Puede que yo la viera anunciada en el periódico local o acaso –y me parece esto lo más probable– escuché la alusión en algún informativo de la radio amiga. Me atrajo por su connotación cultural. Y tomé buena nota en mi retentiva. Tengo que ir a verla un día de estos, me dije. Pero mi desván de los recuerdos acumula demasiados cachivaches y se me olvidó por completo. Casualmente, Santiago Caaveiro, cámara de televisión al que conocí hace no mucho cuando grabamos el documental “Machado esencial en Soria”, volvió a recordármelo en una conversación telefónica: –José María, tienes que ir a ver la “Exposición de Retratos de Félix de la Vega. Galería de escritores modernos y contemporáneos de Castilla y León”, te gustará.
Así que una tarde que pasaba por la Plaza Mayor de Soria me adentré en el Centro Cultural Palacio de la Audiencia y ascendí a su Sala B, donde se encontraba desplegada. Se trata de una muestra itinerante organizada por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, que ya se ha visto en distintos lugares de nuestra Comunidad y que ahora, en colaboración con el Ayuntamiento de Soria, recalaba entre nosotros. Desde el 4 hasta el 30 de septiembre.
Aporta un interesante proyecto creativo, ideado por el palentino Félix de la Vega, que marida pintura y literatura y que agavilla un amplio grupo de conocidos escritores procedentes de las nueve provincias de Castilla y León. Se pretendió llegar a los 100, pero se quedó en 59. De ahí que falten algunos. Debo reconocer que poco sabía yo sobre el pintor en cuestión. Y me sorprendí al enterarme de que había muerto el 8 de mayo de 2018, con 59 años de edad.
Curiosamente, este artista era el encargado de pintar todos los años los rostros de los autores galardonados con el “Premio de la Crítica de Castilla y León”. Félix de la Vega perteneció al Grupo Páramo y es conocido, sobre todo, por sus recreaciones del mundo teatral, con muestras como la de “Bululú. Cómicos de la legua y de la lengua”, aclamada en la Sala de Exposiciones del Teatro de la Comedia de Madrid. Y por su personal interpretación del mundo de la tauromaquia.
Solo en la sala de exposiciones, me sumí en esa “evocación de un pasado AL RESCATE DE LA MEMORIA”, puesto que “el animal humano necesita alimentarse de los recuerdos del ayer para sobrellevar la frágil promesa del mañana”. Yo contemplé las caras de los distintos autores. Entre ellos a José Jiménez Lozano (Ávila); Mª Teresa León, Antonio Bouza, Eduardo de Ontañón, Victoriano Crémer y Oscar Esquivias (Burgos); Antonio Gamoneda, José María Merino, Luis Mateo Díez, Antonio Colinas y Julio Llamazares (León); César Muñoz Arconada y Javier Villán (Palencia); Miguel de Unamuno, Carmen Martín Gaite, Fernando Arrabal, Aníbal Núñez y Gonzalo Torrente Ballester (Salamanca); Jorge Gillén, Miguel Delibes, Rosa Chacel y Gustavo Martín Garzo (Valladolid); María Zambrano y Luis Javier Moreno (Segovia); León Felipe, Claudio Rodríguez e Hilario Tundidor (Zamora) y Antonio Machado, Avelino Hernández, Abel Hernández, Fermín Herrero y Fernando Sánchez Dragó (Soria). Todos ellos acompañados por unas bellas semblanzas realizadas por Alicia de la Vega, hija del pintor. Son escritores que al leerlos en sus textos nos hacen sentir el palpitar del corazón de nuestra tierra.
De “pintura en el tiempo”, la califica Gonzalo Santonja Gómez-Agero, comisario de la muestra, ya que son “imágenes las suyas literarias que sugieren historias y revelan inquietudes, indagando en el alma de los retratados, revelando misterios y descubriendo obsesiones, lector apasionado que cuenta, poetiza y narra con los pinceles”.
Son dibujos clásicos, sin duda, pero tienen mucha fuerza en su trazo. Y componen una curiosa Galería que agradará a los ojos del curioso espectador. Porque a veces el tiempo da razón al olvido y no habrán de quedarnos sino solo palabras que nos salven. Y “es que a fin de cuentas no hay mayor verdugo que el olvido”.
José María Martínez Laseca
(16 de septiembre de 2020)
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