Querido diario: en pleno corazón de mi ciudad, observo las obras de rehabilitación del Banco de España. Si todo va bien (cimientos incluidos), concluirán el mes de agosto del año en curso. Así, el edificio, que cerró sus puertas al público en el 2002, se habilitará en un doble uso. Administrativo: al ubicar en su planta primera las dependencias de la Gerencia Regional del Catastro, ahora en dos sitios (a uno y otro lado de la calle Caballeros); y cultural: para instalar, en su planta baja y sótano el futuro Centro Nacional de Fotografía (?). De su hueco interior me llegan ecos de chascarrillos emitidos por los partidos políticos, en la intención de que allí se albergara una subsede del Museo del Prado. Pero aquel bonito cuento de hadas, que venía recogido en el PAES (Plan de Actuación Específico para Soria), no tuvo final feliz (pulso entre Hacienda y Cultura), y la entonces ministra de la cosa, Ángeles González-Sinde (Gobierno Zapatero), en su visita a Soria, hizo añicos el hechizo de aquella fantasía.
Tanta pirotecnia sirvió, no obstante, para distraer la atención sobre el otro edificio. Justo el que está a su lado, en la plaza de San Esteban: el centro cultural Gaya Nuño. Fue abierto en 1996 y cobija el legado de nuestro paisano y notable escritor y crítico de arte, Juan Antonio Gaya Nuño. Un legado que su viuda, Concha de Marco, donó a los sorianos en 1989 a través de la entonces Caja Soria, hoy Caja España-Duero o ni se sabe. Digo esto, porque el Banco era recipiente vacío, mientras que aquí teníamos contenedor con contenido: una biblioteca y una pinacoteca. Esta, con las firmas más relevantes de la vanguardia española de la 2ª mitad del siglo XX, lo que conformaría un auténtico Museo de Arte Contemporáneo. Se debiera haber apostado por él decididamente. (¿Ubi sunt?). Decepcionante miopía. Yo, en mi compromiso ciudadano, lo denuncié (véase hemeroteca). Otros (consejeros y políticos), despreciaron cuanto ignoraban, en clara dejación de sus responsabilidades. Sin complejos, se sumarán al centenario del nacimiento de Gaya Nuño. Miraban hacia otro lado (eso sí, haciendo caja). Anteponiendo sus ambiciones personales a los intereses generales de todos los sorianos.
José María Martínez Laseca
(10 de enero de 2013)
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