El cielo de Soria gira y es azul
y límpido de día, perfecto en su alta noche oscura para la contemplación de las
perseidas si se tercia y demás astros y constelaciones otros días, como bien
saben en el reabierto observatorio astronómico de Borobia o los de Astro Tiermes,
entre otros. Pero aquí, en esta tribuna, donde se investiga, se reflexiona y se
produce la crítica, tan escasa, por escrito (ya sea de arte, política o
literaria), con entera libertad, propiciada por esa imperiosa necesidad humana
de expresarse sobre la realidad global (“lo global es lo local sin paredes”) y
actual, tan acelerada, en la que vivimos. También nos ocupamos del suelo patrio
chico en que habitamos.
Una provincia –inmersa ahora en
la configuración de un nuevo mapa de ordenación de su territorio–, con muchos
pueblos dispersos y poca gente, con exceso de jubilados y carencia de jóvenes,
con más personas que mueren de las que nacen. Desgraciada, por tan dejada de la
mano de todos los Gobiernos de turno, según dicen, aunque más de unos que de
otros, lo que nos ha llevado a un victimismo crónico, por aquello de que, ante
el acostumbrado muro de las lamentaciones, es más fácil echar la culpa al otro
(curiosa empatía), buscando un enemigo exterior, olvidándonos siempre de
nuestra alícuota parte de responsabilidad, por la desidia e inacción acreditada
de largo tiempo atrás por nuestras propias manos, por nuestra falta de agudeza
de ingenio y talento, puesto que nuestro capital humano mejor formado lo
exportamos a otros lugares más desarrollados en la consabida fuga de cerebros.
¿Para cuando cambiar de una vez por todas nuestra mentalidad resignada y pasar
a la emprendedora?
Aquí, dentro de ese cuadrante
nororiental de España, configurado como un lugar de paso o enlace obligado
entre las regiones de mayor prosperidad y que parece esquivarse; donde se
siente el frío soplo del cierzo invernal que baja de la sierra, la verdad es
que no se mueve mucho la cosa. Pongamos por caso las tan manidas
infraestructuras. Aunque se nota satisfacción con la A-15 (o Madrid-Soria), pareciendo
que se nos hubiera olvidado ya que ese logro es tan solo a medias, por suponer
una parte del proyecto completo Madrid-Soria-Tudela, que debiera conectarnos a
los ejes de desarrollo tanto del centro de España como del Valle del Ebro, al
tiempo que comportaría un nuevo acceso a Francia desde el centro y el sur de la
península.
Con respecto a la A-11, o Autovía del Duero, de
conexión con nuestra capital autonómica, los alcaldes ribereños, afectados, al
pasar por sus pueblos, claman ante la
Junta de Castilla y León y el Gobierno de la Nación por su prioridad.
Coincido más con ellos en que es un problema de Estado que en lo otro, es decir
en su gran contribución a nuestro futuro desarrollo. Por supuesto, que sirve
para vertebrar el territorio y cohesionarlo. Pero cada vez que el Gobierno saca
los PGE viene la decepción y, si no, a la hora de ejecutarlos.
Sobre el sueño del AVE, este se diluye, cual
pesadilla, al despertarnos. Hace dos años, en Castilla y León quedaban tan solo
dos capitales de provincia con vía única no electrificada: Salamanca y Soria, y
creo que hasta compartíamos trenes diesel. Las dos situadas a unos 230-250 kms.
por ferrocarril de Madrid y unos 80-90 kms. de una línea de alta velocidad.
Salamanca tenía la línea de alta velocidad Madrid Galicia por Medina del Campo
y Soria la línea Madrid Barcelona por Medinaceli.
En Salamanca se ha procedido a la
mejora y electrificación de la línea única entre Salamanca y Medina del Campo,
realización de una subestación y la conexión con la línea del Ave en Medina del
Campo con un intercambiador de ejes para adecuar los anchos de vía. Al decir de
la ministra de Fomento, la inversión ha rondado los 40 millones de euros y prometen
Salamanca-Madrid en 1 hora y 30 minutos para final de año. Siendo esto así, se
me antoja muy fácil la solución para Soria: la misma que la de Salamanca.
Mejora y electrificación desde Soria a la línea del AVE en las inmediaciones de
Medinaceli, subestación eléctrica y conexión con la línea del ave. Estaríamos a
1 hora 40 minutos de Madrid y resto de la red AVE y a 3 horas y cuarto de
Barcelona. Suponiendo una inversión similar a la de Salamanca para compararlo
sería lo mismo que la administración va a pagar para salvar la inversión de
unos particulares en un sobredimensionado polígono industrial del municipio de
Soria o la tercera parte de la inversión en una ciudad de (no se qué) ambiente
en el municipio de Garray.
El primer paso ya está dado. El
Ministerio de Fomento adjudicó en mayo de 2011 la redacción del estudio de
Alternativas de conexión de la línea Torralba-Soria con la red de alta
velocidad en el entorno de Medinaceli por 511.865 euros. Dándose continuidad a
este proyecto estaría esta solución.
Si así queda lo viario-ferroviario, sin dejar
de lado la intransitable C-101 entre
Ágreda-Almazán, no podría olvidarme, aquí tampoco, de la obligación de conectar
nuestros pueblos a Internet. ¿Cuándo la banda ancha? Los anticipados
Presupuestos Generales del Estado para 2016 poquísimas dotaciones aportan.
Hablo de condiciones necesarias, aunque no suficientes, en aras a un futuro desarrollo sostenible.
Esta lánguida Soria avanza
cansina por la ruta estacional hacia ese otoño multicolor que la maquilla más
hermosa todavía, aunque ahora ha cambiado dicho ciclo agrícola de las cuatro
estaciones por el más comercial y mercantil de la moda segmentado en primavera-verano y otoño-invierno. Aquí,
donde nos sentimos maltratados, porque las transferidas políticas de
solidaridad (sanidad, educación, prestaciones sociales) se han visto
recortadas, mutiladas y, en consecuencia, en el reparto salimos peor parados,
tratamos de revolvernos en un último esfuerzo un tanto noqueados sin saber hacia
donde enderezar el rumbo. Para salir de
tal modorra se habla de buscar la tierra prometida en dos horizontes como son
los del desarrollo industrial y la promoción turística. Hagan proyectos,
señores. Pasen y vean.
Al final, frente al imperio,
siempre nos quedará Numancia. Si bien cabría preguntarse: ¿Que vale más un
valiente muerto o un cobarde vivo? El primero porque defendió sus
ideales y el segundo porque puede hacer cosas inusitadas para conservarse
con vida. Elijan. Sé que las cosas no son tan sencillas, pero yo sigo siendo un
hombre esperanzado.
José María Martínez Laseca
(13 de octubre de 2015)