Querido diario: sobre el “Bando” del día 8, en esta sección, por el que el Alcalde se refería al “grandísimo proyecto que llevamos prácticamente un cuarto de siglo anhelando ejecutar”, manifestamos lo siguiente:
Primero: que dicho proyecto no es prioritario para Soria y menos en tiempo de crisis. Si, realmente, el objetivo era peatonalizar el centro de la ciudad, cuesta entender a cualquier vecino con sentido común que, para tal viaje, se precisaran las alforjas de la construcción de sendos parkings en El Espolón y Mariano Granados. Con desviar el tráfico hubiese bastado. ¿Cómo entender, pues, esta supresión de los coches del centro, cuando paradójicamente, se quiere almacenar a esos coches en ese mismo centro urbano? De considerarse imprescindible tal ordenamiento, bien se podrían haber diseñado aparcamientos disuasorios en los accesos a la ciudad.
Segundo: que tampoco son ciertas las muchas bondades de dicho proyecto en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, puesto que toda esa zona parece estar siendo concebida más como un espacio de negocio que de ocio. Resulta ilustrativo el ajardinamiento versallesco del Espolón, al par que se da una evidente urbanización de la Dehesa, con ampliaciones como la de la Casa del Guarda, que asemeja un pabellón de caza austriaco.
Tercero: que ante la política de hechos consumados del Ayuntamiento, con las evidentes molestias en la movilidad causadas por las obras y su vallado metálico, y frente al aplauso de sus palmeros mediáticos, le decimos, alto y claro, que no puede continuar con su obcecación de no construir el túnel necesario para evitar la secesión entre Soria Norte y Soria Sur. Si dicho túnel estaba previsto en el proyecto de adjudicación por algo sería. A más tardar, más caro nos saldrá. Que ya con los servicios generales se nos ha ido una pasta.
Cuarto: que Soria debe reimaginarse: sí, con elegancia e inteligencia. Sin tanto despropósito, como los del Rincón de Bécquer, San Juan de Rabanera, etc., o colocando bolardos. Basta ya de megalomanías. No se olvide que las obras faraónicas más señaladas fueron las pirámides, y supusieron para los faraones excavar su propia tumba. La oposición.
José María Martínez Laseca
15 de agosto de 2013
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