Sucedió
el jueves 24-X-2019, la exhumación. 44 años después. Y durante toda la semana
pasada el debate político penduló entre Franco y Cataluña (irresponsable la líder
de ANC Elisenda Paluzie que disculpa los actos violentos diciendo que sirven
para situar a Cataluña en los medios internacionales), eclipsando todo lo
demás. Será por lo de “la luna de octubre que siete meses cubre”. Así, se
silencia la precariedad en el trabajo y lo que han aumentado las desigualdades
en nuestro país. Los ricos son más ricos y los pobres más pobres. Por la mala
distribución de la riqueza, que ha roto los puentes de la solidaridad en
educación, sanidad, pensiones y dependencia. Hasta el punto de que la educación
ha dejado de funcionar como ascensor social.
Lástima que vivamos en un mundo tan extraño donde hay que estar cada día
explicando lo evidente. Tiene algo de justicia poética que Pedro Sánchez haya
sido el Presidente de Gobierno que ha desalojado a Franco del Valle de los
Caídos. Muchos nunca pensaron que esto se iba a conseguir. Y sus imágenes
quedarán para la posteridad. Con esa escenificación que hubo en la salida del
dictador de la basílica, a hombros de su familia completamente sola,
proyectando sus sombras en aquella explanada tan desolada; mientras en la parte
superior de la escalinata los representantes del Gobierno que lo sacaba de allí
verificaban el momento. Luego el helicóptero sobrevolando la alta cruz de
Cuelgamuros y el posterior traslado hasta el cementerio de Mingorrubio, junto a
su esposa. Un hecho importante y necesario: separar al verdugo de sus víctimas.
Con críticas por dos lados. La más lógica, de la derecha y ultraderecha que
todavía no han exhumado a Franco de sus cabezas y todo lo que significó su dictadura.
La otra de la izquierda, acusando de electoralismo por la fecha, cuando hubo
que esperar la autorización del Tribunal Supremo.
Una película y un documental contextualizan cuanto digo: “Mientras dure
la guerra”, de Alejandro Amenábar (“Franquito, Franquito, tan cuquito, siempre
a lo tuyito”) y “La defensa por la libertad”, de Pilar Pérez Solano, sobre la
memoria de la Transición española hacia la democracia. Perdón sí, pero no
olvido. Justicia y reparación. El Valle de los Caídos debiera servir como
Centro de Interpretación de lo que aquí pasó. Para que aquella barbarie y la privación
de derechos y libertades no vuelvan a repetirse nunca más.
José
María Martínez Laseca
(31 de octubre de 2019)
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