Querido diario: en estos tiempos de crisis, de desesperación, cristiana resignación y de pertinaz recaudación pese a las ruinas, se busca una salida inmediata a la desesperada. Así se apuesta todo, sin el menor sosiego, al corto plazo. Este parece ser el caso del denominado “fracking” o fractura hidráulica, en el que se ha creído encontrar un filón mágico, milagroso. Consiste en la extracción de gas natural no convencional acumulado en los poros y fisuras de ciertas rocas, generalmente arcillosas o margosas, cuya escasa permeabilidad impide la migración del metano a grandes bolsas de hidrocarburos. Han de hacerse cientos de pozos –perforando hasta a 5.000 m-, ocupando una gran extensión de territorio, para inyectar en ellos ingentes cantidades de agua cargada con un cóctel químico tóxico, que es lo que posibilita la extracción de tan preciado gas. Esta técnica -antes inviable por sus elevados costes-, ahora, dada la ansiosa demanda de combustibles fósiles, se presenta como muy rentable en términos económicos. Hasta el punto de que ya existen denuncias por especulación al estar creándose una nueva burbuja con la que hacer negocio. Se arrase lo que se arrase.
El Congreso de los Diputados lo autorizó en febrero y la Comunidad de Cantabria reaccionó declarándose libre de “fracking” el pasado 8 de abril, pese a que el Ministerio de Industria está otorgando permisos a las empresas interesadas. Aquí en Castilla y León la Junta juega a nadar y guardar la ropa. El norte de la provincia de Burgos es ambicionado por su gran potencial y en Soria se han concedido ya dos permisos de investigación para el sur y pinares. Sus valedores dicen que es una opción segura para conseguir energía barata con garantía probada en Canadá y Estados Unidos, donde se lleva practicando desde hace tiempo. Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Pittsburgh (EEUU) advierte del riesgo de que los líquidos inyectados y no recuperados contaminen los acuíferos de agua potable. Además del impacto medioambiental. En España no existe regulación. Ante tal carrera especulativa, mis buenas gentes de Tierras Altas han patentizado su unión, su rebeldía. Contra el imperio invasor.
José María Martínez Laseca
(23 de mayo de 2013)
martes, 28 de mayo de 2013
sábado, 18 de mayo de 2013
El ascensor social
Querido diario: leo este contrato de maestra: “Este es un acuerdo entre la señorita X maestra, y el Consejo de Educación de Ia escuela Y por el cual la señorita X acuerda impartir clases durante un período de ocho meses a partir del…de septiembre de 1923. El Consejo de Educación acuerda pagar a la señorita X la canti¬dad de ("75) mensuales. La señorita X acuerda: 1.-No casarse. Este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa, 2.-No andar en compañía de hombres. 3.- Estar en su casa entre las 8:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana, a menos que sea para atender función escolar. 4.- No pasearse por heladería del centro de la ciudad.5.- No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de Delegados. 6,-No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin electo si se encontrara a la maestra fumando. 7.-No beber cerveza, vino ni whisky. Este contrato quedará aromáticamente anulado v sin electo si se encuentra a la maestra bebiendo cerveza, vino y whisky. 8.-No viajar en coche o automóvil con ningún hombre excepto su hermano o su padre. 9.-No vestir ropas de colores brillantes.10.-No teñirse el pelo.11.-Usar al menos dos enaguas. 12 .-No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos. 13.-Mantener limpia el aula: a) Barrer el suelo a! menos una vez al día. b) Fregar el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente. c) Limpiar la pizarra al menos una vez al día. d) Encender el fuego a las 7:00, de modo que la habitación esté caliente a las 8:00 cuan¬do lleguen los niños. 14.-No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios”.
Y nos sirve para reflexionar -90 años después- sobre la educación como ascensor social. En ella ven los padres para sus hijos las oportunidades que ellos no tuvieron. Pero se maltrata al profesorado en empleo y sueldo. Lejos de un consenso básico, el trágala de la Ley Wert: partidista, segregadora y retrógrada. Protestan padres, profesores y alumnos. Hasta el Consejo de Estado le da un buen varapalo. Solo la educación pública garantiza la equidad. Para que nadie se quede atrás.
José María Martínez Laseca
(16 de nayo de 2013)
Y nos sirve para reflexionar -90 años después- sobre la educación como ascensor social. En ella ven los padres para sus hijos las oportunidades que ellos no tuvieron. Pero se maltrata al profesorado en empleo y sueldo. Lejos de un consenso básico, el trágala de la Ley Wert: partidista, segregadora y retrógrada. Protestan padres, profesores y alumnos. Hasta el Consejo de Estado le da un buen varapalo. Solo la educación pública garantiza la equidad. Para que nadie se quede atrás.
