Cuestión de elegir. Os hablo del frustrado
futbolista Juan Antonio Gómez Barrera (JAGB). Al andar el camino de la vida
vamos a encrucijadas que nos obligan a optar. Cuando lo hacemos, cerramos
posibilidades. Sincero, nos lo confiesa JAGB en su último libro: “Una señorita
llamada Numancia y otros textos del papel” (Millán y_Las Heras Ed.), en su
capítulo “En el recuerdo de Alberto Vitoria y de mis once años”. Comparar las
musculosas piernas del amigo con las suyas le bastó para saber que su sueño infantil
nunca se cumpliría. Este “texto intermedio y entre paréntesis” es la bisagra
que abre en dos mitades la compilación de 12 artículos de erudición, ya
publicados antes, entre 2009 y 2014, en Tribuna de “Diario de Soria”.
Que no solo vivimos nuestras vidas, sino todas
aquellas que leemos y escuchamos. Por eso os recomiendo este libro. Porque en
él se descubren, junto a efemérides, retazos biográficos de destacados
personajes de la Soria
de ayer. Como Nicolás Rabal (historiador), Gerardo Diego (poeta) Ignacio López
(escultor), J. A. Gaya Nuño (escritor), Víctor Arnau (catedrático), L. Torres
Balbás, M. Aníbal Álvarez y Félix Hernández (arquitectos).
Empero, no excava JAGB en
archivos, hemerotecas y bibliotecas en busca de vestigios del pasado para
recomponer vasijas de nostalgias; sino que lo hace con meticulosidad y santa
paciencia, con método y rigor, para mejor probar cuanto dice, en aras a la
objetividad y veracidad, mostrándonos siempre algo nuevo de cuantos, por sus
obras, merecen recordarse. Resulta así un libro que armoniza el afán del buen
ensayista con la corrección gramatical y la letra amena.
Una obra que, como “El Ateneo de
Soria”, amplía relaciones con los lectores, en contraste con frutos de su otra
línea de investigación sobre temas de arqueología y arte rupestre, más para
especialistas. No es baladí el título, que parte del antropónimo germen del
artículo final, al ser este texto una hoja de ruta o ritual de iniciación en la
pasión por investigar. Enseñando a cavilar. Porque educar no consiste en llenar
un cubo, sino en prender un fuego. Pareciera deducirse de lo antedicho que la
exitosa trayectoria, docente e investigadora, de JAGB vino determinada por aquella decisión (como
la de quedarse en Soria) tomada siendo niño, con tan solo 11 años. Había que
elegir.
José María Martínez Laseca
(27 de agosto de 2015)
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