"Somos el partido que más se parece a España, el partido que está en toda España" declaró el presidente de gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Entonces España, en plena burbuja inmobiliaria, iba bien -“vivíamos por encima de nuestras posibilidades”, nos reprocharían después- y el PSOE detentaba el poder y gozaba de la confianza del electorado. Pero tanta felicidad y fidelidad se quebraron aquella fatídica noche del 9 al 10 de mayo de 2010, con el primer ultimátum del Directorio Europeo: o se atajaba el disparado déficit público, o se procedía a la intervención. Y ZP, obediente, acató la orden: “cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste”, dijo. España quedaba virtualmente intervenida, bajo tutela. Así, se fue adentrando por un oscuro túnel del que todavía no hemos salido (¿indicadores?). Es más, durante tan larga travesía, gestionada por el gobierno del PP de mayoría absoluta, se ha practicado un brutal “austericidio” que está acabando con las clases medias, empobreciendo el país y dejando a la intemperie del desempleo a demasiada gente. Con el consiguiente acoso y derribo del estado de bienestar, dados los recortes en sanidad, educación, pensiones y servicios sociales. Por lo que el miedo y la inseguridad campan por todas partes. Se nos dice que ya se atisba la luz a la salida del túnel, pero ¿cómo saldremos? Sin duda que los ricos, más ricos y los más vulnerables, escaldados.
En este crudo contexto, el PSOE ha acometido su conferencia política. Acordando ideas-fuerza para reiniciarse y recuperar la confianza de los españoles. Las caras se elegirán por primarias. Con todo, pudiera no ser suficiente para volver al poder, ya que PSOE y PP han sido los beneficiarios de un régimen, que hay que reparar, causante de tanta desafección. Está muy bien responder a ¿cuál es la España que queremos? Pero además a ¿qué es ser socialista? Primero mirarse dentro para luego salir extramuros. Máxime cuando muchos vendieron su alma al diablo capitalista por un puñado de euros y privilegios. Y siguen utilizando bonitas palabras y jaculatorias como perfectas máscaras del engaño, en lugar de predicar con el ejemplo. Solo desde un compromiso ético que apueste por los mejores valores socialistas se evitará el que digan: “¡PSOE y PP, la misma mierda es!”.
José María Martínez Laseca
(21 de noviembre de 2013)
sábado, 23 de noviembre de 2013
domingo, 17 de noviembre de 2013
Error municipal de bulto
Para esconder algo -casi todos lo saben- lo mejor es dejarlo a la vista, cual demostró Edgar Allan Poe con su cuento sobre la carta escondida. Digo “casi todos” porque caso de similar miopía se da en el Ayuntamiento de Soria. Me explico. Sostiene su Alcalde que no hay referencia formal en las actas del reconocimiento de Antonio Machado como hijo adoptivo de Soria y, en consecuencia, el pleno de hoy jueves, corregirá tan grave omisión. Y que lo hará por unanimidad. Lo habitual de las personas gregarias es sumarse al parecer mayoritario, resultando un acto heroico ser el único que mantiene una opinión distinta. Yo entiendo que aquí la evidencia salta a la vista de quien quiera verlo. Y no hace falta ser un Sherlock Holmes de la observación. Sobra con leer la literalidad del acuerdo de la sesión ordinaria de 16 de julio de 1932 que dice: “Homenaje al poeta Antonio Machado: Dada lectura de una proposición firmada por Don Bienvenido Calvo, Don Pelayo Artigas, Don Ricardo Vallejo y Don Manuel Ruiz, encaminada a hacer un homenaje a Don Antonio Machado, (…), por unanimidad se aprobó la proposición presentada y se acordó que pase a informe a la comisión de festejos para la organización del homenaje referido”. Vamos, por tanto, a la proposición que motivó dicho acuerdo. De ella entresaco este contundente párrafo: “La Ciudad de Soria reconocida al eximio Poeta Antonio Machado, por el bien que le ha hecho con su lira magnífica y su plectro inmortal lo declara hijo adoptivo”. Más claro, agua. El epicentro del mentado homenaje al poeta era precisamente tal declaración. Lo que nuestros ediles cuestionan.
