De Soria a Villanubla en autobús y desde aquí a Atenas en avión. Con Jesús Fernández. Viaje cultural, de piedras y museos, dijo Adolfo. Visita panorámica de la ciudad, al llegar. De noche, callejeamos por el barrio antiguo de Plaka, el de los dioses, lleno de animación. Al día siguiente, subimos a la Acrópolis o ciudad alta con una doble función: defensiva y sede de los principales santuarios de culto. Como el Partenón o templo de Atenea y el Erecteion con su tribuna de 6 cariátides. Bajamos al museo, a sus pies. Reconstruido en 2009, con esculturas de piedra y de bronce y otros restos procedentes de la colina. Después, al templo de Poseidón (en Cabo Sunion). El tercer día vemos el Canal de Corintio (1881-1893), de más de 6 km., que abre la navegación entre el Golfo de Corintio y el mar Egeo. Tras ello, al teatro de Epidauro (s. IV a. C.), modélico, con su graderío sobre el cerro, honrando al dios médico Asclepios.
En la Acrópolis de Micenas, excavada por el arqueólogo alemán H. Schliemann, nos impacta la Puerta de los Leones, y, extramuros, la sepultura de Agamenón o “Tesoro de Atreo”. El cuarto día, recorremos el impresionante recinto arqueológico de Olympia. Según la leyenda, Zeus instauró aquí los juegos al haber luchado contra su padre Cronos. Su museo reúne un rico patrimonio escultórico hallado en las excavaciones del s. XIX. En Patras, accedemos a la imponente catedral bizantina de San Andrés Apóstol. A Delfos, en el monte Parnaso, acudimos el quinto día. Reverenciado en el mundo griego como centro del universo. Con su famoso oráculo. En su museo los restos de su templo hallados en diversas excavaciones. Nos detendremos junto al monumento en honor a Leónidas y sus 300 espartanos que lucharon contra los persas en Las Termópilas hasta morir.
La sexta jornada visitamos dos de los monasterios bizantinos de Meteora. Sitios de retiro y rezo. Construidos sobre la cumbre de enormes masas rocosas talladas por la erosión. El penúltimo día realizamos un crucero por las islas Sarónicas de Hydra, Poros y Aegina (con el templo de Afaya), en la costa del Peloponeso. Por la mañana, el último día vamos al Museo Arqueológico Nacional de Atenas (1891), que cobija diferentes colecciones: prehistóricas, de escultura, cerámica, bronce y de Oriente próximo; desde el quinto milenio a. C. hasta la conquista romana. Melina, la guía local, nos contó viejos mitos y nos hizo comprensible todo el recorrido. Y regresamos. ¡Valió la pena!
José María Martínez Laseca
(1 de noviembre de 2018)
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