Todo lo que tiene nombre realmente existe. Así pasa con “La Saturiada”, designación del ceremonial de la cultura soriana, que se representa en una fecha tan señalada como la del 23 de abril, puesto que en ella convergen otros dos acontecimientos relevantes. De una parte, el día del libro en homenaje a los geniales escritores de todos los tiempos Cervantes y Shakespeare y, de otra, la fiesta identitaria de nuestra Comunidad de Castilla y León. La Saturiada es un ritual laico, que consiste en un andorreo procesional y lúdico por el centro de Soria. Utilizando los espacios públicos de manera inclusiva, dado que la ciudad se inventa cuando sus habitantes salen a las calles y las plazas e interactúan los unos con los otros en armónica convivencia. Se trata, pues, de una ruta literaria, que rinde tributo a ese tarro de esencias que es El santero de San Saturio, de Juan Antonio Gaya Nuño, publicado en 1953 y que tiene como precedente un poema ripioso del mismo autor titulado: La Saturiada o de San Saturio, el patrón, la vida en verso ramplón. Un libro, pues, que desgrana la idiosincrasia de los sorianos empleando un castellano preciso, muy bien sazonado en su prosa. Algo que para sí querrían otras muchas ciudades de España.
La Saturiada primaveral, que cumple este año su séptima edición, se inspira en dos celebraciones similares de reconocido prestigio cuales son la “Bloomsday” de Dublín, que gira en torno al Ulises de James Joyce y “Las noches de Max Estrella” de Madrid en honor de Luces de Bohemia de Valle-Inclán. Y su fundamento principal es la lectura necesaria. Partiendo de que lo primero que hace la literatura, al decir de Ricardo Senabre, es dilatar nuestra retina, ampliar nuestra capacidad de visión, mostrarnos múltiples maneras nuevas de contemplar las cosas, sacarnos de nuestras casillas y acercarnos a otros modos de amar, de vivir y de sentir.
De ahí que nuestro ritual se mojone en doce estaciones o paradas para leer distintos capítulos entresacados del mencionado libro. Arranca, a las 5,30 h. de la tarde, en ermita de San Saturio, sita en la margen izquierda del rio Duero, con la toma de posesión de sus llaves por parte del nuevo santero. Luego asciende a la Plaza Mayor y continúa en su recorrido andariego, amenizada con las músicas del dúo Sochantría, por lugares emblemáticos como el Museo Numantino, la Plaza de Toros, la Iglesia de Santo Domingo, el Mercado Municipal, el Instituto Antonio Machado o el Centro Cultural Gaya Nuño, para desembocar toda la comitiva, alrededor de las 8,30 h. de la noche, en el Casino Amistad-Numancia. Es, en definitiva, una relectura de la histórica ciudad de Soria, para aprenderla mejor y, así, quererla más. Sabiendo que conocerla supone ya actuar sobre ella.
José María Martínez Laseca
(18 de abril de 2019)
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