos en los consistorios vecinos. También, en días pasados, han emergido dos noticias relevantes en relación con el tema que nos ocupa. La primera, el inicio del juicio por la gran estafa piramidal de Fórum Filatélico, que, al inflar el precio de los sellos, mermó en casi 4.000 millones de euros los depósitos de hasta 269.000 inversores. La otra, sonada, es el denominado rescate bancario o capitalización de las Cajas, que, lejos de resultarnos gratis, como dijeron nuestros gobernantes, nos ha salido por un ojo de la cara: 48.000 millones de euros, un 4,3 % del PIB. Ello ha dañado nuestro Estado del Bienestar, al exigir recortes en educación, sanidad, pensiones y dependencia, repercutiendo sobre las clases más débiles, en los difíciles momentos de la crisis económica. Con el consiguiente aumento de las desigualdades en España. Ítem más, las Cortes de Castilla y León acaban de abrir la Comisión de Investigación sobre la desaparición de nuestras Cajas de Ahorros. ¿Alguien recuerda los nombres de los Consejeros que cobraron altísimos sueldos y dietas o créditos irregulares, al igual que regurgitan la alineación de su equipo de fútbol? “La desaparición de las Cajas ha sido una vergüenza de las grandes”, declaró Rafael Sierra, exdirectivo de Caja Duero, añadiendo: “Los políticos y los listillos se cargaron las Cajas”. Como profetizara Shakespeare: todo lo sólido se desvanece en el aire. O, como digo yo, todo se lo come un pez más grande. ¿Alguien devolverá algo de lo robado? Al margen de los chorizos de turno, lo peor es que nos han liquidado un modelo social de empresa tan necesario para contribuir al desarrollo y el porvenir de nuestra comunidad. 
José María Martínez Laseca
(21 de septiembre de 2017)

Soy Adolf Schulten

Sí, soy Adolf Schulten. Nací en Elerfeld (Alemania) el 27 de mayo de 1870. Al día de hoy, 26 de mayo de 1960, cuento ya 90 años, y, con razón, se puede decir que soy un nonagenario, un viejo. Mi vida es, pues, amplia. Siempre me atrajo la historia de los pueblos antiguos. Me doctoré con 22 años y ejercí la docencia en la Universidad de Erlangen. Pienso que donde nace el conocimiento deben nacer sus aplicaciones. Una beca del Instituto Arqueológico Alemán me permitió conocer Italia, Grecia y el norte de África, acrecentando mi espíritu de viajero romántico. En 1899 visité por vez primera España, acercándome hasta Garray (Soria). Quedé fascinado por este país de la piel de toro. Y quise investigar para adentrarme en su etapa ibérico-romana.
Corrían tiempos difíciles y convulsos en Europa. Y tuve que avanzar contracorriente. Como filólogo estudié las fuentes clásicas, los escritos de los cronistas vencedores (Apiano, Polibio…), porque los numantinos no escribieron su historia, y otra mucha literatura posterior. Partía de mi ilusión por dar con la ubicación de la inmortal ciudad celtíbera de Numancia: la que fue capaz de poner en jaque durante 20 años a las todopoderosas legiones romanas y que resultó finalmente derruida. Los textos –como le ocurrió a Schliemann (1822-1890) con La Iliada para hallar las ruinas de Troya– me confirmaron su verdadero emplazamiento. Reconozco que a tal fin me resultó muy valiosa la ayuda del benemérito Eduardo Saavedra, descubridor de la ciudad romana. Solo me quedaba pasar al trabajo de campo.
No se me olvida aquel 12 de agosto de 1905 en que llegué al cerro de La Muela para iniciar mis excavaciones “in situ”. Bien auxiliado por Koenen. Con cinco obreros que abrieron cuatro zanjas a pico y pala. El hallazgo de materiales cerámicos nos mostró el tesoro: allí estaba la Numancia quemada, la ciudad perdida. Un éxito que trató de refutarme el Abad de la Colegiata de Soria Santiago Gómez Santacruz. Más tarde vendría el descubrimiento de los siete campamentos levantados por Escipión el Africano para asediar Numancia. Y la Gran Atalaya de Renieblas. Pero ya no tuvo la emoción de la primera vez. Aún existió mi obsesión por Tartessos. ¡Cómo no voy a amar a España: su sol y el gran corazón de sus gentes! 
José María Martínez Laseca
(14 de septiembre de 2017)