José María Martínez Laseca
(16 de nayo de 2013)
martes, 14 de mayo de 2013
Del régimen local
Querido diario: ocurre este 2013. Cuando nuestra Diputación Provincial cumple 200 años. El acta firmada, en las Casas Consistoriales de la ciudad de Soria, el 15 de mayo de 1813, siendo su Presidente el General José Joaquín Durán (de tan triste recuerdo, como terminator del castillo y muralla medievales), documenta su institución como ayuntamiento de ayuntamientos. A causa de “La Pepa”, nuestra Constitución primera de 1812. Aquella polémica sobre la supresión de las Diputaciones provinciales -por innecesarias y por ser reductos caciquiles de enchufismo descarado-, dada la implantación del Estado de las Autonomías, parece haberse decantado a su favor. Dos iniciativas vienen a demostrarlo, reafirmándolas. Una del Gobierno Central: el Proyecto de Ley de reforma de la Ley / 1985 de Bases de Régimen Local y otra de la Junta: el Proyecto de Ley de Ordenación, Servicios y Gobierno del Territorio de la Comunidad de Castilla y León. Ambas, bajo la coartada del ahorro y estabilidad presupuestaria, -que encubren intereses ideológicos-, afectan a toda España, tan compleja y diversa en sus asentamientos poblacionales, y, por ende, a nuestra Comunidad Autónoma, con gran dispersión poblacional.
Aún más, a nuestra provincia de Soria, tan dependiente de criterios de rentabilidad social, por encima de los económicistas. Conviene, leer el libro “Mirando al cielo. Apuntes para un estudio de la demografía de Castilla y León, 1996-2010”, de nuestro paisano Joaquín Romero Salvachúa. Soria solo cuenta con la capital (40.147) por encima de 20. 000 habitantes, Almazán (5.861), El Burgo (5.228), superando los 5.000 y los 180 municipios restantes muy por debajo. Se habla de quitarles “competencias impropias”; de establecer “costes estándar” para los servicios; de “diferir la gestión” a las Diputaciones si no los pueden sufragar; de “fusionar municipios” en UBOS; de mermar concejales. Nada se ha consensuado. Rajoy del gran poder no oye y en casa de Herrera, cuchara de palo. Van contra todo y todos. La FEMP quiere que se evite el asedio a los pequeños municipios. Y el CES que se posponga la Ordenación territorial. Efectos devastadores para el medio rural. Tijeretazo a nuestra democracia.
José María Martínez Laseca
(9 de mayo de 2013)
Aún más, a nuestra provincia de Soria, tan dependiente de criterios de rentabilidad social, por encima de los económicistas. Conviene, leer el libro “Mirando al cielo. Apuntes para un estudio de la demografía de Castilla y León, 1996-2010”, de nuestro paisano Joaquín Romero Salvachúa. Soria solo cuenta con la capital (40.147) por encima de 20. 000 habitantes, Almazán (5.861), El Burgo (5.228), superando los 5.000 y los 180 municipios restantes muy por debajo. Se habla de quitarles “competencias impropias”; de establecer “costes estándar” para los servicios; de “diferir la gestión” a las Diputaciones si no los pueden sufragar; de “fusionar municipios” en UBOS; de mermar concejales. Nada se ha consensuado. Rajoy del gran poder no oye y en casa de Herrera, cuchara de palo. Van contra todo y todos. La FEMP quiere que se evite el asedio a los pequeños municipios. Y el CES que se posponga la Ordenación territorial. Efectos devastadores para el medio rural. Tijeretazo a nuestra democracia.
José María Martínez Laseca
(9 de mayo de 2013)
También tañen por ti
En Soria. “De mayo el primer domingo, / sus sones al viento dan, / las campanas anunciando / se celebra el catapán”. Por desgracia, las campanas también tocaban por Mercedes de la Merced. Por la radio me entero de su óbito, a los 52 años de edad, tras larga enfermedad. Finiquitó el rodaje de la película de su vida -un cortometraje- y, ahora, solo nos resta rebobinar la cinta y proyectar algunas imágenes que nos dejó en la banda magnética de nuestra memoria.