Así, tal nombramiento -caligrafiado por Benito de Diego- se le entregó a Machado, en homenaje popular, el 5 de octubre de 1932 en la plazoleta de San Saturio. Toda la prensa (El Avisador Numantino, El Noticiero de Soria, El Porvenir Castellano, La Voz de Soria,…) dio fe de ello. Hay dos fotos del acto. Sus versos en la roca. Y una carta autógrafa, de 19 de agosto, del propio poeta agradecido: “el hijo adoptivo de vuestra ciudad ya hace muchos años que ha adoptado a Soria como su patria ideal”. Pocos hechos, pues, tan documentados. Empero, los revisionistas concejales del Ayuntamiento de Soria tienen pleno derecho a equivocarse: ¡por unanimidad!
José María Martínez Laseca
(14 de noviembre de 2013)
Así, tal nombramiento -caligrafiado por Benito de Diego- se le entregó a Machado, en homenaje popular, el 5 de octubre de 1932 en la plazoleta de San Saturio. Toda la prensa (El Avisador Numantino, El Noticiero de Soria, El Porvenir Castellano, La Voz de Soria,…) dio fe de ello. Hay dos fotos del acto. Sus versos en la roca. Y una carta autógrafa, de 19 de agosto, del propio poeta agradecido: “el hijo adoptivo de vuestra ciudad ya hace muchos años que ha adoptado a Soria como su patria ideal”. Pocos hechos, pues, tan documentados. Empero, los revisionistas concejales del Ayuntamiento de Soria tienen pleno derecho a equivocarse: ¡por unanimidad!
José María Martínez Laseca
(14 de noviembre de 2013)
sábado, 9 de noviembre de 2013
Sí, son las pensiones
Como aquel que, al señalarle la luna con el dedo, se quedó mirando el dedo y no la luna, me parecieron los pasmados con el espectáculo televisivo de la salida de sus señorías del pleno del Congreso de los Diputados, el día 31 de octubre, para no perder el último tren hacia el puente de todos los Santos. ¿Acaso tal estampida les impidió enterarse de lo que los diputados dejaban atrás? Se trataba de la reforma de las pensiones. Lo advirtió la ministra Fátima Báñez: el debate social más importante que tiene planteado la sociedad española. No en vano afecta a más de 9 millones de españoles (entre ellos a 22.471 sorianos), que no es moco de pavo. Y, de nuevo, el Gobierno usaba el rodillo parlamentario para tumbar los hasta 8 vetos presentados por los grupos de la oposición a dicho proyecto de Ley.
Allí, la ministra de Empleo dibujó un futuro sombrío para el actual sistema público si no se llevaba a cabo una pronta reforma. Y, pese a afirmar que la del Gobierno es la garantía de la sostenibilidad en el largo plazo, también reconoció que "El barco no se hundirá, permanecerá siempre a flote". Empero, los grupos de la oposición criticaron esta reforma, que aprovecha la crisis, como un instrumento de recorte de las pensiones en favor de los planes privados, y echaron en cara al Gobierno que legislara de espaldas al Pacto de Toledo. La tildaron de "nefasta" porque supondrá un recorte del poder adquisitivo de las pensiones, y añadieron que la fórmula de revalorización, que garantiza un incremento anual de las prestaciones del 0,25%, en lugar de actualizarlas con el IPC como marca la ley, es en realidad "un engañabobos", ya que les va a rebajar todos los años entre un 2% y un 3% más. A la mayoría de los pensionistas lo que más les afecta es el recibo de la luz, la cesta de la compra, el transporte y el copago de las medicinas. ¿Acaso no mintió descaradamente Rajoy cuando antes y después de las elecciones prometió que no tocaría las pensiones, que nunca le afectarían los recortes?
Es ya una estrategia habitual de la derecha crear una sensación generalizada de terror con el fin de que los ciudadanos nos creamos su cuento y cedamos en nuestros derechos y libertades, a cambio de una utópica sensación de seguridad.
José María Martínez Laseca
(7 de noviembre de 2013)
Allí, la ministra de Empleo dibujó un futuro sombrío para el actual sistema público si no se llevaba a cabo una pronta reforma. Y, pese a afirmar que la del Gobierno es la garantía de la sostenibilidad en el largo plazo, también reconoció que "El barco no se hundirá, permanecerá siempre a flote". Empero, los grupos de la oposición criticaron esta reforma, que aprovecha la crisis, como un instrumento de recorte de las pensiones en favor de los planes privados, y echaron en cara al Gobierno que legislara de espaldas al Pacto de Toledo. La tildaron de "nefasta" porque supondrá un recorte del poder adquisitivo de las pensiones, y añadieron que la fórmula de revalorización, que garantiza un incremento anual de las prestaciones del 0,25%, en lugar de actualizarlas con el IPC como marca la ley, es en realidad "un engañabobos", ya que les va a rebajar todos los años entre un 2% y un 3% más. A la mayoría de los pensionistas lo que más les afecta es el recibo de la luz, la cesta de la compra, el transporte y el copago de las medicinas. ¿Acaso no mintió descaradamente Rajoy cuando antes y después de las elecciones prometió que no tocaría las pensiones, que nunca le afectarían los recortes?
