Indago en el diccionario digital
de la RAE la
palabra que da título a esta columna y leo que significa no apercibido. Insatisfecho
con el resultado obtenido, insisto, curioso, buscándola después en un
diccionario de la lengua española usual y me encuentro con las siguientes
acepciones y contextos: 1.- Inadvertido: Es tan tímido que le gusta pasar
desapercibido en las fiestas y reuniones. Está muy desilusionado porque sus
cuadros han pasado desapercibidos, en la última exposición; y 2.- Desprevenido, desprovisto de lo
necesario: La tormenta veraniega le cogió desapercibido y quedó empapado hasta
los huesos.
Escojo la primera de ellas para uno
de los casos que aquí nos ocupan. Así, recién se han cumplido cuarenta años de la
proclamación de Juan Carlos I por las Cortes franquistas como rey de España. Se
produjo el día 22 de noviembre de 1975. Y
hay que reconocer que su reinado ha supuesto el periodo más largo de paz,
libertad, democracia y de mayor progreso social en nuestro país. Empero,
efemérides tan significativa ha pasado desapercibida, puesto que ni en público
ni en privado se ha dado celebración alguna. Lo cual resulta triste. Después de
tanto bombo y platillo por su papel en la transición, ahora nada. ¿Acaso responde
a cuestiones de timidez por parte de la actual Casa Real? Es de notar que tal
hecho histórico se produjo dos días después del fallecimiento del dictador
Franco. O sea el 20-N, coincidente también con la muerte del fundador de la Falange y que, por desgracia,
no suele pasar desapercibida. Y aquí sí que se da el descaro de sus nostálgicos
sin ningún temor, impunes.
De otra parte debía andar yo un tanto desprevenido, sin mi
transistor, porque casi me pasa desapercibida la marcha estatal de Madrid denunciando
"que han pasado 40 años y
ningún partido político ha tenido la decencia de hacer algo" por las víctimas del franquismo, dotando
de un contenido real la Ley
conocida como de Memoria Histórica: reparación, justicia y dignidad. Y, pese al
ruido del exceso de carteles, en el Collado, no me ha pasado inadvertido ese
que anunciaba la próxima presentación del libro “La purga de Franco en el
magisterio soriano”. Y es que, a partir del 18 de Julio de 1936, se materializó
la represión y venganza sobre los maestros en las zonas ocupadas por los
sublevados. “La escuela fusilada”.
José María Martínez Laseca
(26 de noviembre de 2015)
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