Agosto cierra un verano de fuego, sed y sudor. De jolgorio a raudales por los pueblos (juventud, divino tesoro…). Con su traca final culmina un ciclo de nuestra historia inmediata, vivido por encima de nuestras posibilidades, según dicen los especuladores de la burbuja inmobiliaria, y nos veremos por ello arrojados del paraíso del Estado de Bienestar. Señales ha habido, acaso desapercibidas para incrédulos. Citaré tres recientes. Una de calado religioso: la muerte, el día 17, de Amparo Cuevas, la "vidente" a la que supuestamente, en 1981, se le apareció la Virgen en Prado Nuevo del Escorial, y que tuvo conocidos seguidores sorianos. Otra, mediática, que ha interesado a más de 160 países: el tuneado de una pintura mural del “Ecce Homo” del santuario de Nuestra Señora de la Misericordia de Borja, por la voluntariosa anciana y feligresa Cecilia Giménez. Que para sí la quisieran el Patronato de Turismo Provincial con su “Soria, ni te la imaginas” o la Concejalía capitalina con su Soria: “Pura Vida”, plagiado de Costa Rica, ya que no rompen la barrera del sonido. Y la tercera de alcance político: con el parlamentario y concejal del PP de Orense, Guillermo Collarte, declarando que con sus 5.100 euros mensuales las pasa canutas -Esperanza Aguirre tampoco llega con su sueldo a fin de mes- y que el papel de diputado lleva mucho de ser bien mandado, limitándose a levantar la mano. Ya Spengler escribió “La decadencia de Occidente”, que los libros clásicos se recomiendan sin haber sido leídos como decía Oscar Wilde.
Septiembre inicia el curso político. Pende sobre nuestras cabezas la espada de Damocles de un rescate para España y la indolencia de Rajoy nos hace temer lo peor. Galicia se suma a Euskadi y adelanta elecciones al 21 de octubre. Montoro sube el IVA, la Mato suprime la tarjeta sanitaria a emigrantes tras aplicarnos el copago, Wert nos regresa al futuro de “los niños con los niños y las niñas con las niñas” y nuestra señora de Fátima cuestiona los 400 euros del Plan Prepara a los parados, dándoles lecciones de esfuerzo y de moral. Siempre pagan justos por pecadores. A los parias nos queda la protesta: sin ella no hay democracia que valga.
José María Martínez Laseca
(30 de agosto de 2012)
No hay comentarios :
Publicar un comentario