Estos primeros días de mayo de 2018 –50 años después de aquella revuelta estudiantil y obrera de Mayo del 68 francés, que reclamaba un mundo diferente desde su conocido lema “ser realistas, pedid lo imposible”–, nos convoca la muestra pictórica, que realiza en la galería porticada del IES “Antonio Machado”, el amigo de muchos y compañero de tareas docentes Enrique Bastida. Desde la Asociación de Amigos del Machado que, pese a su reciente constitución, viene desarrollando una serie de actividades culturales abiertas a todos los públicos. Este es el caso de las exposiciones pictóricas, que inició el pasado año con la realizada por el buen amigo, inesperadamente fallecido, Fidel Llorente, pintada con la boca.
Por darle continuidad pensamos en Enrique Bastida. Y pudimos convencerle para que sacara los cuadros apilados en su estudio y los regalara a la mirada del curioso espectador. Y ahí los tienen ustedes, colgados de la pared, delante de sus ojos. Más de 50 obras realizadas estos dos últimos años, con diferentes tamaños y aplicando técnicas diversas. Así, se cuentan óleos, los más, aunque también hay acrílicos, acuarelas y lápices de colores. Conforma de este modo su particular universo. “Lo primero, señor, es tener un cosmos propio”, decía Eugenio D´Ors. Todo un mundo de impresiones personales. Si de extraer un denominador común al mismo se tratara, este no sería otro que su toque iconoclasta, ya que se posiciona frente a aquellas imágenes que se consideran sagradas en la historia de la pintura, como pudieran ser “El Guernica” de Picasso, “El papa Inocencio X” de Velázquez, “Viejas comiendo la sopa” de Goya, etc., junto a otros del pop art, para interpretarlos y conformarlos a su antojo.
Es, en consecuencia, esta manera de posicionarse frente al arte de la pintura, desde una filosofía lúdica, divirtiéndose en la manufactura de cada cuadro, lo que los lienzos rezuman por sus poros. Dada su afición por el cómic. No es ajena a ello su larga dedicación de viñetista, ejercida durante mucho tiempo en las páginas del “Diario de Soria”, con la firma de Quique. En nuestra Soria, la primavera tarda, como estamos comprobando especialmente en este año de prolongado invierno, pero es muy tierna y dulce cuando llega. Enrique Bastida nos la consagra aquí con esta explosión de formas y colores que alegran sus pinceles.
José María Martínez Laseca
(10 de mayo de 2018)
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