martes, 4 de junio de 2013

El timo de las preferentes

Querido diario: el pasado viernes, de mañana, los presidentes de BBVA, Francisco González, de CaixaBank, Isidro Fainé, y del Santander, Emilio Botín, acudieron a declarar ante el juez Fernando Andreu de la Audiencia Nacional, como consecuencia de la denuncia presentada por UPyD motivada por sus reuniones con el ministro de Economía Luis de Guindos, previas a la dimisión del entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato, y antes de ser intervenida por el Estado. Tempranero resultó Emilio Botín, a quién esperaban medio centenar de afectados por las participaciones preferentes, recibiéndolo al grito de “¡ladrón!” Tal vez porque Botín se opuso a que todos los bancos pagaran las preferentes de los nacionalizados. Mas, no es esta la primera vez que quienes se sienten estafados por los bancos en ese tipo de inversión salen a manifestarse, reclamando se les devuelvan sus ahorros que, en algunos casos, son los de toda su vida. Así pues, los hemos visto clamando por toda España, puesto que son muchas las personas afectadas. Y ello por la imperiosa necesidad de las entidades financieras de captar dinero años atrás. Aquel voraz apetito (“maquinación estratégica urdida” según la OCU) propició que se las endilgaran también a unos compradores, de perfil inadecuado, que confiaron ingenuamente en su banco o caja habitual, a través del comercial “amigo”.
Tampoco castellanos y leoneses han quedado a salvo de semejante engaño. Debido al proceso de fusión del banco CEISS con Unicaja, ya aprobado por Bruselas, los numerosos afectados por las preferentes de Caja España-Duero serán, así mismo, los principales “paganos”. De entrada, perderán entre la mitad y tres cuartas partes de su inversión, afrontando dos canjes diferentes y con un mínimo de dos años de espera para recuperar una parte de sus ahorros. De aquí que se anuncien demandas civiles y aún querellas criminales por parte de los tenedores de dichos productos de riesgo. Triste final para este episodio regional: la gran Caja tocada y sus directivos inmunes. Se limitaban, eso sí, a poner el cazo y cobrar una pasta gansa. Como demuestra el ranking de dietas 2004-2011 de su Consejo de Administración.
José María Martínez Laseca
(30 de mayo de 2013)

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