lunes, 18 de mayo de 2015

Votar

Hace unos días que sonó el pistoletazo de salida de la campaña electoral para las próximas Elecciones Autonómicas y Municipales del 24-M. Previamente, se habían presentado las listas, con algunos “candidatos fantasmas” en pueblos sin arraigo. Así, durante 15 días los aspirantes a procuradores y concejales procederán a oficiar, a lo largo y ancho de toda la provincia, la liturgia (pegada de carteles, mítines, debates televisivos y radiofónicos, titulares en los periódicos, banderolas, vallas publicitarias, apretones de manos...) que cada cuatro años exige el rito democrático. Hay quien dirá que este formato de consumir política se ha quedado anticuado con el impacto de lo digital y las redes sociales. Lo cierto es que esa notoria presencia de políticos en la superficie asemeja un animado teatro de calle o “titirimundi”, puesto que abandonan su limbo de rutina perezosa en un intento desesperado por conseguir atraerse el voto indeciso. Por supuesto que del dicho al hecho va un trecho y que siempre mejor que decir es hacer. Pero, en este caso, hay que comunicar, ya que eso de que el buen paño en el arca se vende, aquí no vale. Hay que mostrarlo. Toca, pues, empatizar con la gente. Conseguir más devotos.
Es sabido que nosotros, el electorado, en este libre ejercicio del derecho al voto, no siempre realizamos un análisis racional a la hora de elegir entre unos y  otros. A veces vamos a voto fijo. O nos guiamos por meras sensaciones o percepciones. Los políticos nos dicen lo que queremos oír y hasta de la forma en que queremos que nos lo digan. Convendría tomárnoslo más en serio. No puede ser que, tras despotricar de la corrupción, vuelvan a resultar electos los tales corruptos sin que nadie tenga la menor culpa. ¿Acaso conocemos cuáles son las ideas-fuerza que proponen las diferentes candidaturas? Por ejemplo, en relación con la sanidad, la educación, servicios sociales y calidad y promoción del empleo, tan fustigados por la crisis económica. (De los 92.202 sorianos que somos en la provincia, hasta 33.770 dependemos de fondos públicos). Toda marca política está asociada a los valores que predica y que la identifican. Por eso a la hora de votar -como los argentinos al escoger sus “santos populares”- deberíamos exclamar: “Te elijo porque en vos me veo reflejado”. 
José María Martínez Laseca
(14 de mayo de 2015)   

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