“Cuando vino mi
abuela / trajo un poco de tierra española. / Cuando se fue mi madre / llevó un
poco de tierra cubana. / Yo no guardaré conmigo ningún poco de patria. / La
quiero toda sobre mi tumba”. Son versos de Carilda Oliver Labra que leí
en mi reciente viaje a Cuba, a primeros de julio. “Quienes repiten visita –nos
comenta el taxista– dicen que esto ha cambiado mucho, pero los que vivimos aquí
apenas lo notamos”. En 2008 Raúl Castro sucedía a su hermano Fidel –líder de la
revolución de los barbudos (1953-1959) contra el dictador Batista que había
convertido al país en casino y prostíbulo de EEUU– en la presidencia de Cuba.
Los noticiarios de Radio Reloj y Tele Sur felicitan a Fidel Castro que va a
cumplir 90 años. Una ruta guiada nos llevará por Santa Clara, donde vemos el
memorial al idolatrado Ché Guevara; Trinidad, ciudad colonial declarada
Patrimonio de la Humanidad por
la UNESCO y
Cienfuegos, la Perla del Sur, fundada en 1819 por colonos franceses.
Descansamos en la playa de Varadero. Un complejo capitalista-consumista dentro
de la isla de régimen socialista. Y es que el turismo se ha convertido en motor
de desarrollo económico, frente a la agricultura abandonada por los hijos de
los campesinos con estudios. Lo constata su doble moneda: el peso
nacional o CUP y el “convertible” o CUC, con paridad al dólar, para
extranjeros, implantado en 1994, a fin
de compensar la caída de la
URSS.
Todo
en Cuba es fusión, mezcla. De razas: mulatos; comidas: con especias; músicas:
salsa; arte: ecléctico; religiones: santería; bebidas: cócteles (daiquiri,
mojito, ...), etc. De todo yo me quedo con mis días en La Habana ,
cuyo halo decadente realza su encanto de ciudad. La recorro como a una amante
en su piel: histórica, suburbial, residencial. Repleta de gente amable. Nos
alojamos en el Hotel Ambos Mundos o “la importancia de llamarse Ernesto”,
Ernest Hemingway, que tuvo aquí su hogar en los años 30. “Adiós, amigo
Lezama. Qué sereno tiempo cuando este libro y tu libro; tus libros y mis libros
y mil libros se encuentren en una librería cualquiera en un precioso tiempo que
formen 100 años sobre tu muerte y la mía” reza otra placa con firma de Virgilio
Piñera. Hay un cariño recíproco entre España y Cuba. Con base en la
historia, la cultura y la sangre. Aquí la frase del gran poeta Nicolás Guillén:
¿Y tu abuela dónde está?
José María
Martínez Laseca
(28 de julio de
2016)