Que no corren buenos tiempos para la monarquía española (“la forma política del Estado español es la monarquía parlamentaria”, reza nuestra Constitución), es una realidad que no se nos oculta a nadie. Toda vez que en estas últimas semanas el Rey Emérito Don Juan Carlos I viene estando en el centro de la polémica debido a que han salido a la luz sus turbios negocios con fondos depositados en bancos de Suiza. Lo que está repercutiendo directamente sobre su hijo el Rey Felipe VI y en general sobre toda la Corona española. En este contexto, para contrarrestar dicho efecto negativo, desde la Casa Real se ha acometido la iniciativa del viaje de los Reyes por las diferentes comunidades de España. Aprovechando la oportunidad de que nuestro país inicia su recuperación económica y social dentro de la nueva normalidad. Un viaje, pues, que busca el contacto directo con la calle y con la gente.
En lo concerniente a Castilla y León, Soria ha resultado la provincia agraciada, entre las nueve, para esta visita real. Las razones que se han dado es que los Reyes se interesan por el reto demográfico (Soria es la provincia de menor densidad de población de España) y que el coronavirus ha tenido aquí un impacto brutal. Aunque la Reina Letizia ha estado ya en otro par de ocasiones interesada por el primer tema, lo cierto es que esta era la primera vez en que los Reyes acudían juntos a Soria. Comenzaron su ruta a primera hora de la mañana en la villa de Vinuesa, la corte de pinares y uno de los pueblos más bonitos de España, que ya visitaron antes los Reyes Juan Carlos I y Sofía, en 1984. También el príncipe Felipe, cuando contaba 9 años de edad, subió a la Laguna Negra; navegó por el Pantano de la Cuerda del Pozo y asistió a un campamento juvenil. Les recibieron la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco; el presidente de las Cortes, Luis Fuentes; el delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, y el alcalde de Vinuesa, Juan Ramón Soria. Y cientos de vecinos de la comarca les aclamaron. En su encuentro trataron sobre la despoblación y de la Soria vaciada, reiterándose diagnósticos y posibles soluciones. Entre otras que se frene la fuga de cerebros y que el talento de los sorianos bien formados revierta en pro del desarrollo de los pueblos. Para ello se requiere el apoyo de las administraciones que deben garantizar infraestructuras viarias y de telecomunicaciones y mejores servicios públicos. A mí me hubiera gustado escuchar a los 6 ancianos del lugar, elegidos por sorteo. Me cuentan que dijeron que la provincia agoniza y que el remedio pasa por la implantación de empresas que creen empleo y asienten la población al territorio. Vinuesa ha pasado de tener 1.150 habitantes en 1991 a los 850 actuales.
Después del mediodía llegaron a la capital, y visitaron el histórico Instituto Antonio Machado, donde impartieron la enseñanza los catedráticos poetas: el sevillano que da nombre al centro (1907-1912) y el cántabro Gerardo Diego (1920-22). En este templo del saber, los Reyes escucharon las aportaciones de quince representantes sorianos (de los ámbitos institucional, empresarial, sindical, financiero, vecinal y deportivo, turístico, etc.) que les trasladaron también sus pareceres. A continuación se desplazaron por el Collado repleto de curiosos con sus mascarillas tras las vallas, hasta el Palacio Cultural de la Audiencia, donde vieron la maqueta conmemorativa de los 900 años de la fundación de la ciudad de Soria celebrado el pasado año y recibieron un facsímil del Privilegio de los Arneses de sus Doce Linajes.
Frente a las opiniones descalificadoras, creo que lo positivo de esta visita real para nosotros es que Soria, tan dejada de la mano de los gobiernos, ha tenido una visibilidad y protagonismo en todos los medios de comunicación. Remarcándose su singularidad. Ello también la ha favorecido en el sentido de su promoción como destino del turismo de interior, por el que tanto abogamos. Pero, para sacarnos las castañas de nuestro futuro provincial del fuego necesitaremos, más allá del quejido plañidero, de un mayor emprendimiento por nuestra parte, siguiendo el ejemplo del grupo de El Royo que ha apostado por el cultivo los frutos rojos para lograr un valor añadido de estos productos mediante su transformación. Y dentro del reto demográfico, contar con la emigración será, que no se nos olvide, determinante para nuestra provincia. ¡Ah!, que en lo tocante a la epidemia del coronavirus sabed que el asunto no está zanjado y que los rebrotes de los contagios se están multiplicando. Así que ¡a cuidarse y mascarilla al morro!
José María Martínez Laseca
(17 de julio de 2020)
No hay comentarios :
Publicar un comentario