martes, 13 de febrero de 2018

De la policía local

Si la Policía Local de Soria tiene su origen en el “Reglamento para el Régimen del Cuerpo Municipal de Policía Urbana de la Ciudad de Soria”, fechado a 10 de abril de 1908,  muy pronto cumplirá los 110 años de servicio a sus vecinos, en asuntos tales como la seguridad ciudadana y la seguridad vial, entre otros. Algunos, por aquello de que la novela, el cine y la televisión nos muestran a los policías como protagonistas que investigan los crímenes o héroes que luchan por la paz, habrán deseado serlo alguna vez. Bien es cierto que “los Municipales” son más humildes, frente a los Autonómicos, Nacionales o la Guardia Civil.  Y, sin embargo, tienen en Plinio, el personaje creado por García Pavón, en tanto que Jefe de la Policía Municipal de Tomelloso, al pionero de la novela policiaca española, alejado de los estereotipos anglosajones. Jugosas anécdotas se podrían contar sobre nuestra Policía Local. Como aquella de julio de 1963 en que 11 agentes aprendieron francés para mejor atender a los turistas. Empero, quizás la más innovadora, aunque fallida, fue la de convertirla en Policía Montada, como la de Canadá. Por una parte en bicicleta, para así ahorrar gasolina. Por otra, a caballo, para lo cual tuvieron que ir los agentes a la cuadra Antares a aprender a cabalgar.
            Pocos guardias municipales había en un principio, pues la ciudad no alcanzaba los 10.000 habitantes y en ella casi todos se conocían. Pero, al incrementarse su población, hasta los 38.881 actuales, el cuerpo reestructuró su organigrama con Jefatura, Subinspectores, Oficiales y Agentes en diferentes secciones. Con unidades de Servicios Generales, de Proximidad, de Intervención, de Control Urbanístico, Administrativa, de Motos y de Paisano, incorporando efectivos hasta contar los 53 en plantilla, que no son suficientes. Ha habido bajas por  jubilación y por enfermedad, y desde hacía 11 años no se convocaban plazas. Ahora se están cubriendo 5 + 5 y se ha sacado incluso la vacante de su Jefatura.  Aquí el Plan de Empleo no permite listas de sustitución, y por todo ello se advierte un cierto malestar en cuanto a acumulación de carga de trabajo.
El cuento de Gaya Nuño “Etiqueta o uniforme” (1971) refiere lo acontecido con un amigo suyo al acudir a un acto de la RAE ataviado con el uniforme de gala azul celeste de la Policía Urbana de Soria y que armó un considerable revuelo.
José María Martínez Laseca
(8 de febrero de 2018)


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