viernes, 8 de septiembre de 2017

Gloria a ti

Se cumplen cien años del nacimiento de la poeta –y nunca poetisa– Gloria Fuertes. Su vida parece sacada de las páginas de una fábula infantil. Tal nos la cuenta ella misma en sus versos: “Gloria Fuertes nació en Madrid / a los dos días de edad, / pues fue muy laborioso el parto de mi madre / que si se descuida muere por vivirme.” Era hija de un portero y una costurera de la calle Espada del barrio madrileño de Lavapiés. Pese a todo, su infancia fue feliz. De vocación alegre, se definía. “Porque un poeta triste es un triste poeta”. Poseía el poderoso don de la imaginación. Las monjas la expulsaron por decir que los niños no venían de París, sino de parir. “A los tres años ya sabía leer / y a los seis ya sabía mis labores.” Empezó a escribir poemas cuando comprendió que se podía querer a una persona que no era de su familia. A los quince años murió su madre. Trabajó de criada, de taquígrafa, de contable en una fábrica de armas y hasta de cuentahuevos. Se despidió cansada de pagar los huevos rotos. Más tarde fue bibliotecaria: siempre es mejor un libro que un jefe. En la posguerra, de hambre y tuberculosis, fue contratada como redactora de tebeos. Ya en plena dictadura se cortó el pelo a lo chico e iba en bicicleta, con pantalones, boina y corbata. “Vivo sola. Cabra sola / –que no quise cabrito en compañía–”. Ser libre, dejó claro, era la única etiqueta que aceptaba. Con una “Beca Fulbriht”, en 1961, fue a la Universidad de Pensilvana (Estados Unidos) a enseñar los poetas españoles. Y en 1972 logró otra beca de la Fundación Juan March de Literatura Infantil. Se hizo muy popular al salir en programas de televisión para niños. “Cuando me vaya... / no quiero ser estatua, / ni cuadro ni vitrina, / sólo si acaso de saco una cortina / que te entorne la luz para que duermas. / Quisiera convertirme en tu linterna / y serte útil cuando no ves claro”. Murió en Madrid, en 1998. Sobre su tumba este epitafio: “Ya creo que lo he dicho todo. Y que ya todo lo amé". Pese a tenerse por autodidacta" y "poéticamente desescolarizada",​ la crítica la une a la Generación del 50 (con Celaya, Blas de Otero y José Hierro) y al postismo. Gloria Fuertes es una voz única y cercana. El humor y la ironía con la que trata cuestiones tan universales como el amor, el dolor, la muerte o la soledad hacen que sea una poeta auténtica en su necesidad de amar y ser amada. 
José María Martínez Laseca
(7 de septiembre de 2017)

