Se puede, y debe, visitar, hasta
el 15 de febrero, en el Centro cultural Palacio de la Audiencia , la exposición
“Trastos”. Palabra (sust., m. pl.) que, según la RAE , procede del latín “transtrum” 'banco'. Recojo
sus acepciones más significativas: 1. despect. Cosa inútil, estropeada, vieja o
que estorba; 5. Conjunto de utensilios o herramientas propios de una actividad;
6. Muebles o utensilios de una casa. Las tres nos mentalizan para adentrarnos
en la sala. A lo que añado el sabio refrán: “Parientes y trastos viejos, pocos
y lejos”. Porque tanto unos como otros suelen causar más incomodidades que
provecho, se nos dice. Se trata aquí, por ello, de objetos de desecho. Los que
gozaron de su plenitud en el pasado. Cuando los pueblos de nuestra provincia de
Soria abrían sus casas alegres y repletas de gente. Inmersos dentro de una
economía -agrícola, ganadera y forestal- autárquica y de autosuficiencia, en la
que a todo se le sacaba alguna utilidad. Después vendría la sangría de la
emigración y la consiguiente despoblación, como consecuencia de los seductores cantos
de sirena de las grandes ciudades. Metáfora del tiempo roto. Por el cambio de
mentalidad que supuso la modernidad, con el consumismo –de usar y tirar– y la
obsolescencia programada, que propiciaron el desapego de materiales y
utensilios que fueron a parar en el mejor de los casos a museos etnográficos
rurales y, en el peor, a los vertederos.
Miguel
Ángel Rodríguez y Ernesto Martínez localizaron muchos de ellos desperdigados
por las escombreras. Fruto de aquel rescate y sometidos después a un proceso de
reciclaje o de puesta al día, resultan las 53 obras de esta muestra de la
memoria emocional. Un homenaje tributado al irrepetible Alberto Manrique
(betharramita) que estuvo en la semilla. Manipulados y fuera de su contexto aparecen
redivivos, cual Lázaro por el conjuro de “levántate y anda”. Y alguien podría
asociar los cuadros colgados con “el informalismo” por su lenguaje abstracto
donde los materiales cobran un papel decisivo. Incluso tildarlos de “no arte” u
“otro arte”. A mí me agradan más las expresiones: recuperARTE y reciclARTE. Una
exposición, pues, que es caja de resonancia de sensaciones y de emociones. Cual
concha de caracola arrimada a la oreja por la que oímos cercano el aliento del
mar.
José María Martínez Laseca
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