viernes, 11 de abril de 2014

Mi adiós a Juan Ignacio de Blas

Este pasado martes 8 de abril, a los 80 años de edad, falleció en Madrid, donde residía, Juan Ignacio de Blas Guerrero. Paradójicamente, en pleno arranque de la siempre regeneradora primavera, que nos regala los primeros lirios a la orilla de los ríos y las primeras margaritas blancas por sus verdes praderas. Por eso a quienes lo conocíamos y lo apreciábamos nos ha recorrido tan triste noticia todo nuestro interior como si de un escalofrío del más crudo invierno se tratara.
Que muy bien, Juan Ignacio de Blas, podía presumir de vasco, puesto que había nacido en San Sebastian en 1934 y al mismo tiempo -puesto que era hijo de burgenses-, de soriano, como sabemos que así lo hacía. Y ambas señas de identidad originarias se advierten igualmente en sus inquietudes artísticas. En el primero de los casos por su afición al séptimo arte, dedicándose a la difusión del libro cinematográfico y a la realización fílmica. Lo advierten obras como “El Pastor Vasco” y “El niño bombero”, cuya acción discurre en su ciudad natal. Fue guionista y realizador de cortometrajes documentales como “San Sebastián” (1958) o “Inundaciones en Sevilla” (1962), entre otros. Pero, sin duda, resulta mucho más conocido como artista plástico –pintor y escultor- en el que las tierras de Soria ocupan un lugar significativo. Tal se refleja en algunas de sus exposiciones como “Tierras y Rollos de Soria” (1979), “Tierras y Símbolos Sorianos” (1981) y “Paisajes Sorianos” (1982). Con un sentido más global, mostrando sus inquietudes existenciales plasmó sus representativas series en torno a “El hombre alienado en busca de su libertad” (1974) y “La Contaminación en banco y negro” (1978). En la ermita de la Soledad de Calatañazor se pueden apreciar sus imágenes de “El Cristo Doliente” y “La Cruz de Calatañazor”.
Esa manifiesta inquietud también le llevó a su implicación en la actividad política. Perteneciente al PAD (Partido de Acción Democrática) de Francisco Fernández Ordóñez, ingresó en el PSOE, en 1983, tras la disolución de la UCD. Por el PSOE fue elegido Procurador de las Cortes de Castilla y León en representación de la provincia de Soria, desempeñando la presidencia de la Comisión de Cultura durante la presidencia de la Junta por el socialista Demetrio Madrid. También fue concejal del Ayuntamiento de El Burgo de Osma.
Cercana a la catedral de la Villa del Burgo, en la calle Joaquín Eleta, 2, está la que fue su habitual residencia soriana, convertida en la “Fundación De Blas-Villodres”. En esta casa-museo puede contemplarse una amplia y variada muestra artística agrupada en colecciones de carácter: arqueológico, etnográfico y de arte contemporáneo.
Yo guardo una imagen clara de Juan Ignacio de Blas, la que permanecerá imborrable en mi memoria. Lo veo alto y delgado, con la barba poblada y con un aire noble, cual un viejo hidalgo. Inseparable de su perenne compañera Lina Villodres. Descansa en paz, amigo. Y que la tierra te sea ligera, ahora que has retornado definitivamente junto a la cuna de las sombras y los trigos.
José María Martínez Laseca
(9 de abril de 2014)

1 comentario :

  1. Hola me gustaría ponerme en contacto con usted, por este articulo. Mi correo es jolomont@gmail.com

    ResponderEliminar