Sabemos
en Soria –como nos lo advirtiera Antonio Machado– que la primavera tarda,
“¡pero es tan bella y dulce cuando llega!”. Ya hay ciruelos en flor, salen
violetas y margaritas blancas entre la fina hierba de las márgenes del Duero. Trigales
tiernos en las sementeras. Brotan las hojas nuevas por los brazos de los árboles
y hasta las aliagas parecen incendiarse con las amarillas llamaradas de su
floración trepando por la ladera de los cerros. Es primavera, la estación en
que la naturaleza toda se regenera con el milagro de la resurrección de los
muertos. Por eso se altera la savia de las plantas y se nos acelera la sangre
en las venas. Y estamos en el mes de abril, que significa abrir. Con un día marcado
en el calendario: el 23. Emblemático, por ser la fiesta de Castilla y León,
conmemorativa de la batalla de Los Comuneros en Villalar (1521) frente a las
tropas del emperador Carlos I. Donde perdimos nuestras libertades y a donde regresamos
con intención de recuperarlas y mantenerlas vigorosas. También es la fiesta del
libro, recordando las muertes parejas de Cervantes y Shakespeare. Y a esa
adición de promoción cultural del libro y fomento de su lectura y la
reivindicación de nuestras propias señas de identidad a la celebración del
ciclo primaveral, cabe añadirse, además, nuestro peculiar ceremonial de La Saturiada , que este año
cumple su quinta edición.
Se
trata de una ruta literaria urbana por las calles y plazas de Soria. Se repite
así el andorreo del protagonista del libro de Juan Antonio Gaya Nuño “El
Santero de San Saturio” (1953), en su recorrido de petición de limosnas al
vecindario. Doce son las estaciones o paradas, donde se procede a la lectura en
voz alta de un capítulo de este tarro de esencias, inspirado en su estructura
en el Ulises de Joyce. Bien que nuestro paisano extiende a todo un año lo que
el irlandés concentró en un solo día. “Mucho debió gozar –dice Gaya Nuño de
Joyce– mientras escribió su obra maestra, a la que todos desearíamos
aproximarnos en punto a libertad y desparpajo”.
Si
en honor de James Joyce y su “Ulises”, Dublín goza a lo grande con la fiesta
del Bloomsday, la ciudad de Soria hace igual cada 23 de abril reviviendo el
sueño de Juan Antonio Gaya Nuño con su libro “El Santero de San Saturio”. Ello
nos da un sentido a la existencia por esta histórica ciudad castellana del alto
Duero.
José María Martínez Laseca
(20 de abril de 2017)
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