jueves, 31 de agosto de 2017

Cenotafio

Un extraño vocablo. -¿Quién está en el “cenotafio”? -Pues nadie. En este monumento funerario el cadáver del personaje a quien se dedica no está presente. Etimológicamente, la palabra proviene del griego: “kenos” significa vacío y “taphos” tumba. En consecuencia, la tumba o sepulcro sin cuerpo se nombra así. Existen cenotafios tan conocidos como las mismas pirámides de los faraones en Egipto y otros, también llamativos, erigidos a personajes ilustres a lo largo de la historia. Obviamente, se dan circunstancias que propician su construcción, dada la imposibilidad de localizar a los difuntos, cual sucede, por ejemplo, con las víctimas de naufragios o soldados muertos en guerras. El sencillo cenotafio que aquí nos ocupa tiene que ver con mi pueblo de Almajano y la infausta guerra colonial de España en el norte de África. Cierto es que ya en el siglo XIX había causado baja un joven almajanero. Fue el 29 de febrero de 1860, cuando Ezequiel Bozal, artillero, cayó muerto en el campo de batalla en acción contra los marroquíes. Pero de él no queda el menor rastro. 
A quien acuda ahora al cementerio de Almajano, le llamará especialmente la atención una gran piedra situada enfrente de su puerta de entrada. Requemada de sol, con algún musgo en su superficie, tiene tallada una cruz en lo alto y bajo ella, en relieve, la calavera con las tibias cruzadas. Del conjunto destaca una placa azul encajada en su parte más ancha, donde se lee en letras blancas: “Zoilo Lobera Gómez / soldado de infantería / muerto gloriosamente por la patria / en la campaña de África. / Rogad por él 29 Junio de 1922”. Este mozo, por ser hijo de humildes labradores no pudo pagar las 2.000 pesetas requeridas para evitar de ese modo ir a aquella guerra absurda convertido en carne de cañón. Que así es como acabó muriendo junto con otros compañeros del batallón Aragón, en el sector de Buharrás. Dicen que en una emboscada de los rifeños, al intentar proveerse de agua el convoy en el que iba. Por entonces, había transcurrido un año y pocos días del desastre de Annual, del 21 y 22 de junio de 1921, en un valle situado a 125 kilómetros de Melilla. Una masacre que partiría a España en dos quince años después. A sus padres nunca se lo devolvieron. El Ministro de la Guerra les remitió esa placa azul. Y su pueblo le levantó dicho cenotafio como recuerdo.
José María Martínez Laseca
(31 de agosto de 2017) 


martes, 29 de agosto de 2017

Viaje a Polonia

A pleno sol, en la segunda semana de agosto, desde Soria, viajamos a la República de Polonia (Polska), ávidos por conocer nuevas tierras y gentes. Se trata de un país democrático, perteneciente a la Unión Europea (UE) a partir del 1 de mayo de 2004, si bien mantiene, frente al euro, su propia moneda: el esloti. Extenso territorio caracterizado por llanuras extremas al norte y escarpadas montañas al sur. Es la octava economía de la UE. Al decir de nuestro guía Kamil, un 70 % servicios, 30 % industria y 5% agricultura. En su dilatada historia ha padecido particiones y ocupaciones, tenida hasta hace poco por un satélite de Rusia. Un águila blanca es su escudo. Se convirtió pronto al cristianismo, resultando el Papa Juan Pablo II su gran promotor.
Aterrizamos cerca de Cracovia: una de sus más bellas ciudades. A orillas del Vístula. Fue la capital hasta final del XVI. Visitamos su barrio judío, sus monumentos principales y su plaza del mercado. Desde aquí hacemos sendas excursiones. La primera a las minas de sal gema de Wieliczka. A 101 m. bajo tierra. Entre otras, la estatua de sal de Goethe, otrora inspector de minas, y su frase: protejamos la belleza, porque la crean unos pocos y la disfrutan muchos. La segunda a Auschwitz-Birkenau, el principal centro de exterminio en el que murieron asesinadas por los nazis más de un millón de personas. La cita de Santayana: quien no conoce su historia está condenado a repetirla. De Cracovia, en bus, a Wroclaw (Breslavia), la Venecia polaca, junto al río Oder. Bellísima arquitectura en su gran plaza. Impresionante ayuntamiento (Ratusz) gótico, catedral, universidad y enanitos sorpresa. Luego vamos a Pozman, junto al río Varta. Elegante arquitectura la de su plaza del mercado antiguo y todo su casco histórico. En Torun nos volvemos a encontrar con el río Vístula. Es la ciudad donde nació Copérnico y posee la mayor riqueza de la arquitectura gótica de toda Polonia, hecha en ladrillo rojo. Y terminamos, con el Vístula, en Varsovia, su actual capital, demolida durante la Segunda Guerra Mundial y magistralmente reconstruida. Paseamos por el sitio del gueto judío, por el parque Lazienski (con Chopin de héroe) y por su “casco antiguo”. Polonia tiene una magnífica educación pública y sanidad universal. Apenas paro. Y un potencial turístico en alza.
José María Martínez Laseca
(26 de agosto de 2017)

