miércoles, 11 de octubre de 2017

El poeta adoptivo

El 5 de octubre es el último día de las fiestas de Soria en honor a su patrón San Saturio. Coinciden con la llegada del otoño. También, fue el día elegido para aquel acto especial en 1932. Todo traía causa de lo sucedido 20 años atrás. Cuando Machado, muerta su joven esposa Leonor a la que adoraba, embargado por la pena, se trasladó al Instituto General y Técnico de Baeza. Pocos meses antes había visto la luz su poemario “Campos de Castilla”, cuyo éxito puso a estas tierras del altiplano numantino en el mapa cultural de España. Un ejemplar se lo dedicó a sus suegros, al punto de partir, con estas letras: “A mis queridísimos padres Ceferino e Isabel con el afecto entrañable de su hijo. Antonio Machado. Soria, 8 agosto 1912”. Pese a la  distancia, por medio de sus buenos amigos José María Palacio, Manuel Hilario Ayuso, José Tudela… recibía noticias. Pero, todos los intentos que se hicieron por traerlo de nuevo resultaron fallidos.
No obstante, esta vez 4 concejales (Bienvenido Calvo, Pelayo Artigas, Manuel Ruiz y Ricardo Vallejo) presentaron la Proposición calificada de “Homenaje a un poeta” (ver: “La Voz de Soria”, 16/07/1932, p. 1) donde se dice que “La Ciudad de Soria, reconocida al eximio poeta Antonio Machado, por el bien que le ha hecho con su lira magnífica y su plectro inmortal, lo declara hijo adoptivo”. Fue aprobada por aclamación en la sesión ordinaria del Ayuntamiento del 16 de julio de 1932.  Machado, agradecido, les escribió el 19 de agosto:  “El hijo adoptivo de nuestra Ciudad ya hace muchos años que ha adoptado a Soria como patria ideal” (ver: “El Avisador Numantino”, 7/09/1932, p. 2).
Así pues, la entrega del pergamino acreditativo del nombramiento como hijo adoptivo de la ciudad al poeta Antonio Machado se materializó aquel día. Junto a las escalinatas de acceso a la ermita de San Saturio. Y supuso un clamoroso homenaje popular. Dan fe de ello varias fotografías y la emotiva crónica de José María Palacio recogida en “El Porvenir Castellano” del 6 de octubre, págs. 2 y 3. Sin embargo, algunos “eruditos a la violeta” pusieron en duda tal designación y llevaron al Ayuntamiento de Soria en Pleno de 14 de noviembre de 2013 a caer en el ridículo. Por pretender reparar una deuda con el poeta Antonio Machado que no era tal. Ya se había pagado, como es debido, aquel 5 de octubre de 1932.  
José María Martínez Laseca
(5 de octubre de 2017)

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