El hombre ha sentido siempre la
necesidad de salir de su entorno cotidiano. De viajar para experimentar lo
desconocido. Y a esas actividades tendentes a conocer o disfrutar de esos
lugares diferentes a aquellos en los que se vive de manera habitual es a lo que
llamamos turismo. Sabido es que el turismo se ha convertido en un importante
reactivador económico, en motor de desarrollo para muchos territorios. A tal fin,
las administraciones se esmeran en generar planes de dinamización turística,
tratando de captar una parte de esos numerosos turistas que se movilizan. Y, tanto
desde la iniciativa privada como desde la pública, se han ido implantando las
infraestructuras necesarias para su recepción y alojamiento.
En lo que a Soria se refiere,
dada su reducida oferta hotelera inicial, cabe calificar de todo un revulsivo
la construcción del Parador Nacional de Turismo “Antonio Machado”. Y no lo digo
por el número de habitaciones que entonces aportaba: solo 14, sino por lo que
significó de apuesta de calidad y, en consecuencia, de cambio de tendencia. Bien es cierto que el Ayuntamiento le ofreció al Gobierno unos
terrenos en la Huerta
de San Francisco, pero, dado que estos hoteles de alta categoría buscaban
edificios emblemáticos o localizaciones destacadas para su emplazamiento,
acabaría ubicándose en el alto cerro vigía del Castillo, con bellas vistas
panorámicas tanto al meandro del río Duero en torno a Soria, cuanto al monte
Moncayo, allá en el horizonte hacia Aragón. Más tarde, se reformaría, ampliando
sus estancias y recientemente creció hasta las 67 habitaciones, ya en un nuevo
edificio.
Ahora, el Parador cumple sus 50
años de existencia, porque fue inaugurado el día 16 de noviembre de 1966 por el
Ministro de Información y Turismo Manuel Fraga Iribarne, acompañado para la
ocasión por las autoridades provinciales y locales, sin que faltara el obispo
Saturnino Rubio Montiel, que lo bendijo. Para mí, lo más grato fue la presencia
de los poetas Federico Muelas, Antonio Canales, Rafael Penagos, Victoriano
Crémer, José Luis Prado Noguera, José García Nieto, Manuel Alcántara y Luis López de Anglada, que
tejieron una hermosa corona poética en homenaje a Antonio Machado. Y ello no es
baladí, cuando se pretende proyectar a Soria como la bien cantada: la ciudad de
los poetas. ¡Lástima que al cumpleaños no se invitara a ningún poeta!
José María Martínez Laseca
(5 de mayo de 2016)
No hay comentarios :
Publicar un comentario