lunes, 21 de agosto de 2017

Hablemos claro

La lengua, o idioma, es un sistema de signos lingüísticos, o código común, que sirve para comunicarnos y entendernos (oralmente y por escrito), dentro de la comunidad hispanohablante a la que pertenecemos. Cierto es que,  en poesía, las palabras pueden adquirir una capacidad expresiva distinta de la habitual, al provocar una evocación, contradictoria o diferente, según quien la lee o quien la escucha. Pero en la vida pública los ciudadanos aspiramos a que las palabras tengan significados únicos. Según un informe de la CNMV, el 50% de los españoles no comprendemos el vocabulario de las compañías energéticas. De ahí la campaña de una de ellas en estos términos: “Hablamos raro. (-¿Cómo?). Con palabras raras. (-¿Código CUPS?) Y nuestros escritos son más raros aún. (-¡Holaaa! –¡Hola!) No es extraño que casi la mitad del país piense que hablamos un idioma distinto. (-Estas facturas no las entiendo. –¡Y yo, tampoco!). Y tienen razón En GNF queremos que nos entiendas, que si estás en situación de vulnerabilidad, sepas que puedes llamarnos y que te ayudaremos. Que servicio al cliente significa que te avisaremos si tu factura se dispara y que si te hablan de potencia contratada entiendas que puedes ahorrar ajustándola. Porque no es lo mismo iluminar tu casa que todo un edificio. (-Ok). Hablemos el mismo idioma. GNF. Hecho y dicho”. Curiosamente, aquí pagamos la luz más cara de Europa. Está visto que la lengua se puede utilizar para las buenas y las malas artes. Para retorcer la realidad y para expresarse de manera clara, concisa y transparente. La académica Adela Cortina señaló en la lección inaugural del XII Seminario Internacional de Lengua y Periodismo, organizado por la Fundación San Millán de la Cogolla y la FUNDEU que el esfuerzo por el lenguaje claro es una exigencia ineludible. El derecho de cada persona a comprender aquello que le afecta para poder asumir su respuesta de forma autónoma, así como el derecho a que su respuesta sea tenida realmente en serio por los responsables de ello. La exigencia de un lenguaje claro, llano y bien cuidado es una cortesía y un deber indeclinable de los gobiernos, las administraciones públicas, los poderes del Estado, como el legislativo y el judicial; los profesionales, los medios de comunicación, las empresas y las entidades financieras. Una exigencia de justicia.
José María Martínez Laseca
(17 de agosto de 2017) 

jueves, 17 de agosto de 2017

Morir a solas

La vida es realmente extraña. O tal vez debiera decir que el destino de las personas es ciertamente caprichoso. Y sorpresivo. Este pasado mes de julio, reclamó mi atención una noticia publicada en la prensa nacional. Decía que en un piso del municipio de Culleredo, a las afueras de La Coruña, había aparecido una mujer tendida en el suelo, entre el pasillo y la cocina, que llevaba momificada desde hacía ya un lustro. Tras el descubrimiento del cadáver por la Guardia Civil, contaron sus vecinos, que convivían con ella en aquella urbanización dormitorio, que apenas se relacionaba. Aunque, educada, daba los buenos días, las tardes o las noches si, por casualidad, se cruzaba con alguno de ellos. Que se llamaba María del Rosario Otero Vieites y que vivía con su madre, Jesusa, en el 2º C, que era un piso alquilado. Pero, que tras fallecer su progenitora, a finales de 2011, habían dejado de verla. De seguir viviendo, ahora tendría 56 años. Sin un trabajo fijo, a veces hacía sustituciones para la Xunta. Nadie la echó de menos. Acaso porque pensaran que se había marchado a un pueblo cercano, a unos 40 Kms., donde residían unas primas carnales mayores que ella. Todos los indicios, incluida la autopsia, conducen a que su muerte fue por causas naturales y que se produjo entre finales de 2012 y principios de 2013. Cierto es que la correspondencia se le acumulaba en el buzón y la conserjería. Que su Peugeot 206, inmóvil en la plaza de garaje 104, se iba cubriendo de polvo y los cristales de las ventanas que daban a la calle estaban ennegrecidos por el trasiego de coches por la carretera nacional que pasa por delante. Pero todo parecía muy normal. La empresa arrendataria cobraba puntualmente el alquiler de 400 € por domiciliación bancaría. Hacía tan solo un par de meses que le habían cortado el agua y la luz por impago. No se sintió el olor de la carne podrida ante el rápido proceso de momificación. 
Mas, por desgracia, no se trata de un mero caso aislado. Puesto que esto se repite varias veces al año. Según el Instituto Nacional de Estadística son 4.638.300 personas las que viven a solas en España, de las que el 41,7 % son mayores de 65 años. De ahí que una de cada cuatro viviendas esté demasiado vacía y silenciosa. Y que las casas no sean ya el refugio de la historia, sino el lugar donde esta termina.
José María Martínez Laseca
(10 de agosto de 2017)

viernes, 4 de agosto de 2017

Los Clavos, "the end"