Yo, sobrevenido, desde Almajano a la capital y de ideología socialista sé, sin embargo, que nació en Soria el 31 de octubre de 1960. La entreveo paseando junto a sus padres -Luis y Mercedes- por el barrio de San Pedro, ya que entonces vivían en la calle Real. Estudió en las monjas del Sagrado Corazón. Y después, en el CUS, Geografía e Historia que concluyó en Zaragoza. Pronto entró en política. Con apenas 16 años (entre 1976-1982) fue secretaría provincial de las juventudes de la UCD de Gabi Cisneros. Estando de Procurador en las Cortes de Castilla y León la vi por sus pasillos. A partir de ahí -ya como funcionaria del Cuerpo Superior de la Administración- ý tras ejercer cargos de relevancia en diferentes Consejerías, su carrera política resultó fulminante, José María Aznar la reclamó a Madrid a donde él se había ido, abandonando la Presidencia de la Junta, para presentarse a la jefatura del Gobierno de la Nación en 1989. De este modo, en los años 90, perteneció al Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular como secretaria nacional de Política Municipal y Autonómica del PP. En 1991 salió concejala del Ayuntamiento de Madrid y ganó fama por su mano de hierro al cerrar bares en el distrito de Chamberí. Fue primer teniente alcalde de Álvarez del Manzano. Además de presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad. Diputada nacional, eurodiputada y miembro del Consejo de Administración de Caja Madrid en su última etapa.
La cuento entre las valientes que osaron romper con el tabú de la mujer relegada a las tareas domésticas para adentrarse en el noble arte de la política. En este lunes, de cielo azul y sol, regresará a su tierra de Soria. En su viaje postrero hacía el alto Espino. Que la tierra le sea ligera.
José María Martínez Laseca
(6 de mayo de 2013)
Yo, sobrevenido, desde Almajano a la capital y de ideología socialista sé, sin embargo, que nació en Soria el 31 de octubre de 1960. La entreveo paseando junto a sus padres -Luis y Mercedes- por el barrio de San Pedro, ya que entonces vivían en la calle Real. Estudió en las monjas del Sagrado Corazón. Y después, en el CUS, Geografía e Historia que concluyó en Zaragoza. Pronto entró en política. Con apenas 16 años (entre 1976-1982) fue secretaría provincial de las juventudes de la UCD de Gabi Cisneros. Estando de Procurador en las Cortes de Castilla y León la vi por sus pasillos. A partir de ahí -ya como funcionaria del Cuerpo Superior de la Administración- ý tras ejercer cargos de relevancia en diferentes Consejerías, su carrera política resultó fulminante, José María Aznar la reclamó a Madrid a donde él se había ido, abandonando la Presidencia de la Junta, para presentarse a la jefatura del Gobierno de la Nación en 1989. De este modo, en los años 90, perteneció al Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular como secretaria nacional de Política Municipal y Autonómica del PP. En 1991 salió concejala del Ayuntamiento de Madrid y ganó fama por su mano de hierro al cerrar bares en el distrito de Chamberí. Fue primer teniente alcalde de Álvarez del Manzano. Además de presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad. Diputada nacional, eurodiputada y miembro del Consejo de Administración de Caja Madrid en su última etapa.
La cuento entre las valientes que osaron romper con el tabú de la mujer relegada a las tareas domésticas para adentrarse en el noble arte de la política. En este lunes, de cielo azul y sol, regresará a su tierra de Soria. En su viaje postrero hacía el alto Espino. Que la tierra le sea ligera.
José María Martínez Laseca
(6 de mayo de 2013)
sábado, 4 de mayo de 2013
Si no mejora, empeora
Querido diario: ¿por qué la llaman austeridad si quieren decir empobrecimiento?. Manipulan la palabra. Austeridad implica no gastar más de lo necesario; pero, por desgracia, son muchos los compatriotas obligados a vivir con menos de lo preciso, pasando hambre. Analistas al uso dirán, sin inmutarse, que esta crisis galopante ha pinchado la burbuja del “vivir por encima de nuestras posibilidades”, por lo que, ahora, tras el despilfarro carnavalero, llegó la cuaresma: de ajo y agua. Cierto que hubo años de bonanza. Para unos pocos, más que para muchos, como es bien sabido. El paro va desbocado y la cifra alcanzada de 6.202.700 personas resulta dramática. La tan recomendada medicina amarga de la austeridad a ultranza está acabando con el paciente. Dicho de otro modo: el fármaco está matando al duende.
Rajoy, tan estricto, nos lleva a raya con la dieta impuesta, en su afán por cuadrar las cuentas. Corrigiendo el déficit público (más gastos que ingresos) y bajando la deuda de altísimos intereses. Con sus recortes de gastos a toda costa no está, precisamente, quitando la grasa superflua del gasto público improductivo, ni recortando privilegios; sino afectando al propio tejido productivo, a los servicios públicos y a la inversión en I+D+E+i+e garantes de futuro. ¿Todo a la baja, incluidas las pensiones, para garantizar la sostenibilidad del sistema? Ante semejante fracaso, se hace inevitable un cambio drástico en las políticas de desempleo, con un mayor énfasis en las políticas activas. Pretende tener más ingresos. Empero, su política fiscal recaudatoria -sobre las rentas del trabajo y no del capital o empresariales- está muy exprimida. Salvo Suiza y demás paraísos. También las exportaciones parecen haber tocado techo. España debe producir más y mejor, sí, para llenar el hueco dejado por la construcción. Y debe frenar el cierre de tantas empresas.
