En esta primera entrega, el autor, y promotor a su vez de la concesión
de la medalla de oro de la
Ciudad por parte del Excmo. Ayuntamiento de Soria al I.E.S.
Antonio Machado, con motivo de cumplir 175 años de existencia, nos introduce en
el contexto histórico político y social de la provincia, justo en aquellos
momentos en que el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza va a abrir sus
puertas a los estudiantes sorianos.
En
la cuarta década del siglo XIX, Soria ya no era todo lo grandiosa que fue
otrora con el auge de La
Mesta. La provincia que, a propuesta (febrero 1922) del
catedrático Pelayo Artigas, aspiró a llamarse Numancia. Aquella gran Soria
cuyas tierras mediaban entre el Ebro por el norte y el Tajo por el sur. Muy por
el contrario, ahora había reducido su superficie en 4.000 km2, al trazar Javier
de Burgos (decreto de 30-11-1833) la división territorial al modo de los
departamentos franceses. Su riqueza ganadera se veía menguada, su agricultura
seguía encasillada en su rutina patriarcal, su industria era escasa y
prácticamente nulo su comercio. Algo de honor (al ser este patrimonio del alma)
quedaba, ya que, desde las páginas en pañales del periódico “El Numantino”, se
invocaba a los héroes celtíberos de Teógenes y Megara. Pero, las condiciones
para sobrevivir al medio eran difíciles, realmente duras. Los hijos de agricultores
y jornaleros comenzaban muy pronto a trabajar, incluso antes de los 12 años, lo
que los alejaba de la escuela.
A
los esfuerzos de la
Diputación Provincial se sumaban los del Ayuntamiento y la Real Sociedad
Económica Numantina de Amigos del País, con su lema “el ocioso para nadie es
provechoso”, en un intento renovador de arriba a abajo. Ya entonces se consideraba
a Soria “aislada”. Así que en obras públicas se costeó el estudio de la
carretera Soria-Logroño por los puertos, se presionó porque se construyera el
camino Madrd-Sigüenza-Soria-Logroño y el de Ágreda a Langa. También se valoraba
el establecimiento de una Caja de Ahorros, la reforma del Teatro de la Ciudad o establecer la Sociedad de Socorros Mutuos
contra apedreos, incentivándose el espíritu asociativo. Había que luchar contra
la adversidad, generar buenas defensas frente a esos cinco demonios: miseria,
enfermedad, pobreza, inactividad e ignorancia, que acosaban a las clases populares.
Así
las cosas, los liberales progresistas vieron en el fomento de la instrucción
pública la mejor manera de crear un capital humano para una mejor inserción de
los jóvenes en el sistema productivo y de atraerse, a la vez, a los grupos populares
hacia su causa. Empero, había, por desgracia, algunos padres tan indolentes que
no cuidaban de enviar sus hijos a las escuelas primarias. Para remediar este
mal, la Real Sociedad
Económica Numantina de Amigos del País nombró comisarios que los excitasen a
que aprovecharan el gran beneficio de la educación puesto que se les ofrecía
gratis, y “por ser esta la dote más preciosa que podían dar a sus hijos”, los
cuales saliendo bien instruidos en las materias de 1ª enseñanza y en los buenos
principios de la moral cristiana serían a su tiempo ciudadanos útiles a sus
familias y al Estado.
Es
en este contexto, como consecuencia de la revolución de 1840 que derrocó a
María Cristina, madre de la reina Isabel II (aún menor de edad), cuando llegó
la regencia de Espartero. Y en el afán de hacer de la necesidad virtud se
dieron las condiciones para que la ciudad de Soria aspirase a tener su único Instituto
de carácter provincial. A tal fin -y para desactivar la poderosa influencia de
la iglesia- se acometió el desmantelamiento y traslado de la Universidad de Santa
Catalina desde El Burgo de Osma a la capital.
A
través de las actas de la Real Sociedad Económica Numantina de Amigos del País
conocemos una parte del proceso seguido.
Ya el 27 de febrero de 1841 se lee en su seno un oficio de la Diputación Provincial ,
en relación con la R. O. de 11 de febrero que decretaba el establecimiento en la Ciudad de Soria de un
Instituto de 2ª Enseñanza, por el que le pedía la informase de los recursos que
pudieran arbitrarse con más facilidad para el sostenimiento del centro en
cuestión. El 16 de marzo se crea una Comisión, integrada por el Jefe Político
Miguel Antonio Camacho, Julián Celorrio y Eustaquio García, encargada de formar
el expediente para plantear dicho Instituto público con inclusión de las bases
orgánicas que le han de servir para la ley de la misma enseñanza. El 17 de
marzo se presentaron los proyectos de los institutos de 2ª enseñanza de Tudela,
Rioja y Santander, que se pasaron a la comisión especial encargada de formular
su proyecto para el que debe establecerse en esta provincia. También en
sesiones de 21 de abril y 5 de mayo se continuó con la discusión del informe
sobre el Instituto de 2ª enseñanza.
José María Martínez Laseca ha sido alumno y profesor del I.E.S. "Antonio Machado" de Soria
(10 de febrero de 2016)
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