viernes, 16 de mayo de 2014

Despotrique

En la céntrica Plaza de Herradores, los vecinos han arreglado sus casas y abren negocios, mayoritariamente de hostelería. Así, en su costado derecho, el bar “El Cielo” es una suerte de faro que atrae a las gentes solitarias necesitadas de grata compañía. Bien se sabe que el apego es uno de los componentes sentimentales más importantes del ser humano. Tres televisiones de plasma, en su interior, lanzan imágenes multicolores cuando yo me aproximo a su barra.
“Mira –me advierte “El chismoso” señalándomelo con el dedo– Austria ganó Eurovisión y España quedó décima. Curiosamente con una tal Conchita Wurst, que dicen es el álter ego en forma de mujer barbuda del austríaco Thomas Neuwirth. Algunos grupos homófobos rechazaron su presencia, pero, fue esa apariencia femenina la clave de su éxito, con un mensaje básico hacia la tolerancia y contra la discriminación.” “Me llama la atención –intervino “El Espabilao”– que sea el festival de Eurovisión, junto con las becas Erasmus para estudiantes y los vuelos baratos de Ryanair, lo que más ha hecho para que sintiéramos a Europa como algo cercano. Porque la verdad es que aun siendo la Unión Europea, con 28 países, un proyecto interesante –como mejor respuesta a un mundo global– resulta bastante complejo, y parece que hasta ahora tan solo se ha preocupado por la moneda única y por conseguir logros económicos, dejando atrás las conquistas sociales y culturales y el borrado de fronteras”.
“Estamos de acuerdo –dije yo– en que aquel relato de Europa como modelo de desarrollo, de valores democráticos comunes y de garantías de servicios sociales, que teníamos hace diez años, se nos ha roto ahora a causa de la crisis económica, ya que, para cumplir con los mercados –bajo el dogma de la estabilidad y la austeridad–, se nos están aplicando duras penas y grandes sacrificios, que generan paro y pobreza en los más débiles. Pero, contra tanto euroescepticismo y populismo, yo sigo siendo un europeísta crítico y, frente al modelo liberal conservador vigente, apuesto por la alternativa socialdemócrata. Habría que hacer mucha más pedagogía política, ya que si la comunicación transforma, aquí se están simplificando los mensajes y se despotrica de todo, sin ilusionar a la gente con propuestas serias y solidarias a fin de construir una Europa mejor para todos sus ciudadanos.”
José María Martínez Laseca
(15 de mayo de 2014)

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