El paso del tiempo nos ofrece
algunas veces la coartada perfecta para el recordatorio de un aniversario
redondo. Así, este año 2016 se cumplen los 100 años del nacimiento de la poeta
Concha de Marco (María de la Concepción
Gutiérrez de Marco, se llamaba). Nació en Soria, el día 23 de
mayo de 1916, en el nº 15, 2ª planta, de la plaza de Herradores. Y lo digo
porque saber es tener noticia de algo. Curiosamente, desde nuestra acreditada
ingratitud, solemos abrir la boca más para despotricar que para reconocer u
homenajear a un semejante. Y, en verdad, que méritos no le faltan a nuestra
protagonista, a esta mujer que, con tenacidad y lucha, se fue construyendo a sí misma, si bien su
fuerte personalidad ha quedado eclipsada por ser compañera constante de un gran
hombre, al que la vincularon férreamente las fuerzas del destino y del amor. Cuando, en el año 2005, la Comisión de Arte y Música
de la Real Academia
de la Historia ,
constituida por José Manuel Pita Andrade y Alfonso Pérez Sánchez, propuso mi
candidatura para elaborar la biografía de Juan Antonio Gaya Nuño, yo les sugerí
hacer, también, la de Concha de Marco, lo que me aceptaron de inmediato. Por
eso, ella figura en una entrada del
Diccionario Biográfico Español.
Concha de Marco fue una de las escasas mujeres universitarias de su tiempo, debido a que su padre quiso educarla como si de un chico se tratara. Se licenció en Ciencias Naturales porla Universidad
Central de Madrid en 1939, aunque poco tardó en derivarse al
área de letras. Compartió con su compañero Juan Antonio el gusto por el Arte y
se dedicó profesionalmente a traducir al español libros del francés y del
inglés relativos a dicha materia y a la obra de conocidos pintores. Como
narradora escribió algunos cuentos y, en el campo del ensayo, un interesantísimo
libro titulado “La mujer española en el romanticismo”. Gustaba de la música,
pero fue la poesía, sobre todo, su auténtico refugio frente a la intemperie de
la vida. Su forma de compromiso y de resistencia. Publicó siete poemarios,
donde además evoca su raíz identitaria. Su artículo “Las ciudades más bellas de
España: Soria”, en “Blanco y Negro”, es un claro anticipo de su conocida Guía
de la provincia. Lo cual es de agradecer. Con mucho menos, otros cuentan en la
ciudad con una calle a su nombre.
Concha de Marco fue una de las escasas mujeres universitarias de su tiempo, debido a que su padre quiso educarla como si de un chico se tratara. Se licenció en Ciencias Naturales por
José María Martínez Laseca
(25 de febrero de 2016)
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