Escribo todavía a corazón abierto. Tras escuchar, en directo, el concierto ofrecido por “Los Clavos” este pasado domingo, en el paseo de San Prudencio, en la margen derecha del Duero, cerca de San Saturio. Con un repertorio de viejas canciones de los años 60 y otras más modernas. A la intemperie de la noche con su peligro hermoso. La música es un faro que emite señales para decirnos algo que está ahí, acaso dentro de nosotros mismos, aunque no sea explícito, pero que nos orienta y nos conduce para ponernos a salvo en puerto seguro, cuando ya nos sentíamos perdidos en un mar de tinieblas. Fueron 4 jóvenes -José Ramón Mozas, bajista; Tito Solanes, guitarra rítmica; Javier Sanz Barrera, batería, y Tony Arciniega, guitarra solista-, quienes crearon, en la Soria de 1967, el grupo “Los Clavos”. La vida es metamorfosis en la que se puede morir y resucitar varias veces en poco tiempo. Así, aquel grupo germinal iría reinventándose tras partir unos y la llegada de otros (Benjamín Aparicio, guitarra solista y más recientemente Javier Solanes, batería y Jesús Ormazabal, teclista), evitando que se apagara su llama. 
Aquella Soria, capitaleja. De las barcas del Augusto. De los guateques. Con bailes en “El Trinquete”, “La OJE” o “El Orejas”. En las discotecas de “El Corzo”, “El Caballero” y “La Alameda”. Con otros grupos, como “Los Extraños”, “Los Jaguar´s” o “Los Dueños del Mundo”. Cuando el beso era fruta prohibida, porque la represora policía franquista vigilaba a las parejas por los parques y las llevaba a comisaría. “Los Clavos” viajan en una furgoneta para atender la demanda de ciudades y pueblos. Y tuvieron su propio local en la calle Tejera, cerrado por “los grises” por escándalo público. Quienes regresan a un lugar ya no son los mismos que se fueron un día, aunque pretendan recuperar jirones de sus vidas prendidos en los objetos que mueven los resortes de la memoria. “Los Clavos” son la banda sonora de juventud de muchos de aquellos sorianos que vivieron, al arrullo de sus canciones, el primer amor. 
Ha transcurrido un largo tiempo desde que echaran a rodar. Y dicen que lo dejan, que se disuelven definitivamente. Así que ha bajado el telón, tras 50 años de marcha. De actuaciones y giras veraniegas a cualquier parte. Se acaba de este modo la representación de la comedia sobre los escenarios. Su divina comedia musical. 
José María Martínez Laseca
(3 de agosto de 2017)

