lunes, 31 de agosto de 2015

La señorita Numancia

Cuestión de elegir. Os hablo del frustrado futbolista Juan Antonio Gómez Barrera (JAGB). Al andar el camino de la vida vamos a encrucijadas que nos obligan a optar. Cuando lo hacemos, cerramos posibilidades. Sincero, nos lo confiesa JAGB en su último libro: “Una señorita llamada Numancia y otros textos del papel” (Millán y_Las Heras Ed.), en su capítulo “En el recuerdo de Alberto Vitoria y de mis once años”. Comparar las musculosas piernas del amigo con las suyas le bastó para saber que su sueño infantil nunca se cumpliría. Este “texto intermedio y entre paréntesis” es la bisagra que abre en dos mitades la compilación de 12 artículos de erudición, ya publicados antes, entre 2009 y 2014, en Tribuna de “Diario de Soria”.  
 Que no solo vivimos nuestras vidas, sino todas aquellas que leemos y escuchamos. Por eso os recomiendo este libro. Porque en él se descubren, junto a efemérides, retazos biográficos de destacados personajes de la Soria de ayer. Como Nicolás Rabal (historiador), Gerardo Diego (poeta) Ignacio López (escultor), J. A. Gaya Nuño (escritor), Víctor Arnau (catedrático), L. Torres Balbás, M. Aníbal Álvarez y Félix Hernández (arquitectos).
Empero, no excava JAGB en archivos, hemerotecas y bibliotecas en busca de vestigios del pasado para recomponer vasijas de nostalgias; sino que lo hace con meticulosidad y santa paciencia, con método y rigor, para mejor probar cuanto dice, en aras a la objetividad y veracidad, mostrándonos siempre algo nuevo de cuantos, por sus obras, merecen recordarse. Resulta así un libro que armoniza el afán del buen ensayista con la corrección gramatical y la letra amena.
Una obra que, como “El Ateneo de Soria”, amplía relaciones con los lectores, en contraste con frutos de su otra línea de investigación sobre temas de arqueología y arte rupestre, más para especialistas. No es baladí el título, que parte del antropónimo germen del artículo final, al ser este texto una hoja de ruta o ritual de iniciación en la pasión por investigar. Enseñando a cavilar. Porque educar no consiste en llenar un cubo, sino en prender un fuego. Pareciera deducirse de lo antedicho que la exitosa trayectoria, docente e investigadora, de JAGB  vino determinada por aquella decisión (como la de quedarse en Soria) tomada siendo niño, con tan solo 11 años. Había que elegir.
José María Martínez Laseca
(27 de agosto de 2015)

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