El Gobierno dice estar preocupado por la paz social. ¿Quién lo diría? No hay trabajo y el poco que les queda a los jóvenes es de escasa calidad. Además, con su contrarreforma del aborto y la de educación, provoca. Los españoles están desesperanzados. ¿Para cuándo va a darse una economía de las personas, por encima de la de los beneficios?
José María Martínez Laseca
(2 de mayo de 2013)
Rajoy, tan estricto, nos lleva a raya con la dieta impuesta, en su afán por cuadrar las cuentas. Corrigiendo el déficit público (más gastos que ingresos) y bajando la deuda de altísimos intereses. Con sus recortes de gastos a toda costa no está, precisamente, quitando la grasa superflua del gasto público improductivo, ni recortando privilegios; sino afectando al propio tejido productivo, a los servicios públicos y a la inversión en I+D+E+i+e garantes de futuro. ¿Todo a la baja, incluidas las pensiones, para garantizar la sostenibilidad del sistema? Ante semejante fracaso, se hace inevitable un cambio drástico en las políticas de desempleo, con un mayor énfasis en las políticas activas. Pretende tener más ingresos. Empero, su política fiscal recaudatoria -sobre las rentas del trabajo y no del capital o empresariales- está muy exprimida. Salvo Suiza y demás paraísos. También las exportaciones parecen haber tocado techo. España debe producir más y mejor, sí, para llenar el hueco dejado por la construcción. Y debe frenar el cierre de tantas empresas.
El Gobierno dice estar preocupado por la paz social. ¿Quién lo diría? No hay trabajo y el poco que les queda a los jóvenes es de escasa calidad. Además, con su contrarreforma del aborto y la de educación, provoca. Los españoles están desesperanzados. ¿Para cuándo va a darse una economía de las personas, por encima de la de los beneficios?
José María Martínez Laseca
(2 de mayo de 2013)
miércoles, 1 de mayo de 2013
Tonto el que no lea
Querido diario: quien viaja mucho, aprende mucho; dice un proverbio Rom. Lo precisó Cervantes: el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho. Aprovechando el finde viajo a Madrid, rompeolas de todas las Españas. No lo hago, ahora, con la frecuencia de antes; pero me gusta, de cuando en cuando, perderme por la gran ciudad, donde uno pasa desapercibido. Además, no puedo renunciar a visitar a mis amigos los libros. Siento ansiedad por verlos. Pero no acudo a librerías como las que ya tengo en Soria, sino a la Cuesta de Moyano. (En Recoletos esperan las casetas vacías para abrir la 37 la Feria del Libro Viejo de Ocasión). Rebusco entre los libros de lance y siempre encuentro unos cuantos que me interesan. Compro varios, algunos por tan sólo 0,20 euros. Así que no hay escusa económica para no leer. Y todavía existen bibliotecas públicas para que tú puedas acceder al libro que deseas. Leer mata, -reza un slogan- sí, pero la ignorancia. Y nos forja carácter frente a la adversidad.
Tampoco me suelo perder las exposiciones. Mi amigo Ignacio me recomienda ver las dos de la Fundación Mafre: Luces de Bohemia e Impresionistas y postimpresionistas. La entrada es gratis, pero me tocará esperar turno para acceder a las salas. La primera se centra en la bohemia artística, concepto que se forja a mediados del XIX, entre el Romanticismo y el Realismo. Irrumpen, como no, los gitanos, con sus leyendas y sus tópicos. Y la gitana se convierte en mito, siguiendo la estela de Cervantes con “La gitanilla”, renovada por Esmeralda de Víctor Hugo y por la Carmen de Merimée. A mí me encanta “Gitana” (1911) de Kees van Dongen, que me recuerda a Rogent por sus vivos colores. La segunda, la de los impresionistas y postimpresionistas, cuenta con los préstamos excepcionales del Museo d´Orsay de París. Por lo que me resultan algo “déjà vu”. Sin embargo, la contemplación es sumamente gozosa y reparo en trazos de luz de las obras de pintores como Monet, Renoir, Cézanne, Toulouse-Lautrec y Van Gogh, que cautivan mis ojos. Y leo: “Cada día descubro cosas que no había visto la víspera, añado y pierdo algunas cosas. En fin: busco lo imposible.”
José María Martínez Laseca
(25 de abril de 2013)
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