Es ya una estrategia habitual de la derecha crear una sensación generalizada de terror con el fin de que los ciudadanos nos creamos su cuento y cedamos en nuestros derechos y libertades, a cambio de una utópica sensación de seguridad.
José María Martínez Laseca
(7 de noviembre de 2013)
miércoles, 6 de noviembre de 2013
Robert Capa
Querido diario: te cuento sobre un hombre carismático, dinámico, vigoroso y enérgico. De uno de esos héroes consagrados del fotoperiodismo. Había nacido el 22 de octubre de 1913 en Budapest, hace ahora 100 años. Su auténtico nombre era Endre Ernö Friedman. Por ser de izquierdas se vio expulsado de su país y más tarde de Alemania, por ser judío. Huyendo de Hitler, en 1933, emigró a París, donde conoce a Henri Cartier-Bresson y David Saymour “Chim”, sus futuros socios de la famosa agencia Magnum. En París encontró al amor de su vida, la fotógrafa Gertha Pohorylle, también refugiada, que adoptó el seudónimo de Gerda Taro y que lo rebautizó como Robert Capa. Formando pareja trabajaron en duelo de fotógrafos. Eran jóvenes y bellos y les gustaba jugar, incluso con sus propias vidas. Hasta que Gerda murió en Brunete, en los alrededores de Madrid, el 26 de julio de 1937, aplastada por un tanque. Contaba tan solo 26 años.
Al reportero de guerra Robert Capa se le suma la fascinación de quien ha contemplado la historia mientras esta estallaba a tiros y cañonazos, lo que le ha hecho mundialmente conocido. Capa solía afirmar que siempre estaba listo para ir o a una taberna o a una guerra. Viajó por todo el mundo buscando las mejores fotografías para el objetivo de su cámara. Eso lo llevó a México, Italia, Francia, Japón, Indochina, Vietnam, Inglaterra y al norte de África. Durante la II Guerra Mundial acompañó al ejército aliado de EEUU, obteniendo imágenes tan impactantes como las del desembarco de Normandía en 1944. Empero, quizás su foto más famosa sea la del miliciano caído en Cerro Muriano el 5 de septiembre de 1936, uno de los iconos más característicos de nuestra guerra incivil. Fue tildada de montaje, pero las pruebas demuestran que el miliciano abatido es Federico Borrell García en el momento de su muerte. Capa falleció en 1954 tras pisar una mina en Vietnam mientras acompañaba a un destacamento francés.
Estas son cosas de nuestra historia inmediata. Y nos conviene recordar lo que fuimos para entender mejor lo que ahora somos. Aquella oscuridad y aquella muerte pueblan el siglo XX. Y sin las imágenes de Robert Capa nunca seríamos capaces de entenderlo.
José María Martínez Laseca
(31 de octubre de 2013)
Al reportero de guerra Robert Capa se le suma la fascinación de quien ha contemplado la historia mientras esta estallaba a tiros y cañonazos, lo que le ha hecho mundialmente conocido. Capa solía afirmar que siempre estaba listo para ir o a una taberna o a una guerra. Viajó por todo el mundo buscando las mejores fotografías para el objetivo de su cámara. Eso lo llevó a México, Italia, Francia, Japón, Indochina, Vietnam, Inglaterra y al norte de África. Durante la II Guerra Mundial acompañó al ejército aliado de EEUU, obteniendo imágenes tan impactantes como las del desembarco de Normandía en 1944. Empero, quizás su foto más famosa sea la del miliciano caído en Cerro Muriano el 5 de septiembre de 1936, uno de los iconos más característicos de nuestra guerra incivil. Fue tildada de montaje, pero las pruebas demuestran que el miliciano abatido es Federico Borrell García en el momento de su muerte. Capa falleció en 1954 tras pisar una mina en Vietnam mientras acompañaba a un destacamento francés.
Estas son cosas de nuestra historia inmediata. Y nos conviene recordar lo que fuimos para entender mejor lo que ahora somos. Aquella oscuridad y aquella muerte pueblan el siglo XX. Y sin las imágenes de Robert Capa nunca seríamos capaces de entenderlo.
José María Martínez Laseca
(31 de octubre de 2013)
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