En las geometrías rectangulares de los campos de Soria, empieza la recolección del pajizo cereal: trigo y cebada sobre todo. Se prevé mala cosecha. El milagro, que pareció fraguarse con las lluvias de abril, tan oportunas, se ha echado a perder por el sol abrasador que, al bajar el índice de humedad, achicharra las espigas. En algún sitio ni siquiera se las podrá recoger. Y las ayudas del Gobierno a la sequía son ridículas, como si el sector agrario no fuera todo lo estratégico que cacarea en sus mítines. No es de extrañar la ruina del mundo rural. Cada vez es más difícil la incorporación de jóvenes, que favorezcan la renovación generacional de las explotaciones. La inminente subida del IVA hará que nuestra agricultura y ganadería, sin saber a quien repercutirlo, dejen de ser competitivas. Hay más carga de impuestos, tasas y tarifas recaudatorias que, junto con los recortes, ajustes o planes reformistas, generan esa espiral envenenada para el consumidor infeliz que cuanto más paga más debe. Por ende, se van cerrando escuelas, dejando a los pueblos sin perspectiva de futuro.
Recién, hemos visto encadenados partidos de fútbol y corridas de toros. Yo celebro, primero, la actuación del novillero de San Leonardo, Sergio Fraile, en el coso de San Benito durante el surrealista Viernes de Toros de las Fiestas de San Juan. Al lidiar el segundo de la mañana, el de Santa Catalina, el graderío ovacionó su faena. ¡“El Chapitas” cómo mola, se merece una ola! Empero, el gran acontecimiento fue la Eurocopa 2012 ganada por “ES-PA-ÑA”. Un estilo de juego en equipo, el de “La Roja”, consagrado como del tiqui-taca. Tener el balón y pensar con los pies, pasárselo y terminar encontrando los caminos del gol. En la final de Kiev, goleando a Italia (4-0), toda la nación se plantó ante los televisores. No en balde, el fútbol, convertido en el deporte Rey, es el mayor espectáculo del mundo. (Aquí, el único juego que lo supera es el desprecio al político). Y hasta hay equipos africanos que usan la brujería e invocan a sus muertos para ganar los partidos. Nuestra selección ha pasado de hacer historia a ser leyenda. Sus heroicas hazañas -“no hay dos sin tres”- las cantan los bardos. “Pan y circo” narcotizador. Un bálsamo de fierabrás frente al desastre de la injusticia social y la corrupción vigentes. De más pobres y más desigualdad.
José María Martínez Laseca
(5 de julio de 2012)
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