Estamos ya en otoño, que es tiempo de vendimia por nuestra ribera del Duero (1.250 hectáreas de viñedo), principiándose con ella el ritual prodigioso de trocar su agua en vino muy apreciado. Además, es la estación del año con mayor floración de setas y de hongos, siempre que las tormentas hayan sido propicias. Y, al llegar estas fechas, maduran, asimismo, de manera silvestre, unos pequeños frutos de color carmín, que por eso se agrupan bajo el nombre genérico de frutos rojos del bosque. Sobresalen entre ellos: moras y arándanos y, ya en otra época, frambuesas y grosellas, que, debido a su intenso color, poseen unas excelentes propiedades nutritivas, al ser ricos en vitaminas y con poderes antioxidantes muy saludables. Por todas esas características les sirven de sabrosa despensa a muchos animales que habitan en zonas de montaña. De ahí que se nos indique a las personas que no seamos avarientos en su cogida.
Hoy en día, estos frutos silvestres pueden plantarse y producirse en abundancia. Y al ser cada vez más deseados, tanto dentro como fuera de España, algunos emprendedores se han interesado en conocer las posibilidades que ofrecen sus diferentes variedades. Como alternativa a los cultivos tradicionales. Favoreciendo este objetivo, la Diputación Provincial de Zamora, por ejemplo, organizó, meses atrás, unas jornadas de formación, contando con la aportación de expertos en la materia.
Aquí en Soria, la iniciativa para cultivar frutos rojos del bosque surgió, hace ya un par de años, de siete familias emprendedoras vinculadas a la localidad de El Royo, que vieron en este cultivo novedoso un potencial de negocio e invirtieron 100.000 euros cada una de ellas en la apuesta. En este caso, el asesoramiento técnico les vino de la Asociación Forestal de Soria (ASFOSO). Por diversos motivos, este propósito se ha visto retrasado en su puesta en marcha. Y es muy de lamentar que ello ocurra con un proyecto tan ilusionante. Por estar vinculado a la industria agroalimentaria (cultivo, transformación y comercialización) resulta muy adecuado para generar nuevos puestos de trabajo y fijar a la gente en el medio rural. Puesto que la innovación como motor de desarrollo y competitividad es la mejor manera de luchar contra la despoblación. Ideas e inversiones productivas tan necesarias para que Soria tenga futuro.
José María Martínez Laseca
(11 de octubre de 2018)
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