sábado, 29 de julio de 2017

El traqueteo del tren

“Yo no tengo prisa yo me quiero dar el viaje”,” Pasito a pasito, suave suavecito”, “Despacito”. Hay quien dice que Luis Fonsi pasó por aquí, y que, al realizar su viaje en tren, desde Madrid-Chamartín hasta Soria-Cañuelo, le vino la inspiración para escribir la letra de su celebrada canción. Nada he visto en la prensa referido a tal acontecimiento, que yo atribuyo se deba a una leyenda urbana. Sin embargo, sí que ha trascendido el tiempo de cinco horas que permanecieron los viajeros en “El Torralbilla” para culminar el trayecto ferroviario que une las dos capitales, en lo que pudiera suponer batir con creces su propio record. Lo cierto es que nunca faltarán escusas, por parte de los responsables de ADIF, para justificar tan reiterada acumulación de retrasos y esa lentitud de los bueyes. Y todo, en lugar de poner manos a la obra y culminar de una vez por todas la otra mitad de la vía, pendiente de renovación desde que en 2013 se quedaran estancados presupuesto y ganas. Por el contrario, subieron precios, modificaron horarios e implantaron restricciones de velocidad, desmotivando aún más al personal para coger el tren.
De las diferentes líneas ferroviarias que atravesaban otrora nuestra provincia para el transporte tanto de viajeros como de mercancías, esta, que supone nuestro cordón umbilical con la capital de España, es la única que sobrevive. Pese a ser deficitaria económicamente, gracias a estar considerara por el Ministerio de Fomento como “Obligación de Servicio Público”. En su caso, y ante la reiteración de incidentes similares al aquí descrito, la Junta de Extremadura ha mostrado su indignación, acusando a RENFE de prestar en su comunidad unos servicios más propios del siglo XIX que del XXI.
Fue el 1 de junio de 1892 cuando la locomotora “Ramón Benito Aceña” arrastró los vagones del tren que emprendió el primer viaje por la vía férrea que unía la ciudad de Soria con Torralba del Moral, que era el punto de enlace con la principal de Madrid-Zaragoza. “Tran…, tran…, / tran…, tran…, / voy a Torralba, / y nada más; / y vuelvo a Soria por Almazán / por Almazán, / por Almazán, / tran…, tran…,/ tran…, tran…”, cual cantó Aurelio Rioja. Celebremos jubilosos el 125 aniversario de su inauguración, a los sones de la Banda Municipal de Música, coreando la canción “Despacito”, ya convertida en el “hit” del verano.
José María Martínez Laseca
(27 de julio de 2017)

martes, 25 de julio de 2017

Expediente X

 “El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Este proverbio resalta las ideas de error, torpeza o reincidencia,  pues el ser humano no siempre sabe discernir conforme a la razón y por esa causa no aprende de la experiencia y vuelve a equivocarse en una situación similar. Concuerda con lo acontecido en el seno del Grupo de Diputados Populares de la Diputación Provincial de Soria, roto en dos, tras pretender su Junta Directiva Provincial, presidida por Marimar Angulo, sustituir a su portavoz, Ascensión Pérez. Claro que la cosa trae cola. De cuando las NN GG del PP, con Angulo de líder, respaldadas por el Alcalde de El Burgo de Osma Antonio Pardo entre otros, se alzaron con el poder al ganar al Presidente de la Diputación Domingo Heras, auspiciado por María Jesús Ruiz. Pero, Pardo, que era el flamante Secretario General del Partido y nuevo Presidente de la Diputación, incómodo con su Presidenta, abandonó dicho cargo orgánico, el cual sería ocupado por el Alcalde de Arcos de Jalón, Jesús Ángel Peregrina. A partir de aquel enfrentamiento, todo fue de mal en peor. En Soria capital, no recuperaban el Ayuntamiento (en manos del PSOE estas tres últimas legislaturas). También perdieron muchos Ayuntamientos importantes de la provincia. Y hasta el gobierno de la Diputación, que pasó al PSOE (12 diputados), al contar con el apoyo de C´s (2), contra los 11 del PP. A la hora de elegir a su portavoz, el candidato oficial J. A. Peregrina solo obtuvo 2 votos, frente a los 9 con que contó A. Pérez, que había sido Vicepresidenta con A. Pardo. Este confrontaría en primarias su candidatura con Marimar Angulo para el XII Congreso Provincial del PP. Y perdió. Su aliada A. Pérez estaba, pues, sentenciada. En junio, el primer Comité Ejecutivo Provincial del PP tras el Congreso decide por unanimidad poner de portavoz en la Diputación a J. A. Peregrina. La misma piedra. Y el mismo tropiezo, ya que A. Pérez vuelve a ganar por 6 votos a 5. Así que se le abre un expediente por falta grave. El poco tacto mostrado en la resolución del conflicto consigue la solidaridad con la afectada y el abandono del PP del Grupo de los 6. Ítem más, A. Pérez es la nº 4 en la lista del PP de Soria a las Cortes de Castilla y León, que bloquea Marimar Angulo a su vez Senadora. ¿Incompatibilidades? ¿Transfuguismo? (Continuará).
José María Martínez Laseca
(20 de julio de 2017)